Felicidades mi querida Venezuela y hierban el agua
Hay un loro muy simpático en nuestro vecindario
Por: Luis Enrique Sánchez P.
Lunes, 13/05/2024 09:54 AM
Es alegre y dicharachero, se la pasa echando cuentos, él mismo se pregunta y él mismo se contesta, se ríe escandalosamente, canta cumpleaños de nuevo y se vuelve a reír.
Nos alegra el condenado loro y cuando no está o permanece callado, hace falta.
Para darles una idea aproximada de donde ocurre esta charada, casi cotidiana, es en un patio interno de varios edificios de distinto tamaño, el referido patio que no es cuadrado y probablemente quien lo diseñó se inspiró en un patio andaluz, sirve de diferentes formas a la comunidad: los muchachos juegan, las mascotas dan su paseo corto, las parejitas se conocen y hasta sirve para reuniones de vecinos y para encuentros de tinte político y por supuesto para el chisme, que nunca falta.
Y hablando de políticos y políticas, algunos nacionales y también extranjeros tienen algunas características comunes a nuestro enérgico loro cantor, aunque les falta su alegría y entusiasmo y el trinar de su voz llena de vida y optimismo.
El loro cantaor vive en un edificio lateral a donde habitamos, siempre visto desde el mencionado patio y sin intención, eso creo, con frecuencia convoca reuniones de gatos curiosos que intentan ubicarlo y hacen el intento de aprender las canciones que interpreta y alimentar su entendimiento con los discursos que suele dar.
Está, el protagonista de nuestra nota, en un tercero o cuarto piso y nuestros gatos, que forman parte de la legión de felinos curiosos que luchan por ubicarlo, en un primer nivel, por lo que resulta todo un espectáculo el verlos oteando y afanados en precisarlo.
Si usted es político o política no se ofenda por la comparación, aprenda del loro y cuídese de los gatos que viven acechando sin descanso.
Felicidades mi querida Venezuela y hierban el agua que beben, estamos casi a mitad de mayo.