En días pasados, el presidente maduro se refirió al presidente de pdvsa en un mitin en Barinas: “Ministro Tellechea, usted se me viene mañana mismo a Barinas y me resuelve ese peo acá en Barinas. Me lo resuelve”. (https://www.lapatilla.com/
A primera vista parece la actitud de un gobierno enérgico, pero al pensarlo un poco a profundidad, surge la real imagen de un gobierno incapaz, se comprueba la incapacidad del madurismo para gobernar y su responsabilidad en este desastre que vivimos.
El problema de las colas de la gasolina es un asunto nacional. ¡Y el presidente de la República, se entera cuando ve una cola en un viaje relámpago a Barinas! Y, además, al encargar al presidente de pdvsa para que resuelva el peo en Barinas, profundiza, deja patente, su desconocimiento del problema. Y lo que es más importante, lamentable, es la desmoralización que esta bravuconada ocasiona en pdvsa. El tratar así al presidente de pdvsa, humillarlo como si de un muchacho malcriado se tratara, ofende la dignidad de la empresa, la desalienta. Y parafraseando a Martí, podemos decir: no se gobierna a un país como se dirige a un sindicatico de segunda categoría.
El gobierno madurista está destartalado, no hay dudas, un problema como este, fundamental, se trata de la principal industria del país, y de un problema, el combustible, que mueve la sociedad, la economía; se maneja, con gritos destemplados, públicamente, ocasionalmente; con razón pasa lo que pasa.
El país está entrampado entre este gobierno inútil, bueno sólo para enriquecer a unos pocos enchufados, y el gobierno de los maricorinos, igual al madurismo, pero con más orden en el saqueo. El futuro de la Patria, en cualquiera de estas manos, es tenebroso. Unos la llevan al desastre producido por la torpeza, los otros, los maricorinos, al desastre más planificado, con el talento sin probidad. El madurismo agoniza, debe salir del gobierno lo más rápido posible. Y eso sólo es una parte de la solución.
Luego de la salida del madurismo quedan dos peligros inmensos. Uno, que la masa se deje engañar y deposite sus ilusiones en el otro verdugo, igual al madurismo, pero con más afeites, mejor disfraz: los maricorinos. El otro peligro es, ya Chávez lo presentía, el reformismo, una alianza reformista que sólo atine a cambios cosméticos para que todo quede igual.
La Solución, lo decimos una vez más, es volver a Chávez, al Socialismo. Sólo el Chavismo tiene la capacidad de rescatar la espiritualidad, la pasión, necesaria para construir una nueva sociedad. Y esa pasión, unida al talento con probidad, conseguirá impulsar la economía, a PDVSA. Sólo con esa pasión se podrá unir a la masa tras objetivos altruistas, tener un gobierno que piense en el bien común y no sea guiado por el egoísmo. Esa es la única manera de combatir la corrupción, con gobernantes que persigan la gloria de ser absueltos por la historia, reconocidos por su gente, y no que busquen la vana compensación personal.
En los próximos días se irán cayendo las caretas, aparecerá la condición humana desnuda. La masa tendrá la oportunidad de ver caras y corazones. En los próximos días se decidirá el futuro de la Patria, por el futuro siglo. Esta generación debe pensar no sólo en su época, sino también en las generaciones futuras, sus hijos, los hijos de sus hijos. La existencia, el futuro, de la Patria está en sus manos.
¡CHÁVEZ ES LA SOLUCIÓN!
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