La batalla social del magisterio democrático venezolano por la dignificación de su empleo, el reconocimiento a su trabajo, por salarios acordes a las necesidades, por el mejoramiento de los centros escolares, le dio a todos los sectores democráticos venezolanos una bocanada de oxígeno, el magisterio democrático venezolano enfrentado a la "dirigencia" del Sinafum (estos adscritos al gobierno y que solo son una correa de transmisión de las ordenes de Miraflores) También enfrentados al poderío mediático gubernamental, a la fabricación de calumnias y a alas amenazas de la patronal (el gobierno) de levantar expedientes administrativos a todos quienes participen en esta lucha social.
En el Estado Carabobo del siglo XXI el gobierno ha intentado descabezar al movimiento magisterial democrático y al parecer viene lanzando falsas señales de la renuncia a la intersindical del magisterio democrático de Carabobo de Juan Tortolero. Conozco a Juan desde hace muchos años, desde mi infancia y es de esas amistades heredadas de mi madre. Juan es primo del poeta Teófilo Tortolero y vecino de un sector popular de Valencia, Vine haciendo un trabajo de hormiguita visitando escuelas, zonas educativas, acompañando en lo espiritual, político, social y académico a muchos de sus compañeros.
Juan tiene el don de la ubicuidad y está en todas partes va de Boquerón a Puerto Cabello, de Bejuma a Valencia, pasa por Guacara y en cada lugar lanza sus semillitas de esperanza. El amigo viene de esa larga batalla desde que era estudiante de la Normal Simón Rodríguez en la zona de la Manguita y realizo estudios de profesionalización en la Universidad de Carabobo.
Juan se desplaza en su viejo vehículo y está ahí donde esta la candela, discute, razona, desenmascara a los nuevos esquiroles ( esos que hasta ayer de apoyo a la clase trabajadora) y hoy son incondicionales de la patronal, del gobierno y de sus agentes más abyectos que podamos conocer.
Juan Tortolero se mantiene en la batalla y él sabe la responsabilidad que tiene con los trabajadores de la educación y la necesidad de que los educadores tengan una representación honesta en la vida social y política de la nación venezolana, discusión, razón y acción van de la mano y sabemos que permitir que los enemigos del magisterio democrático venezolano, celebrarían de contentos si renuncia el compañero Tortolero a la primera línea de batalla, sabemos que los enemigos del magisterio y de la democracia celebrarían el retiro de uno solo de quienes hoy están en la primera línea, en el primer parapeto dispuesto a defender con argumentos y acción a los suyos y al país.
No me atrevería a decir que los de arriba y los nuevos esquiroles esos agentes del gobierno que dicen ser defensores de las conquistas de los trabajadores planifican escondidos en las sombras más oscuras, hundidos en las aguas más turbios ataques mediáticos y acciones "legales" para derrotar cualquier acción que movilice, que haga ruido a los oídos de una nación que parecía sorda, el magisterio democrático venezolano se ha venido ganando un espacio en la historia política y social de la Venezuela del siglo XXI, de nada sirvió la amenaza, la persecución, el chantaje, la amenaza y aun menos los esquiroles sindicaleros de Sinafum que intentan hacer estallar desde adentro al movimiento magisterial.
Lo cierto es que debemos corregir nuestros errores, apoyarnos en nuestros dolores y apoyar al compañero Tortolero en esta batalla que el junto a otro liderazgo colectivo, se viene dando en la patria de Simón Rodríguez.
Se demostró una vez más que dinero hay para la corrupción de los cuadros dirigentes del PSUV, que, para comprar avionetas y autos de lujo, que para tener lupanares de cinco estrellas, que para traficar influencias, que para tener Ferraris en vitrinas de Caracas, que para gastos excesivos y aceitar una burocracia corrompida si hay dinero. Pero que para la educación, para los maestros, para los empleados públicos, para los hospitales para eso no hay. Al fin y al cabo, los hijos de los jerarcas estudian en colegios de la "oligarquía" y para nada les importa a estos nuevos oligarcas la situación de los centros de educación públicos. "En el Colegio Venezolano Británico estudian los hijos de los jerarcas del chavismo y de sus grandes contratistas, según fuentes extraoficiales. La Dgcim también estaría buscando al empresario Bernardo Arosio, quien a través de Joselit Ramírez Camacho, jefe de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas y mano derecha de Tareck el Aissami, estaría gestionando la reactivación del gasoducto entre Venezuela y Colombia."
https://diarioelnacionalista.com/destacada/la-dgcim-fue-a-buscar-a-los-funcionarios-chavistas-relacionados-con-la-corrupcion-al-colegio-venezolano-britanico/
Amigo Juan Tortolero hoy toda la tramoya gubernamental y de sus esquiroles orgánicos de Sinafum está al descubierto, hoy mas que nunca eres necesario en esta batalla que nos toca librar ahora. Que no te renuncien, no renuncies. La batalla apenas comienza.