Edmundo Aray en la senda creativa de José Martí

Martes, 14/01/2020 09:39 AM

En los valles de Aragua, en la cordillera andina, en la manigua cubana, en la Universidad Central, en la Universidad de los Andes, en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, en el Techo de la ballena, en la Casa de Nuestra América José Martí, se escuchó la voz trepidante y clara; sonora y versátil; cariñosa y virtuosa del Profesor Edmundo Aray, enseñándonos, formándonos, teniendo como guía los ideales de patria de Bolívar y Martí. Siempre entregado a la creación, a marcar con su ejemplo aquello de que "la mejor manera de decir, es hacer". Siempre fue grato escuchar sus orientaciones, sus sabios consejos. Le recordaremos como un ser humilde y sencillo, sensible y trabajador. En ese trajinar le conocimos, fue nuestro invitado especial en la inauguración de los espacios del Archivo Audiovisual de la Biblioteca Nacional en 2004. La última vez que compartimos con él fue en el programa radial de Iván Padilla Bravo en Alba Ciudad en octubre de 2017 a 50 años del asesinato de Che Guevara.

El Profesor Edmundo nos deja un rico legado como investigador y estudioso de la obra de José Martí. En el año 2004 comenzó a formar parte de ese grupo de venezolanos, que en la Casa de Nuestra América José Martí, asumieron el concepto, la difusión del pensamiento martiano y la obra de muchos luchadores y pensadores que desarrollaron su acción en función de los principios y concepción de la "patria grande". Allí formó parte de la Junta Directiva y compartió con otro gran martiano que también marchó a otras dimensiones, el Profesor Ramón Losada Aldana. En esos espacios, que en otros tiempos ocupara la Escuela de Las Primeras Letras de Caracas y posterior a ello el Colegio Santa María, donde impartió clases en 1881 el mismísimo José Martí, el Profesor Edmundo estuvo presentando libros, participando en video foros, en conferencias, en conversatorios, en charlas, en reuniones.

A comienzos de los años setenta, Edmundo Aray escribe un poema épico dedicado a Martí que se publicó en el Libro de héroes en 1971. Posteriormente, como libro cinematográfico fue publicado por la Universidad Central de Venezuela y la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano -Capítulo Mérida- en 1997 José Martí, ése soy yo, que después es editado como historieta con ilustraciones del cubano Francisco Blanco con ediciones en Cuba en 2002 y de la Casa de Nuestra América José Martí en 2004 y 2011. Esa misma institución editó en 2010, de Edmundo Aray, José Martí: versos epistolares. Esa obra tuvo una versión anterior de 10 ejemplares que fue editada por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano -Capítulo Mérida-. En 2016 la Fundación Editorial El perro y la rana publica su obra Mi amado Martí. En 2007 fue producida la película "José Martí, ese soy yo", coproducción de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano -Capítulo Mérida- y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC). Largometraje elaborado con piezas de cerámica.

El Profesor Edmundo Aray, gran estudioso de José Martí, llegando a conocer, a profundidad, su gesta por la independencia de Cuba y su obra literaria, periodística y epistolar. La producción del Profesor Aray en torno a su obra José Martí, ése soy yo desarrolla toda una visión literaria, gráfica y cinematográfica de la vida de José Martí en su andar terrenal desde su Cuba natal, aquella en donde había quedado inconcluso "el poema del 19 de abril". En una colorida y bella elaboración cinematográfica y excelente edición en historieta, queda claramente ilustrado el escenario histórico en que se desarrollan los años que comprenden el ciclo vital de Martí, con las vistas de los paisajes cuidadosamente elaborados, en los personajes que reflejan la idiosincrasia de nuestra gente, con el desarrollo de las escenas que dejan claro el ambiente en que ocurrieron los hechos históricos. La trama histórica que desarrolla el Profesor Aray en la obra deja una gran enseñanza y muestra la bella comunión del arte, la historia y la literatura.

Es muy reconocida la importancia y la utilidad que en el siglo XIX y en los albores del siglo XX tenían las cartas; en el caso de Martí, su creación epistolar ha sido destacada como documentos que ilustran su pensamiento, sus ideales, sus sentimientos, su visón de las cosas. Así, en el epistolario de Martí encontramos cartas de amor, de trabajo, informaciones, recomendaciones, compromisos, gestiones diplomáticas. Edmundo Aray explora el mundo del discurso epistolar que le imprime Martí a su correspondencia, seleccionando aquellas de donde extrae la poesía que intrínsecamente poseen. Dentro de este contexto encontramos los libros José Martí: versos epistolares y Mi amado Martí. En José Martí: versos epistolares encontramos la selección de textos intervenidos de 87 cartas que escribió Martí a su madre, a sus hermanas, a su adorada María Mantilla; a las mujeres de sus más caros afectos, a sus amigos más entrañables: Manuel Mercado, Fermín Valdés, Enrique Estrázulas, Valero Pujol y Gonzalo de Quesada; a Antonio Maceo y Fausto Teodoro Aldrey.

Mi amado Martí condensa la amplia correspondencia de las mujeres que le amaron, como sus familiares más cercanos, como sus más recónditos amores, como sus amigas más entrañables, donde queda plasmada la percepción que tenían del apóstol de la independencia. Los reclamos, las críticas, los llamados de atención por las distancias y las ausencias. Las últimas cartas son de reconocimiento a su labor patriótica. Son 46 cartas, los títulos de los versos en ambos libros fueron creados por Edmundo Aray.

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