Cáscara Amarga 436

La poesía margulle en el quiasmo río efesoíta

Martes, 02/11/2021 01:54 AM

La poesía margulle en el quiasmo río heraclitoiano, y, esto dijera Walt Whitman, en Canto de mí mismo: "De la penumbra surgen iguales elementos contrarios." El cósmico poeta de Manhattan, que no cómico poeta, en la mitad y en el medio, en chapuzones junto a Buda y a Heráclito, en las fluviales aguas grecas, el poeta Walt Whitman, porque y en verdad, Buda y Heráclito, endenantes, creían confiados optando con santa fe por el camino medio, el medio heraclitoiano profundo, y, que endespués, resultara el medio maleoiano medular abismal, o sea, y, es que es lo mismo que decir, el sincretismo metafórico unificado, el eclecticismo metafórico unificado, la teoría holística unificada einsteiniana, el centro universal unificado teilhardiano, el medio sanpabloiano profundo. Y el poeta Walt Whitman, asina, como que si estuviera sentado en medio y entre el yin y yang, entre el ser y el no ser, en la sombría penumbra gris del lienzo blanquinegro del símbolo del tao, del símbolo de la borrosidad y el símbolo de la bandera de Corea del Sur, el poeta cantando a la ciencia, el poeta recitando a la estética, el poeta llamando a la ética, el poeta diciendo la religiosidad, el poeta clamando por la unidad de los contrarios y por la lucha antagónica ambigua en la armonía equilibrada simultánea contradictoria del filósofo de la ciudad desnuda de Éfeso, en que han de haber, a mas y a mas, de ocho millones de casos límite contradictorios complementarios congruos coordinados, como el contradictorio caliginoso concupiscente 69 cóncavo convexo cojedeño, símbolo del sexo en el canto de Whitman en Una Mujer Me Espera. Helo ahí, el porqué, y la sustantividad de la poesía margullendo en el quiasmo río efesoíta heraclitoiano. "De la penumbra surgen iguales elementos contrarios", del medio heraclitoiano profundo, del medio maleoiano abismal de todos los casos límite contradictorios caliginosos complementarios congruos coordinados de la forma ser y no ser de la literatura védica upanishad sánscrita, y, nada, ahí en el río efesoíta de Éfeso, en que nadan las contradicciones como jumo en las nubes. La poesía margulle en el quiasmo río heraclitoiano al través y en de por medio del yin y del yang, tocante en lo tangencial en que embebieran y margulleran Pitágoras Sócrates Hegel Marx Kelsen, en el Teorema, del teorema directo y del teorema indirecto, en el cuadrángulo rectángulo, en la slash diagonal contrarrecíproca ad absurdum mayéutica, en que se pararon erguidos, cuan falo fálico infalible, Andrés Bello y Bertrand Russell: Decir todo lo que se quiera decir, trae consigo decir lo que se quiera. Y, con una contradicción tal como el teorema directo y el teorema indirecto, se puede demostrar todo lo que se quiera. Ciencia y poesía, lengua y habla, letra y arma, sintagma y paradigma, geometría y álgebra, y, a mas y a más, del símbolólico yin y yang, y del contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño cóncavo convexo, encuéntranse margullendo en el quiasmo río efesoíta heraclitoiano, todas las palabras pareadas contradictorias, del somos y del no somos, del ser y del no ser, que fuera la inspiración del cósmico poeta manhattaniano, que no cómico liliputiense enano, el poeta de los poeta Walt Whitman, tanto como el cantante de los cantantes Héctor Lavoe, y, a aquel lo leo y lo releo, y a este lo escucho y lo reescucho, en el aquí y en el ahora, en este presente del hoy es siempre todavía de Antonio Machado y en el enigma enigmático Edipo de Jorge Luis Borges, que no gústale mucho a la física relativista cuántica einsteiniana, gacha ciencia y gaya ciencia, por el divorcio sostenido exclusivo aristotélico, del tercio excluso y del tercio incluso, de la ciencia y la poesía, en que, a ojos vista, de modo claro la poesía margulle y fluye en el quiasmo río heraclitoiano.

Con digresión y sin digresión, la poesía margullendo en el quiasmo río efesoíta heraclitoiano, y, esto dijera Antonio Machado, que el hoy es siempre todavía, en el aquí y en el ahora, entre proverbios y cantares: "Busca tu complementario, que marcha siempre contigo y suele ser tu contrario" No es, a mas y a más, una muestra muerta, de que Antonio Machado, que margullera en el quiasmo río efesoíta. Helo ahí, la complementariedad y la congruencia de los casos límite contradictorios caliginosos, helo ahí, el principio de la complementariedad de la radiación entre la onda y la partícula de Niels Bohr, helo ahí la armonía simultánea contradictoria heraclitoiana. Heráclito, siempre Heráclito, y su quiasmo río efesoíta, en donde han de abrevar y margullir todos los caos límite contradictorios caliginosos, y, entre otros el exceso y el defecto, el tercio excluso y el tercio incluso, complementarios y contrarios de la poesía de Antonio Machado. Diciéndole a la ciencia: "El ojo que ves/no es ojo porque tú lo veas/es ojo porque te ve."

Con divagancia y sin divagancia, la poesía margullendo en el quiasmo río efesoíta heraclitoiano, Jorge Luis Borges a Heráclito: "El río me arrebata y soy ese río. De una materia deleznable fui hecho, de misterioso tiempo. Acaso el manantial está en mí. Acaso de mi sombra surgen, fatales e ilusorios, los días." Y, Jorge Luis Borges a Edipo: "Somos Edipo y de un eterno modo la larga y triple bestia somos, todo lo que seremos y lo que hemos sido."

Con concordancia y sin concordancia, el quiasmo río de Heráclito es Borges, la sombra jorgeluisborgesiana y la penumbra whitmaniana, en el yin y en el yang, entre el ser y el no ser, entre el contradictorio 69 cojedeño, de la sombra, de la que surgen iguales elementos contrarios, esto es, los complementarios antoniomachadoianos. El tiempo de Borges, la triple bestia de Oscar Wilde, del cada momento del día, de todos los momentos de todos los días, lo que somos lo que seremos y lo que hemos sido, a mas y a más, el tiempo rector de Antonio Machado, el hoy es siempre todavía, el presente, el aquí y el ahora, el medio heraclitoiano profundo, el medio maleoiano abismal de todos los casos límite contradictorios caliginosos complementarios congruos coordinados, que margullen en el quiasmo río efesoíta. A mas y a más, el presente, el equilibrio dinámico dialéctico difuso, entre el pretérito y el porvenir, la triple bestia borgesiana en coyunda con Oscar Wilde, el aquí y el ahora, el hoy es siempre todavía de Antonio Machado, que no ha de gustar mucho a la física cuántica relativista einsteiniana. Pues, a Albert Einstein, hízole mucha falta margullir en el quiasmo río efesoíta en que margulle la poesía, para el encuentro de la teoría holística unificad del campo electromagnético y el campo gravitacional en que necesariamente, forzosamente, inevitablemente, ha de haber un medio, declarado y decretado por Aristóteles, entre el exceso y el defecto, o sea, el medio maleoiano profundo de complementariedad armónica simultánea contradictoria complementaria, tanto como el principio de la complementariedad de la radiación de Niels Bohr entre la onda y la partícula, en coyunda y apersogadas la onda y la partícula en el quiasmo río heraclitoiano, margullendo como la poesía, entre la lengua y el habla, las letras y las armas, el amor y el odio, la vida y la muerte.

Si la poesía margulle en el quiasmo río heraclitoiano. Entonces sea dicho que asina lo han mostrado Walt Whitman, Antoni Machado, Oscar Wilde y Jorge Luis Borges. Ergo vergo sea dicho que el quiasmo río efesoíta está plagado de tiempo de armonía simultánea contradictoria, y a mas y a más repleto de presente, del aquí y del ahora, del hoy es siempre todavía, en la sombría penumbra whitmaniana. Ergo vergo sea dicho que el quiasmo río heraclitoiano esta cuajado de poesía. Ergo vergo sea dicho que a la ciencia le hace falta un buen chapuzón y margullir jondo en el quiasmo rio heraclitoiano, tal como lo hiciera Hegel y Marx.












 

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