En tres palabras

¿Vale la pena?

Lunes, 08/05/2023 03:21 PM

"Hay que tener c… para escribir un libro sobre la corrupción en Venezuela" Uncas Montilla. Uno de los hijos de mi vida.

UN LIBRO QUE ESTOY DUDANDO PUBLICAR

Sigo en la tarea de escribir el libro "En tres palabras: Lo hemos alertado. Corrupción en Venezuela". En el que intento recopilar y sintetizar artículos (propios y de otros autores) publicados sobre el tema de la corrupción y la impunidad. En algunos de ellos alertamos – con suficiente tiempo – sobre la necesidad de poner atención a este PROBLEMA PRIORITARIO.

En el esquema preliminar que hemos pensado, comenzamos con un análisis conceptual e histórico (mundial y nacional); la sistematización de casos y personajes emblemáticos en distintas áreas e instituciones (del gobierno y de la oposición); destacamos la necesidad de fortalecer la escucha activa e inteligente para reaccionar con tiempo y actuar con previsión. Consideramos el tema de la "proyección psicológica", la subjetividad o la mala intención política que puede llevar a calumnias y casos de injusticia. Analizamos algunos planes o acciones emprendidas y hacemos la propuesta de un Plan Estratégico (Situacional, Integral y Proporcional) Anti-Corrupción, entre otros temas.

Confieso que en la medida que profundizo la investigación y asumo la reflexión fría y desapasionada de la corrupción en Venezuela, intentando la mayor objetividad que me es posible; siento, a la vez, náuseas, irritabilidad, desazón, incomodidad y, por supuesto, como lo expresó públicamente el Presidente Maduro: Siento mucha arrechera. Dolor. Vergüenza. Decepción. Desengaño. Irritación. Al punto de que, ayer domingo 07/05/2023, estuve pensando seriamente en no publicarlo. Creo que este libro hablaría muy mal de l@s venezolan@s. Eso me angustia y afecta mi tranquilidad espiritual ¿Cómo publicar un libro donde se devele la podredumbre de quienes confiando en ellos se le asignaron importantes responsabilidades y, en lugar de cumplirlas, dieron un mal ejemplo? ¿Conviene publicarlo o mejor es no divulgar nuestras falencias? ¿Cómo hemos podido permitir que esto llegara hasta aquí? ¿Por qué en los 40 años de la IV República y en los veintitantos de la V República no logramos frenar, detener, contener o reducir este flagelo que hoy nos hace tanto daño? ¿Por qué no seleccionamos a la CORRUPCIÓN, desde un principio, como uno de los PROBLEMAS PRIORITARIOS a resolver y le dimos con fuerza como a la GMVV? ¿No logramos visualizar, desde el inicio del gobierno, que este es un NUDO CRÍTICO que es común y afecta a buena parte de otros problemas prioritarios en el país? ¿No tuvimos la capacidad de comprender que resolviendo este problema podríamos solucionar muchos otros? ¿Nunca se hizo un Flujograma Explicativo Situacional y una matriz de relaciones: Problemas, NC y Proyectos?

NO HEMOS CUMPLIDO AÚN LOS OBJETIVOS

¿Acaso no hubo una rebelión militar el 4F y el 27N de1992 como expresión del descontento de la juventud militar y de gran parte del pueblo en contra de la corrupción? Si es así: ¿Por qué permitimos que cogiera fuerza – de un bando y otro – y casi hemos logrado que ser corrupt@ se adopte, de hecho, como si fuera un derecho y hasta un deber "democrático, protagónico y participativo"? Pareciese como si hubiera habido la orden de "democratizar la corrupción" ¿Qué le ha pasado a la juventud rebelde y contestataria (militar, obrera, campesina y universitaria) que no reacciona y, por el contrario, la vemos involucrada en actos de corrupción? ¿Qué nos está pasando? ¿Será que siempre estuvo oculta y ahora se ha develado y nos sorprende? ¿Siempre fue así?

Es verdad que la corrupción es un problema mundial e histórico. Según cifras aportadas recientemente por organismos internacionales, La cuarta parte del gasto público mundial se pierde en corrupción. A la vez, ha sido un compromiso, varias veces reiterado, de enfrentarla. Desde su toma de posesión Maduro anunció que la enfrentaría ¿Se oponían el resto de los poderes? Apenas, desde el 2017, con la firme iniciativa del Fiscal Tareck Saab ha comenzado a develarse y enfrentarse. Nos alegramos y apoyamos al Presidente y al Fiscal, por estas iniciativas. A la vez que llamamos a no bajar la guardia. No basta con tomar la decisión. Hay que darle continuidad. Hasta vencer.

NO PRIORIZAR BIEN ES UNA DE NUESTRAS FALLAS

Pienso, mientras escribo, en lo que sabiamente nos enseñó nuestro querido maestro Carlos Matus Romo: "Ningún gobierno es mejor que la identificación, selección y procesamiento que hace de sus problemas" Al no identificar, seleccionar y procesar adecuadamente, desde el principio, el problema de la corrupción e incluso el de la impunidad, que le es inherente, e identificarles como PROBLEMAS PRIORITARIOS, se cometió un grave error que hemos estado pagando durante estos años y que, ojalá me equivoque, puede pasarnos factura en cualquier instante.

A pesar de los importantes esfuerzos que, sin duda alguna el Presidente Nicolás Maduro, el Fiscal General, los organismos policiales y de seguridad así como otros poderes del Estado e incluso el propio PSUV, han venido realizando. Nos faltó PRIORIZARLOS desde el principio ¿Cuál es el grado de PRIORIDAD que se le ha dado en los planes de desarrollo? Cuestión de evaluar los planes y las acciones emprendidas a nivel nacional, regional, estatal, municipal y comunal.

¿TENDREMOS TIEMPO PARA CORREGIR? ¡CÚMPLASE!

En fin, mientras continúo buscando, recopilando y procesando información relevante, mientras reflexiono y me hago estas y muchas otras preguntas; mientras me debato entre continuar o dejarlo hasta aquí. Por el dolor emocional e ideológico que me causa descubrir, develar y encontrar tantas marramuncias. Sobre todo de parte de gente de "izquierda", "comprometida", "revolucionaria" y "chavista". Descubrir, por ejemplo, tantas personas que he conocido en el camino que están involucradas. Amén de las dudas que causan las redes sociales en las que se acusa a diestra y siniestra a líderes fundamentales de un bando y del otro. Sobre todo, desde hace mucho tiempo, me sobrecoge y me pone mal cuando personas, de entera confianza y credibilidad, nos cuentan anécdotas, cuentos, vivencias, experiencias, casos comprobados sobre actos de corrupción y de inimaginables corrupt@s, de los cuales aún no hay noticias. Corrupt@s clandestinos. Ocultos. "Anónimos". Actos perversos contra la nación y nuestro pueblo, en las que han estado involucrad@s fulanit@ o sutanit@ de tal. Casos que no se conocen pero existen. En ministerios, corporaciones, empresas, cooperativas, alcaldías, gobernaciones, alcabalas y, aunque parezca mentira, hasta en consejos comunales y organizaciones como los CLAPs.

Entonces, el estómago se me revuelve y desde mis adentros surgen como un desaliento: muchas dudas, interrogantes, inquietudes ¿Y si fuera verdad lo que dicen de… fulanit@ o sutanit@? ¿Por qué nos hemos tardado tanto en solucionar este problema? ¿Por qué es el pueblo humilde y los profesionales quienes pagan los platos rotos? ¿Acaso la política y l@s polític@s están pre-destinad@s a ser una cuerda de bandid@s y de corruptos? ¿Es verdad que todo quien llegue ocupar cargos importantes (sobre todo en PDVSA) llega para robar? ¿Podremos derrotar al imperio, esperamos que se desmorone solo o tendremos que ceder y conceder? ¿Nos derrotará la oposición con la ayuda del imperio? ¿Qué podemos hacer para ¡VENCER!?

Deberíamos, como me ha indicado la eterna Rectora de LUZ, Dra. Imelda Rincón, exigir tres condiciones:

1) El currículo y garantizar competencia técnica-política y ética

2) Hacer permanente evaluación de su gestión y

3) Vigilar cómo y en qué condiciones vive

En algún otro artículo hablaremos sobre el tema.

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