La vergüenza de Hoyos: “Bolívar fue un criollo esclavista”

Miércoles, 08/01/2020 03:17 PM

Mi lector Ignacio Hoyos en fecha 06 de enero de año en curso me envía un correo el cual me permito transcribir es ignaciohoyosteran2@hotmail.com como fuente de información, allí emite su opinión democráticamente, titula su nota como "Vergüenza", se inicia así: Que vergüenza me causa usted amigo, aunque no lo creo que no lo es. Por su foto veo que buena parte de su sangre es de origen africano". Naturalmente, mi lector, el ciudadano Hoyos, no se equivoca mi fenotipo corresponde a ser afrodescendiente, originario del África mis antepasados, continente donde nace el hombre, nace la humanidad, lugar donde la vida humana se inicia en un continente que estuvo unido a Suramérica, continente africano donde mutó el antropoide en hombre, donde se hominizó allí, de trepar arboles bajo a tierra, comenzó a caminar, cambiaron sus manos, se inició en la creación de herramientas, creó el lenguaje y luego desde allí se esparció por el mundo, adquirió nuevos rasgos, nueva pieles, se hizo blanco, rojizo, amarillo, cobrizo, negro, el clima lo transformó, hasta desconocerse a si mismo en el tiempo no solo en piel sino también en habla.

Asi pues mis antepasados llegaron esclavos a este continente, cazado por "la civilización del imperio español", hechos hombres sin libertad, sus mujeres, sus hijos, todos esclavos sin derecho a nada, solo mercantilizados, mercancía para la venta, mano de obra gratuita para los comendaderos, para los latifundistas españoles, las oligarquías, los terratenientes que eran la clase acomodada, privilegiada que no tenía vergüenza en "comprar hombres", "abusar de sus mujeres negras", "violar a sus hijas", y peor aún no reconocía su trabajo, robaban el fruto de su trabajo, La iglesia fue cómplice de tal atropello, imagino lobos vestidos de sotana de piel de oveja, ellos también se servían de la esclavitud, así pues la cruz se sirvió de la espada, sometiendo a sangre y fuego a miles de hombres erradicados de África a la fuerza, cazados como animales sin perdón alguno, sin amor a la humanidad se consumaron delitos de lesa humanidad.

Pero el señor Hoyos siente vergüenza en leer mis opiniones o nó, soy libre como el demócrata además, a menos que el crea que todavía estamos en los tiempos de la colonia, donde los africanos y sus afrodescendiente no tenía derecho a leer, escribir, menos opinar y ser librepensadores, pero hay una excepción mayor, yo además de demócrata soy comunista y bolivariano, por eso, no solo soy admirador del Padre de la Patria, Simón Bolívar, con quien estoy en deuda eterna, por la independencia y la libertad, por mi venezolanidad e identidad, sin embargo al parecer supongo que el ciudadano Hoyos es "venezolano", pero no bolivariano, me dice en su nota: "Sabía usted que Bolívar fue un esclavista", no hizo nada por sus antepasado de esclavos, siendo el hombre mas poderoso de Suramérica", por el contrario aumentó su séquito…gaste su tiempo leyendo el archivo histórico. Bolívar fue un burguesito español criollo esclavista y latifundista es su norte".

En verdad ahora yo siento vergüenza que el señor Hoyos, mi lector en su crítica maneja con ignorancias las categorías sociológicas e históricas. Bolívar no pudo ser un "Burguesito" puesto que el capitalismo en Venezuela no se había formado en la estructura socioeconómica, esta formación económica social se crea con la transición de la economía agroexportadora a la economía minera petrolera, ya comenzando el siglo XX. Ahora bien aclarado el error de Hoyos pasemos a ciertas afirmaciones, ciertamente Bolívar procedió de una familia de origen español, educado en los fundamentos y valores coloniales, en la ideología de "los esclavistas y latifundistas", en ese ambiente se formó nuestro niño Simón Antonio de la Santísima Trinidad Palacios y Blanco.

Simón nace en Caracas, una aldea tropical situada a más de 900 kilómetros, sobre el nivel del mar, en el privilegiado valle de Caracas, de fauna y flora tropical, rodeado por un dulce clima de la montaña, ciudad protegida por un repliegue macizo montañoso, separándola del mar, y hacia el sur se extiende pocas cumbres con las miradas deslizándose hacia Los Llanos y las riberas de los grandes río. (Véase: Mijares, 1975:4). Esta ciudad nació en 1567 y Bolívar en la casa donde nació propiedad se sus padres,, distaba menos de 200 metros de la Plaza Mayor. Por el fondo se comunicaba coa orden n la vivienda de su abuelo materno…y en ángulo noroeste de la misma manzana de casas, dando frente al extremo sureste de la Plaza mayor, una hermosa mansión pertenecía al presbítero Juan Félix Jerez Aristiguieta y Bolívar, y era parte de un mayorazgo que aquel sacerdote estableció por encargo de su madre doña Luisa de Bolívar y Ponte de Jerez Aristiguieta, pasaría también a ser propiedad del Libertador. (Ibíd. 10).

De modo que El Libertador no nació en un pesebre, no nació en la pobreza, tanto el padre como la madre era de origen acaudalado, se hicieron de las propiedades feudales que llegaban tener los conquistadores y sus descendientes, además de los súbditos que servían a la corona en funciones administrativas. La madre del Libertador, doña María de la Concepción Palacios y Blanco, tuvo como nana a "la Negra Hipólita", a quien Bolívar la reconoce como Madre, como atestigua en carta escrita desde el Perú, a su hermana María Antonia, 10 de julio de 1825, donde dice: te mando una carta de mi madre Hipólita, para que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre, su leche ha alimentado mi vida…". (Ibíd., p. 17). Siendo así; en el cuerpo y el alma de Bolívar corre la sangre negra, la savia de la vida, el ímpetu negroide, criado por una "esclava negra", rodeado de alegrías y ternura, oyendo el cantico arrullador de libertad del esclavo en los brazos cálidos de la hija de África.

El 24 de marzo de 1824 se halla un documento circular de la su Secretaría General en la que se insta a dispensar a los pobres esclavos, protección, libertad, señala Bolívar por expresas ordenes suyas: "es el colmo de la tiranía privar a estos miserables del triste consuelo de cambiar de señor…Por esta orden S.E. suspende todas las leyes que los perjudique sobre la libertad…comuníquese V.S. esta orden al Sindico Procurador General para que entendido de ella y dispense toda la protección a los esclavos". (Ibíd., p.28). Como vemos Bolívar está convencido de la libertad de los esclavos, incluso sobre la libertad exige toda la protección social del gobierno, insta a suspender todas las leyes que los perjudique, incluso antes emitió un decreto sobre la liberta de los esclavos, en Carúpano, 2 de junio de 1816 en su Cuartel General: "…la Patria reclaman imperiosamente los derechos imprescriptibles de la naturaleza, he venido a decretar la libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo español en los tres siglos pasados….". (Argotti, 2012:63.

De manera que apuntamos a ver cómo un niño nacido de cuna privilegiada, nada de pesebre o pobreza alguna, colmado de riquezas y ya hecho hombre contrario a sus valores e ideología social de clase, adopta la causa de los oprimidos, de quienes gemían de la explotación del trabajo, suprimida la libertad a nombre de la civilización, vergüenza del hombre europeo, del hombre blanco, del latifundista criollo, del terrateniente tirano y pese a ello, un hombre proveniente de esta clase de "los poderosos" asume el partido de los pobres, su sensibilidad por los humillados, de quienes trabajan con sudor y lágrimas, quienes contribuyen con su trabajo al progres de una parte de la humanidad, pero no, el Libertador no le suficiente un decreto, el liberar esclavos, incluso le manifiesta su sobrino Anacleto Clemente, en Guayaquil en fecha 29 de mayo de 1823: "todos los esclavos que no eran del vinculo, que tu posees ahora, los he dado por libres porque eran míos y he podido darles libertad; así ninguno quedará esclavo por ninguna causa ni motivo" (Ibíd., p. 64).

Para que al señor Hoyos no le quepa la menor duda de un hombre que actúa como piensa, de su sinceridad y justicia, mediante documento oficiale protocolizado de fecha 26 de abril de 1827, ratifica tales libertades: Juan Nepomuceno Albor, escribano público de los de número de esta Capital, certifico: que los documentos de libertad concedida por el excelentísimo Señor presidente Simón Bolívar, a sus siervos, María Jacinta y de sus hijos María de la Luz, maría Bartola y Francisca Bárbara; igualmente a Juan de la Rosa y su mujer, Nicolasa Bolívar (….)su tenor a la letra es como sigue: Conste que María Jacinta Bolívar (María Bartola, Francisca Bárbara, Nicolasa Bolívar….),esclava que fue de mi propiedad en la hacienda de San Mateo, le concedí la libertad que ahora goza en el año de 1821, después de la batalla de Carabobo, libertad que ratifico mediante la presente carta". (Ibídem).

El señor Hoyos debería leer mejor "los archivos históricos", la vida y obra del Libertador, abstenerse de emitir opinión calumniadora del Padre de la Patria, ser parte de la historia de la leyenda negra, de aquellos miserables que mancillan el honor de Simón Bolívar, decir que "no hizo nada por sus antepasados esclavos", es decir por mis antepasados, de quien le escribe en respuesta, y por si fuera poco, que "haya aumentado su séquito", ya no es calumnia, es mas que sobre enlodar la memoria de quien consagró su vida cristiana a la emancipación del género humano, así que vale la pena releer a Bolívar y sus acciones, defenderlo de todo infundio, tal como que "no hizo nada por los esclavos, que era un criollo esclavista y latifundista" y lo peor que "la esclavitud era su norte" como el hombre más poderoso de Suramérica. Da pena decirlo y vergüenza hasta hacer semejante juicios que viene del odio, la ignorancia y el vicio del engaño.

Para finalizar, Hoyos no contento con decir disparates históricos y monstruosidades, termina con veneno acusándome de que "alguien con su piel oscura que admire a Bolívar, e como un medio judío admirando los nazis". Al parecer nuestro lector es barloventeño, debe codearse a su paso con muchos negros, total somos un país mestizo, tenemos enraizado el sentimiento de la igualdad, no aceptamos que nos miren por el color de la piel, ni nos pasa por la mente de que somos oscuro, nos tiene sin importancia, pero como dije en una oportunidad en una charla en la Universidad Bolivariana de Venezuela con motivo del "Bolívar amulatado", articulo publicado en Aporrea en respuesta al gesto de Ramos Allup, con respeto de quitar del parlamento, "El cuadro del Bolívar amulatado", que todos en este país sin excepción llevamos en el alma así como él llevaba a su Negra Hipólita en sus recuerdos, asimismo todos llevamos "un negro por dentro", un recuerdo, así mismo, los blancos todos, llevan un negro por dentro, no me cabe la menor duda que mi lector debe ser de piel blanca y tiene un "negro por dentro".

Para finalizar termino respondiéndole, no admiro a Bolívar el esclavista, admiro a Bolívar el Libertador, al hombre que emancipó a Venezuela, Colombia, Perú y el Ecuador, a quien se consagró en el fuego de la guerra liberar los esclavos, a quien rompió las cadenas del imperio español, a quien imploró en el Discurso de Angostura liberar los esclavos, dar a Venezuela un gobierno eminentemente popular, moral y justo. Admiro al Bolívar que se atrevió a dar un paso valiente, distanciarse de los "poderosos", a romper con su clase social, con sus privilegios, a renunciar a su riqueza, asumir la causa noble de la humanidad, con ese Bolívar me identifico, con el Bolívar de Chávez, antirracista, anticolonialista, antiimperialista. Quiero terminar este artículo no sin ante expresar que al final de la Guerra Patria, Bolívar ya no era el mismo, el acaudalado hombre mas rico de Suramérica, se había dedicado a la lucha por la independencia nacional, sin prestar atención a su vida de hacer fortuna y bohemia como dice Hoyos de "burguesito", se apartó de su comodidad esclavista, de su tranquilidad de criollo latifundista y terrateniente, se consagró después de que enviudó y jurara en el Monte Sacro a cumplir su palabra, por ello, en una carta dirigida al señor José R. Revenga, el 17 de noviembre de 1828, manifestó: "Quisiera tener fortuna material para dar a cada colombiano; pero no tengo nada; no tengo mas que un corazón para amarlos y una espada para defenderlos" (Guzmán, I., 1977: 334). Los "colombianos" todos habían perdido mucho con la guerra, sus bienes materiales, el país estaba arruinado, endeudado, la guerra todo lo había dislocado, ya no era el mismo cuando renació de la lucha contra el imperio español, basta saber que la población venezolana había sido diezmada le recordaba Bolívar al diplomático norteamericano, Irving, recordemos la emigración a Oriente con la caída de la Primera República.

Fuentes:

1.-Argotti, C. Hugo (2012). Ética del Libertador Simón Bolívar. Monte Ávila Editores, Caracas, Venezuela.

2.-Mijares Augusto (1975). El Libertador. Academia nacional de Historia, Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, Venezuela.

3.-Guzman, Ignacio (1977). El Pensamiento del Libertador. Ernesto Ermitano Editores, Caracas, Venezuela.

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