Un video que llegó a la redacción donde un joven repartidor de productos (delivery) es víctima de un extraño procedimiento perpetrado por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) ha creado muchas interrogantes acerca de este tipo de operativos.
Según los familiares del joven, los funcionarios quisieron secuestrarlo e introducirlo dentro de un carro azul, pero ante la algarabía y gritos de la comunidad que alertaban sobre este extraño suceso, lo sometieron e introdujeron dentro de una patrulla y luego de un rato lo liberaron sano y salvo. Así mismo dicen que es un muchacho trabajador y decente que estaba haciendo su trabajo y que si no hubiera sido por la comunidad que comenzó a gritar y a grabarlos, no sabrían que hubiera podido pasar.
A cada rato surgen muchas denuncias sobre el deterioro de la PNB que obra de manera distorsionada, son muchos los eventos irregulares a las que han sido sometidos muchos ciudadanos, aprovechándose de su investidura policial.
Son muchos casos, como el que nos refieren sobre unas cajas, que fueron enviadas del exterior por una familia a sus parientes; con ropa, zapatos y otros enseres, y al no poder presentar un documento en una alcabala, el encargado del operativo, un PNB, revisó y desordenó las cajas y escogió dos pares de zapatos deportivos muy a su gusto y dos morrales. Esto dejó a dos adolescentes sin zapatos ni morrales, (dentro de esta crisis donde la gente anda con los zapatos rotos).
Las alcabalas se han convertido en el terror de los camiones y camionetas que transportan mercancías, porque como vampiros buscan cualquier cosa para "raspar", y siempre buscan algún pretexto o se lo inventan con tal de conseguir algún beneficio, desde dólares, mercancía, alimentos, y a veces lo hacen de forma descarada, denuncian los conductores.
Una señora en La Guaira, nos relató que un funcionario al ver que tenía todos sus documentos en regla, le pidió que le comprara un refresco o sino la iba a retener por varias horas, tuvo que bajarse y comprar un refresco de dos litros para complacer al policía.
En la carretera que va a Barlovento, las alcabalas detienen las camionetas y martillan a los pasajeros, y si no les dan, devuelven las camionetas a Caracas.
Hay casos de pequeños productores que han dejado de traer mercancía a Caracas porque los "matraquean" tanto que ya cuando arriban a la ciudad no tiene sentido vender lo que les queda porque no les rinde ganancia.
Lo mismo pasa con los que le piden vacunas a los buhoneros, cada vez se ven mas policías merodeando a los vendedores informales quienes prefieren pagar para que los puedan dejar trabajar.
Por lo tanto se hace un llamado para detener este tipo de abusos en contra del pueblo. La gente quiere una policía decente que brinde protección y no lo contrario, porque actualmente es más temor y desconfianza lo que inspiran los cuerpos policiales.