La nueva Cuba, se anunció con un dolor de parto
el 26 de julio de 1953
El Ejército Rebelde fundado y encabezado por Fidel
fue el asumió la insurrección suprema,
en la resistencia y ofensiva
para librarse de la tiranía de Baptista.
Surgieron hitos gloriosos
con gestos de espíritu indómito
en ese pueblo hermano,
que supo luchar
por sus ideales, y principios,
como un rasgo esencial
de su carácter y de existencia épica.
En la madrugada de ese día,
combatientes, llenos de fulgor revolucionario
atacaron el cuartel.
Era un domingo de carnaval,
en que los jóvenes rebeldes
cumplían su misión.
La lucha histórica
por la independencia
y la libertad de la Patria,
en sus rostros se reflejaba
con una emoción incontenible,
de hacer realidad sus anhelos.
Se escribió una de las páginas más gloriosas
de la historia de Cuba.
Después de esta gesta fueron miles de peligros y retos
que debieron superar sus líderes audaces
y a pesar de las dificultades y altos riesgos,
nunca se rindieron.
Aunque el hecho no dio frutos inmediatos,
sirvió como motor impulsor de futuras acciones
que culminaron con el tiempo…
con el triunfo de la Revolución Cubana.
Un suceso cambió el rumbo de la nación,
Un acontecimiento dejó una huella que hasta hoy perdura.
Su grandeza transcendió las fronteras del país caribeño
e inició una nueva era en Nuestra América.
Los protagonistas del heroísmo del Moncada
no están muertos ni olvidados, ¡viven!
en el corazón de cada cubano y cubana,
en la obra eterna de la Revolución Victoriosa.