Un viejo reloj de pared, con mecanismo para anunciar la hora, uno esos relojes de los que hemos conocido, u oído hablar, que les llaman "cucu", es el punto de partida de una historia que conjuga fantasía y el hecho concreto de la cuestión social humana.
Este es el cuento "El ermitaño del reloj" (*) que escribiera la autora venezolana Teresa de la Parra (Paris 1898-Madrid 1936), hacia la década del 20 del siglo pasado.
Nuestra autora creció en el período de formación de la Venezuela moderna. Comienza a publicar en 1920, cuando contaba 31 años. Tenemos pues que la segunda década del siglo XX es el período donde hace sus experimentos literarios.
Teresa de la Parra, cuyo nombre completo es Ana Teresa Samajo Parra, es una autora venezolana conocida principalmente por sus novelas: "Ifigenia, diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba" (1924). Allí describe la Caracas de principios del siglo XX. Luego "Memorias de Mamá Blanca", donde describe la decadencia de la burguesía venezolana. Otras obras fueron editadas pos-mortem: Epistolario íntimo. (1953).Las Obras Completas fueron editadas en 1965,
El cuento lleva por título "El ermitaño del reloj", ocupa 14,5 páginas en la edición de bid & CO Editor, C. A. 2007. (**) La trama es narrada de manera sencilla y clara; sin embargo, encierra problemas fundamentales del hombre que han sido abordados por la Literatura Universal. Esto implica que estamos frente a una narración aparentemente sencilla; más trasciende el lenguaje directo y se perfil con una particularidad sin igual.
La narración esta estructurada en una secuencia lógica, progresiva, sin saltos que confundan al lector. En el primer parágrafo la autora introduce al personaje y al contexto donde se desenvuelve la trama. De manera progresiva encontramos en los primeros parágrafos los elementos que serán el centro del desarrollo y las claves del desenlace de la historia.
Como queda dicho, dos planos conforman el horizonte y el contexto de la narración. La autora crea un mundo fantástico al dotar de vida los objetos que conforman la casa de una familia tradicional de comienzos del siglo XX. Clima de fantasía que conforma un cosmos particular, vital, donde los objetos que pueblan la casa adquieren vida.
La autora construye un mundo de fantasías, creando relaciones entre los objetos de la casa que han cobrado vida. El personaje principal viene hacer el "ermitaño del reloj", que no es otra cosa que la imagen que representa el accionar del sonido de las campanas del reloj. Es un personaje cuya función lo hace estar vinculado al tiempo; hecho que le impregna de una importancia preponderante, dado la importancia que el tiempo tiene para las personas.
El elefante de cerámica nos contextualiza un mundo cuyo ámbito puede ser África, Asia, dada la aureola religiosa o de palacio que irradia en tono a si. Un loro que nos acerca la naturaleza en su más simple expresión. Un jarrón con sus adornos en relieve en cuyo centro tiene la figura de una reina de un lejano país; así mismo como al continente que pertenece. Es donde habita "la Reina de Jaba". Así pus se van sucediendo los demás objetos que habitan en dicha casa.
El otro plano esta representado por los contenidos de la cuestión humana, que como tema eje lo encontramos en la literatura Clásica Universal. La ética, la moral, la libertad, la trascendencia, temas por excelencia que abordó esa literatura. En el caso que nos ocupa, sobre un escenario de fantasía emergen los problemas vitales del hombre. Temática eterna que ocupó y ocupa el ayer y el hoy del hombre en sociedad. Esta es la temática que emerge tras un aparente cuento simple y fantasioso. La narración se trasformado en una narración con temática universal, que interpela la vida y su sentido, concreto, vital, que interpela la vida y su sentido.
Resaltamos dos aspectos cuya significación general del cuento es importante abordar para nuestra comprensión de la realidad. En primer lugar, resalta una literatura con un contenido profundamente humano que incide directamente en los problemas del hombre. Una literatura que trasciende el contexto de una "ciudad pueblerina", de un localismo regional. Una literatura que rompe el contexto político social, que se expresa en pleno proceso de la formación de la modernidad venezolana cuya expresión literaria que la expresa va por otros derroteros.
En segundo lugar, llama la atención la juventud de la autora y el carácter profundo de la obra. Por lo general, lo comúnmente que encontramos, es un autor que después de largas experiencias vitales, escribe con sentido de profundidad de la vida; aspecto éste que no encontramos en la vida juvenil. Hemos escuchado que en el ámbito de la ciencia puede encontrarse el fenómeno de la precocidad de autores; más no en el de la filosofía.
Notas:
(*) Para el lector interesado puede consultar el Blog "América en su Historia, su Literatura y su Filosofía"; donde encontrará diversos temas afines. Su dirección: americaseryliteratura.blogspot.com
(**) Narrativa de vanguardista Latinoamericana. Los mejores relatos. Selección, presentación y notas Álvaro Contreras. Bid & CO Editor, C. A. 2007. Venezuela.