Trincheras de Ideas

Cien años de Aquiles Nazoa, el Ruiseñor de Catuche

Viernes, 23/10/2020 07:23 AM

Para estar la mayoría de los habitantes de Venezuela en una inevitable cuarentena, fuimos gratamente sorprendidos por el alto volumen de actividades conmemorativas de los 100 años del insigne poeta y humorista Aquiles Nazoa, comenzando por el presidente Nicolás Maduro, quién se puso a la cabeza de los mismos en la conversión, por ejemplo, de la casa presidencial conocida inmemorialmente como "La Casona", que era la residencia de los presidentes de Venezuela, como la "Casa de la Cultura Aquiles Nazoa".

Pero aquel no fue un decreto muerto, sino que tomando la decisión se hizo entones una magnífica programación dentro de la Casona que contó con la presencia de familiares (hijos, hermanas…) de Aquiles, quiénes participaron en irrepetibles y magníficos conversatorios con el Ministro de la Cultura, Ernesto Villegas. Todos los canales de la Revolución: VTV, Canal 2, Ávila Tv, produjeron materiales sobre Aquiles Nazoa y su vida, sencillamente magníficos. Niños recitando los poemas de Aquiles, cortometrajes sobre "Un caballo que comía flores" y otros no menos bellos, hechos con pasión y amor por sus autores y respetando fielmente el concepto que concibió el poeta.

Ese 17 de mayo de 2020 fue un día especial, excepcional, el gobierno revolucionario lo declaró portador patrimonial de la cultura mediante un certificado que el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, le entregó a su familia por el centenario del poeta, celebrándose ese como el Día Nacional de la Poesía, en honor al poeta Aquiles Nazoa. Que así quedó instituido.

NO SIEMPRE SE CUMPLEN CIEN AÑOS DE EDAD

No siempre se cumplen cien años y menos figuras estelares como el poeta y revolucionario socialista Aquiles Nazoa, en tal sentido me permito sugerirle al camarada Presidente Nicolás Maduro, se debe decretar que lo que queda de este año 2020 y el próximo 2021, el año de Aquiles Nazoa, y la celebración aproveche el envión que le dio el Presidente Nicolás Maduro en los días previos al cumpleaños y los días posteriores, porque la pandemia del coronavirus le quitó espacio a las celebraciones; si se aprovechan los últimos meses del 2020 y se proyecta hacia el próximo año, eso permitirá desarrollar una política popular y gubernamental que permita rescatar con más fuerza la obra de Aquiles, por ejemplo, la publicación de sus obras completas, convertir la antigua Casona, no sólo en Casa de la Cultura sino también en el Museo de Aquiles Nazoa. Llevar a las escuelas y liceos (cuando se reinicien las clases) un programa sobre la vida y obra del poeta y que nuestros niños y jóvenes conozcan sus diversas creaciones.

Abrir un especio literario de creación múltiple, donde entren biografías, ensayos, poesía o varios géneros a la vez. No digo concurso porque después de los tres primeros premios, el resto de los que concursaron son desechados, van perderse muchos trabajos de diversa temática, igualmente ricos y valiosos. ¿De qué se trata, entonces? Sencillo. De aprovechar al máximo lo que fue la vida creadora de Aquiles y su aporte a la cultura venezolana, y extraer, poner de relieve, lo que no se ve de esa obra. Crear en la Casona, la Biblioteca ‘Aquiles Nazoa’, contentiva de los diferentes trabajos, libros, poemas o poemarios, ensayos, estudios, biografías, que sobre el poeta vayan llegando.

La editorial Fundación Biblioteca Ayacucho, a propósito del centenario, publicó el libro ‘Aquiles Nazoa, poeta enhumorado’. Edición conmemorativa, Centenario 1920/2020. La misma tiene una presentación del Presidente Nicolás Maduro, y el Prólogo del periodista Earle Herrera. El libro es un compendio de varias obras de AN y cuyo ÍNDICE contiene 4 Capítulos: POR AMOR A LA POESÍA, POR AMOR A LA CIUDAD, POR AMOR AL TEATRO, POR AMOR AL HUMOR. Debe haber una edición rústica de ese magnífico libro, una edición masiva de unos 3 millones de ejemplares para repartirlos en las Plazas Bolívar de toda Venezuela, como hizo Chávez con la inolvidable Biblioteca Popular.

Aquiles Nazoa se destacó como escritor, periodista, poeta humorista y creó, dentro de la sociedad burguesa, pacata, conservadora donde le tocó desenvolverse, una línea literaria que expresaba su origen social y fue mucho más allá, exaltó la sencillez de los seres humanos y reivindicó las cosas más pequeñas y sencillas. Su origen humilde, proletario, de la popular barriada de El Guarataro, en la caraqueñísima parroquia San Juan, lo identificó siempre, y no sólo defendió su origen humilde sino la justicia social luchando por la liberación del pueblo oprimido y sojuzgado y de Venezuela, se asumió de izquierda y consecuente con sus ideales, abrazó el ideario socialista y comunista, fue militante del Partido Comunista de Venezuela y defensor a ultranza de la Revolución Cubana y admirador del Comandante Fidel Castro, a los que dedicó un importante ensayo.

BREVE SEMBLANZA BIOGRÁFICA. NACIMIENTO Y PRIMEROS TRABAJO

Aquiles Nazoa nace en la barriada El Guarataro, parroquia San Juan, de la ciudad de Caracas, el 17 de mayo de 1920, en plena dictadura de Juan Vicente Gómez. Fueron sus padres Rafael Nazoa, jardinero de profesión, quién influirá en su hijo por el amor a la naturaleza, y Micaela González, mujer de enorme sensibilidad quien inculca en sus hijos el amor por la poesía. Su hermano fue el también laureado poeta y humorista Aníbal Nazoa.

Viviendo en la entonces pequeña parroquia San Juan, Aquiles comienza sus estudios en el Colegio "El Buen Consejo", que dirigía el padre Julián Figueroa, continuará la educación primaria en la Escuela Federal Ezequiel Zamora, centro de educación que se le cambia posteriormente el nombre por el de ‘Escuela 19 de Abril’, ubicada frente a la Plaza Capuchinos, justo a un costado donde estaba la casa donde vivían los Nazoa, convertida hoy en Casa Cultural.

La familia, de modestos recursos, atraviesa situaciones difíciles, como muchas familias proletarias, para el sostenimiento de sus integrantes, razón por la cual el año 1932 Aquiles, con apenas 12 años de edad, comienza a trabajar, apoyando con su modesto salario a los gastos de su humilde hogar. Además de comenzar a trabajar como empleado de una bodega se fue desempeñando en otros oficios, así, fue aprendiz de carpintero, se aplicó a la minería, se desempeñó como telefonista de una empresa, fue botones del Hotel caraqueño Majestic. Sus ansias por los conocimientos, el interés por el saber y su preclara inteligencia lo llevó a asumir el autodidactismo o auto aprendizaje, con empeño se propuso adquirir el conocimiento de dos idiomas, el inglés y el francés, que dominó con soltura lo que le permitió la obtención, en 1938, de un empleo en el Museo de Bellas Artes, ubicado en el parque Los Caobos, como guía de los visitantes, muchos europeos o norteamericanos.

MILITANTE COMUNISTA Y AMIGO DE LA REVOLUCIÓN CUBANA

Aquiles Nazoa se destacó como escritor, periodista, poeta humorista y creó, dentro de la sociedad burguesa, pacata, conservadora de la época donde le tocó desenvolverse, una línea literaria que expresaba su origen social y fue mucho más allá, exaltó la sencillez de los seres humanos y reivindicó las cosas más pequeñas y sencillas, que veía y percibía en el pueblo venezolano. Su origen humilde, proletario, originario de la popular barriada de El Guarataro, en la caraqueñísima parroquia San Juan, lo identificó siempre con su origen social, y no sólo defendió su origen humilde sino se hizo un luchador por la justicia social, por la liberación del pueblo oprimido y sojuzgado y de Venezuela; se asumió de izquierda, se hizo marxista, y consecuente con sus ideales revolucionarios, abrazó el ideario marxista, socialista, se hizo comunista y fue militante del Partido Comunista de Venezuela y, después de 1959, defensor a ultranza de la Revolución Cubana y admirador del Comandante Fidel Castro, a los que dedicó un importante ensayo y poemas.

LA DESTRUCCIÓN DE ‘LAS COSAS MÁS SENCILLAS’

Su voracidad por la lectura y le cepa de genuino hombre del pueblo, auto didacta, desarrolló en él una especial e irrepetible capacidad para captar, ver y recoger la esencia de lo genuinamente popular venezolano, que luego transformaba y vertía en exquisitos y gratísimos trazos y creaciones. En la década de los 50’ inaugura por el Canal 5 de la Televisora Nacional su recordado programa ‘Las cosas más sencillas’. Allí Aquiles se destacó como un maestro que imparte clases de venezolanidad a partir de los hechos cotidianos o "las cosas más sencillas’. Fue construyendo, y demostrando, la esencia de lo venezolano (y de otras partes), de nuestro sentido de pertenencia, con un lenguaje que llegaba a todos y se convirtió en un referente para millones de venezolanos. Aquellos programas fueron grabados uno a uno, hasta que un día, creo que poco tiempo después de su fallecimiento en 1976, un bárbaro adeco que mal dirigía el Canal 5, "por órdenes de arriba", ordenó borrar aquellas joyas porque "necesitaba los cassetes para otras grabaciones".

El odio de los grupos dominantes hacia el Aquiles Nazoa de izquierda, amigo de Cuba y de Fidel Castro, llegaba a aquellos extremos bárbaros y privó al país de un invalorable patrimonio cultural gráfico. Ese hecho, como era común en la Cuarta República, nunca se investigó ni los responsables recibieron castigo alguno. Aquello se quedó así, un nuevo culturicidio (no sería el único durante los gobiernos adecos), y el país y las generaciones de aquel presente y las futuras de los años por venir, fueron privadas de una de las producciones y trabajos culturales de más y mayor envergadura, el fortalecimiento de la cultura nacional popular más importantes de la primera mitad del siglo XX.

HUMORISTA COMO POCOS

Fue un humorista como pocos en el siglo XX venezolano. Quizás uno de los más descollantes de Venezuela, y formó parte de esa generación de humoristas entre los que hay que destacar a Leoncio Martínez Leo, Job Pim, Andrés Eloy Blanco, Aníbal Nazoa, entre otros. La faceta suya mejor conocida como creador, la más celebrada y siempre de grata evocación, es la de humorista, por ser quizás la de mayor divulgación y por su acento genuinamente popular; y habrá de recordársele en efecto, como una de las figuras más brillantes del humorismo venezolano en todos los tiempos. En 1941 comenzó a circular el diario "Ultimas Noticias" bajo la dirección de Pedro Beroes y Francisco Kotepa Delgado como coordinador, quienes incorporaron a Nazoa al periódico en calidad de corrector de pruebas. Fue ese el lugar, el espacio y el momento para su revelación ante el país como escritor humorista que por siempre celebraremos, pues su poesía humorística, textos creados en su casa o en la intimidad del periódico, leídos y festejados entre los trabajadores del medio, pronto ocuparon un espacio destacado en las páginas del periódico, naciendo de esa forma la sección "A Punta de Lanza", que llegaría a ser famosa, y la cual desde su origen él firmó con el pseudónimo de Lancero.

1940: CARCELAZO POR CRITICAR AUTORIDADES INDOLENTES DE PUERTO CABELLO

En 1934 comenzó a trabajar en el diario El Universal y fue enviado a Puerto Cabello como corresponsal, allí colabora en el diario El Verbo Democrático, desde donde despliega sus opiniones críticas, precisamente a través de un trabajo periodístico crítico por la indolencia de las autoridades locales para combatir y erradicar la malaria que azotaba a la población. Dichas críticas fueron rechazadas por los directivos del Concejo Municipal porteño, cuyo presidente ordenó su detención y prisión en 1940. Liberado de aquel injusto carcelazo, regresa a Caracas, pero supo cómo eran las prisiones de tradición del régimen gomecista bajo el gobierno lopecista.

AQUILES NAZOA SE CASÓ CON LA SOBRINA NIETA DEL APOSTOL CUBANO JOSÉ MARTÍ

Cabe destacar un hecho de una gran importancia en la vida de Aquiles Nazoa, su matrimonio con la hermosa dama Estrella Fernández-Viña Martí, quien era sobrina nieta de nada menos que del Apóstol y gran patriota cubano José Martí. Poco se ha dicho o escrito sobre esa relación sentimental y de un matrimonio de poca duración, debido a que la dama fallece de una penosa enfermedad al poco tiempo de estar casada. Pero no deja de llamar la atención de la presencia en Venezuela de esta dama cubana, sobrina/nieta nada más que del insigne patriota cubano, poeta y pensador, luchador anti colonialista, José Martí, y su relación sentimental con Nazoa que culminará en el matrimonio. ¿Cuándo y dónde se conocieron el poeta y la cubanita, qué tiempo duró el noviazgo. Es de suponer que esa relación se inicia durante la estancia de Aquiles en Cuba.

AUTO RETRATO POÉTICO DE AQUILES NAZOA

En el arte, en la pintura es común que el artista se plasme a sí mismo, una forma, quizás, de inmortalizarse, que perdure para la posteridad su rostro de aquel instante, eso lo vemos, por ejemplo en el extraordinario pintor holandés Vincen Van Gogh que pintó 39 autorretratos, o en el genial pintor venezolano Armando Reverón, quién igualmente pinto varios autorretratos suyos. Pero no sólo los pintores se plasman sus rostros en el lienzo, también los poetas se "pintas" así mismos en versos, donde van describiendo digamos que su fisonomía. Eso fue exactamente lo que hizo el gran Aquiles Nazoa cuando escribió el poema "Retrato de 1940". Leamos fragmentos.

Esta figura mía

de tan flaca da ganas de reír:

parece una lección de anatomía

con flux de casimir.

……..

Mis manos son dos ramas desprendidas

de un añoso ciprés;

son tan flacas, nudosas, desteñidas

que parecen dos guantes al revés.

En otro poemas titulado curiosamente: "Declaración Sumarial", de 1975, leemos:

En los tiempos de mi niñez yo deletreaba flores;

a los diez años ya dominaba perfectamente el arte de ver a algunas

gentes llorando en los jardines;

yo conocía a esa edad palmo a palmo los desolados territorios del

crepúsculo, lo mismo que los dolorosos nombres de aquellas ciudades

tan enormes y moribundas de balcones,

o sea las ruinas últimas de la tarde.

Yo era a los doce años como quien dice un técnico especialista en

ponerse uno muy sentimental cuando ve un caballo.

Solía en esa época sentarme a la orilla de un pozo que vivía en el

corral de mi casa,

allí mirando largamente el agua, sin moverme,

veía poco a poco que de mí no iba quedando sino la imagen de un

niño pensativo reflejada en el agua,

y en esa situación llegaba por ahí algún caballo sediento y se

bebía mi niñez con agua y todo.

Lo demás de este cuento es un asunto archisabido.

A los quince años fui empleado de una famosa tienda de modas,

con regocijo de todas las muchachas enamoradas que constituían la

clientela.

Yo las amaba a todas, y a escondidas

les vendí al fiado y baratísimo el arco-iris por metros

motivo por el cual fui encarcelado por apropiación indebida;

me condenaron pues a pagar en un plazo de mil años el bien ajeno

de que dispuse,

más las costas del Mar Mediterráneo.

UNA ANÉCDOTA CON AQUILES, Y UN POEMARIO QUE MURIÓ CON ÉL

Cuando regresé a Venezuela de mi estancia en Cuba (1962/1966), traje conmigo un libro de unos 50 poemas que había escrito en la Isla en esos años exilio. Yo leía mucha poesía e incluso creo recordar que hice un taller de literatura en la Universidad de La Habana y otro en la UNEAC. Fui escribiendo poemas sobre tópicos diversos: el amor, la revolución, la lucha revolucionaria, la Patria, etc., y encarpeté aquellos poemas, esperando un momento para publicarlos o darlos a conocer. Traje conmigo, entre otras modestas pertenencias, aquel poemario. Ya en Venezuela, superado el proceso de la clandestinidad que imponía la represión adeca, me comencé a vincular a círculos literarios y artísticos de Caracas, y creo que fue comenzando 1973 que conocí a Aquiles Nazoa, en la sede del Ateneo de Caracas, en Los Caobos. Él estaba dando un recital poético y un conversatorio sobre su obra, al final lo abordé y me le presente, junto a otras personas que estaban allí y quisieron saludarlo. Le planteé que tenía mucho interés en hablar con él de manera personal y en privado, entonces sacó una tarjeta de su cartera, y me la entregó, y me dijo que lo llamara para ponernos de acuerdo.

Fui a la casa del humorista y poeta, ubicada, si no me equivoco, en Vista Alegre, le expliqué el motivo de mi visita, conversamos un poco sobre sus libros y mostró sorpresa por el hecho de yo conocer bastante de su obra, le hablé luego de mi poesía y el interés que tenia que me prologara el pequeño libro, después le entregué la carpeta con el poemario. Le reiteré que me sentiría honrado si me prologara el poemario. Sacó el texto que estaba en un sobre manila y comenzó a hojearlo, leyó algunos poemas y asentaba con la cabeza, al cabo de un tiempo donde permanecí en silencio, Aquiles habló después de un rato de lectura del poemario. "Se ven interesantes tus poemas, hay cosas que me parecen novedosas", me dijo. "Dame un tiempo para leerlo con calma, llámame dentro de unas dos semanas y te doy mi respuesta definitiva, si el libro es prologable o no", concluyó. Allí finalizó el encuentro.

A las dos semanas lo llamé. "Ven a verme mañana, te tengo buenas noticias dijo. Me voy hoy para Maracay, me llevo tus poemas", dijo.

Aquello me emocionó. Fue la última vez que hablamos. Aquiles Nazoa fallece aquel día en un aparatoso accidente de tránsito en la autopista Caracas-Valencia, en zona cercana a la ciudad de Maracay, cuando su carro choca con la parte de atrás de un camión. El carro, un volkswagen, quedó destruido, Aquiles falleció en aquel fatal accidente, y con él se perdió el poemario, del cual, de paso, no tenía copia. Mi dolor fue doble. Por la pérdida de aquel hombre extraordinario, gloria de Venezuela, y por la pérdida del que iba a ser mi primer poemario. 


 

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