Diplomado Bolívar. El libertador no necesita que lo maquillen, tampoco Chavez. Déjenlos como fueron, eso les basta

Viernes, 14/10/2022 04:58 PM

«Observa –me dijo–, aprende, conserva en tu mente lo que has visto, dibuja a los ojos de tus semejantes el cuadro del Universo físico, del Universo moral; no escondas los secretos que el cielo te ha revelado: di la verdad a los hombres». "Mi delirio sobre el Chimborazo". Bolívar

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Me he enterado por las redes que, en distintos espacios del país, se está - no sé si lo digo con pertinencia - llevando a cabo un diplomado acerca del Libertador. Una amiga que actúa como organizadora de ese evento en mi espacio me invitó, sólo que he estado enfermo y siendo objeto de tratamiento de antibióticos intravenoso, me impidió participara. M hubiese gustado hacerlo.

Pero alguien, distinto al personaje antes mencionado, a quien no conozco, me envió en promoción de lo mismo, un texto en cual hallé elementos que me motivaron a escribir esto. Un poco lo mismo que aquello que dijo Ali Primera, según lo cual, "Bolívar no es un santo para prenderle una vela". Pues, si algo tuvo el caraqueño inmortal fue haber sido por demás humano, auténtico y, como tal, con virtudes y defectos en la proporción equilibrada. Como por ejemplo, según se cuenta, pese la narrativa muy romántica, alrededor de Manuelita Sáenz y toda la vida de Bolívar cantada con esa visión o escuela, se haya empeñado en contar lo contrario, tuvo el "defecto" muy humano, de gustarle por demás las mujeres. ¡Cuántas historias de esas hay que nadie cuenta!

Por ejemplo, se ha dicho, hablando de Miranda, que en su archivo se halló varios papeles con vellos púbicos pegados, según nota en aquellos, de damas de cortes europeas.

La misma actitud crítica asumo y seguiré asumiendo frente a Chávez, antes he escrito sobre lo que he percibido como erradas concepciones y lo seguiré haciendo. Pronto volveré a hablar de "los errores de Chávez". Y tal actitud no niega los valores de ambos personajes, sus significativos aportes y derecho a ser mirados con respeto y hasta admiración. Sólo me anima la buena intención de despertar debates constructivos.

Porque ellos, por fortuna fueron humanos y, como tales, sujetos a equivocarse y lo hicieron bastante. Ventilar sus aciertos es loable, no tanto para exaltarlos sino aprender de ellos, pero del conocer, distinguir, los errores bastante se aprende y saca ventajas. Es maravilloso el saber lo por hacer, pero también lo que no debe hacerse. Malo es ocultar los hechos o maquillarlos para ofrecer visiones erradas que conducirán a más errores. Vender a un ser humano perfecto, inmaculado, es un fraude y se corre el riesgo de reproducir los daños.

Pero también se persiste en la idea de, al idealizar al Libertador, de deformar tantos los hechos, asunto que nada falta hace, al contrario daña, de denigrar y rebajar a unos cuantos héroes de la patria que, por justificadas razones, están en el panteón nacional y no llevados allí por asuntos de ideología, oportunismo político o una coyuntura interesadamente mal interpretada. Muchos narran e interpretan los acontecimientos, no para explicarlos desde la contundencia y hasta humildad de la verdad, sino como conviene a la figura del héroe. Por ejemplo, la narrativa de los años 1813 y 14, acerca de la presencia y actuación de Boves, se nos contó por años con un montaje; de donde uno, dentro de lo épico y romántico, vio al "asturiano", como un demonio surgido de la nada o enviado del demonio mismo, el "auténtico y original" que nada tuvo que ver con los errores de los patriotas de 1811. Nadie, o casi nadie, habla de las persistentes equivocaciones estratégicas de Bolívar en esos años.

Nunca olvidaré aquella versión de los hechos relacionados con la llamada Revolución de las Reformas y las figuras del Dr. José María Vargas y Pedro Carujo. Cuando éste, el militar barcelonés alzado, hombre de una acendrada cultura, según cuentan, al presidente Vargas, un agente de Páez y de un gobierno plagado de injusticias, le dijo aquello de "el mundo es de los valientes", y la respuesta del entonces presidente, "no, el mundo es del hombre justo". Un par de frases que nos contaron y recontaron en la escuela por elevar a Vargas y minimizar a Carujo, el líder de un movimiento, llamado "Revolución de las Reformas", contra el gobierno corrupto y clasista apoyado por José Antonio Páez, ya este entregado a la clase propietaria. Porque, no es mentira que la historia suelen escribirla e imponerla a su gusto los vencedores.

Por cierto, como Dencil Romero, un excelente escritor oriental venezolano, escribió sobre el asunto, reponiendo los hechos con la verdad por delante, la justicia y grandeza que elevaba a Carujo, este servidor escribió y publicó unos cuantos años atrás, un trabajo que lleva por título "’¡A Carujo Dencil!, que se puede leer por este enlace:

https://www.aporrea.org/actualidad/a42907.html

Por Bolívar se dicen y discuten muchas pendejadas sin valor. Unos para descalificarlo y otros para construirse uno que le convenga. Y en esto, los oportunistas que tanto abundan, apelan hasta a lo mismo, con tal de pintarse de lo mejor su cuadro. Hay ahorita, parece mentira, hasta más que antes, un debate intrascendente acerca de la figura física de Bolívar. Hasta los anti bolivarianos per sé, contrarios a sus glorias, rol histórico y bellos deseos, defienden como cuestión de honor aquella figura derivada de la pintura del romanticismo que pudiera tener mucho de verdad y no; digo no, porque si algo tuvo el romanticismo, con toda su carga de influencia griega, era la tendencia a embellecer a las figuras importantes. ¿Ha visto usted cuadros de ese tiempo con reinas, princesas, reyes de feo rostro o figura? ¿Todos los santos son expuestos con la misma visión del arte griego? ¿Los feos, por serlo, nunca llegaron a ser santos o se volvieron bellos por serlo en el lienzo del pintor?

Sólo Víctor Hugo, en "Nuestra Señora de París", muestra a Quasimodo, el jorobado y feo físicamente, según los valores tradicionales, pero lleno de bondad y belleza espiritual, dentro del romanticismo.

Pero el rechazo a esa imagen de Bolívar, que pudiera ser o no pertinente, sólo obedece al odio acendrado contra Chávez, pues para ellos no es Bolívar sino el hijo de Sabaneta. Cuando digo esto, recuerdo aquel hasta infantil gesto, no exento de odio, de Ramos Allup cuando asumió la presidencia de la AN.

Pero tampoco descarto la figura puesta de moda y referencia a partir del gobierno de Chávez, pues si Bolívar fue un hijo de españoles, no es nada dudoso que el ambiente físico, geográfico en el cual él se desenvolvió por años, el sol, frío, los avatares de las guerras, asuntos alimentarios, las rigurosidades de la guerra, los esfuerzos de lo tanto que caminó sobre el planeta etc., pudieron haber cambiado su figura de muchacho de linaje de la pacífica y hasta celestial Caracas de 1810. Es evidente que los ejercicios físicos persistentes, cambian la figura de las personas, lo mismo hace el ambiente y más si los dos elementos o circunstancias se juntan,

Eso, para mí, es cosa intrascendente y poco digna de perder el tiempo discutiendo. Pero por haber usado desde unos años para acá la figura emanada del estudio ordenado por Chávez, he sido víctimas de improperios, descalificaciones y hasta evaluaciones nada respetables de quienes Bolívar nada vale y es más bien una molestia.

Por todo lo anterior, a quien de manera nada particular o personal. sino de modo azaroso, fortuito, me hizo saber del "Diplomado" sobre Bolívar y por lo que me dijo a modo de promoción, respondí lo siguiente:

Agradezco a Ud. me informe los detalles, pues es de mi interés participar en ese diplomado. No obstante, quisiera hacerle una discreta y modesta observación. No necesito decirle que soy por demás bolivariano. Esa es una de las fuentes de mi inspiración para mi trabajo intelectual en el campo del análisis histórico, que no la repetición de lo ya establecido por otros. Eso implica no deformar hechos o hacerme eco de posiciones preestablecidas por los viejos historiadores de la épica y el romanticismo, esos mismos que impusieron una muy mala y desacertada interpretación de la figura de Boves, obviando las injusticias y como tales causas de la caída de la Primera República, cometidas en la constitución de 1811, que al asturiano motivaron y dieron piso, en lo cual Bolívar no tuvo influencia alguna y, además, para éste, en ese momento, lo primordial era declarar la independencia, pues ni siquiera formó parte de ese congreso.

Observe que no intento exaltar, ni elogiar a Boves, llamado por algunos, sin ninguna insensatez, el "primer caudillo popular venezolano", sino reconocer su verdadero significado: el "caudillo" y hasta el "bandolero", en este caso - pudieran estar bien aplicados ambos calificativos - supo o mejor pudo recoger con oportunismo el descontento generado por esa Constitución que empezó por revalidad la esclavitud, una injusticia y modelo agotado, ya combatido por gente como los alzados de Coro, entre ellos Andresote y luego Gual y España. Fueron unas cuantas, decenas, según referencia de Federico Brito Figueroa, las rebeliones de esclavos, sin hablar de aquellos que, por centenares, se fugaban a las "rochelas".

Como también mal interpretaron las divergencias de los guerreros orientales, de alto valor y contribución en la independencia, tanto como que llaman, lo que muchos calificamos "la Campaña, también, Admirable" o altamente significativa conquista patriótica que significó entre los años 1813-14, la "Liberación de Oriente", simple y vulgarmente "Invasión de Chacachacare". Pese sirvió de base para la llamada "emigración a oriente", la campaña que llevará a Piar, integrante de los batallones orientales, eliminación del peligro de Boves en Urica, al triunfo en San Félix, liberación de Angostura, instauración de la Segunda Republica, el Congreso de Angostura y el inicio y desarrollo de la campaña al sur del continente.

En este sentido, recomiendo leer al historiador regional oriental, carupanero, Tavera Acosta, como a Juan Uslar, para comprender la reacción popular contra aquella constitución de 1811, la misma que ya dije, fue considerada por Bolívar como responsable de la caída de la Primera República, pero por su definición Federal. Y no está demás revisar al ingles Richard Vawell, en uno de cuyos libros, "Campañas y cruceros", hace referencia a la abundancia de ganado orejano, realengo, alzado o sin dueño en el llano y del cual, valiéndose de lo dispuesto en aquella constitución , los mantuanos se hicieron dueños.

Unos historiadores que ignoran que, esas discrepancias entre los orientales y el Libertador, que llegaron hasta más allá de de 1817, tuvieron mucho fundamento en la historia colonial. Pues por ejemplo, Cumaná, fue una provincia, antes de la creación de la Capitanía General de Venezuela, en 1877, 200 años después de iniciada la colonización, que dependía de Dominicana, según lo dispuesto por España, por lo que no tuvo vinculación política estrecha alguna con Caracas, pues esta provincia dependía del Virreinato de Santa Fe. Incluso después de creada la Capitanía, el régimen español se cuidó de mantenerlas aisladas, tanto que, unas y otras, no podían comerciar entre sí. Eran como Ud., puede comprobar en algunos documentos del Libertador, pues hasta él por esa vía lo dijo, "países" distintos. De allí viene esa rivalidad y desconfianza, lo que hoy se llamaría soberanía, nada difícil de entender y por lo que no necesito expandirme. Como decir que no se trataba de caudillos ariscos, faltos de talento y disciplina.

Eso de llamar a los guerreros orientales simples "caudillos", viene de la romántica historiografía, cuyo máximo exponente fue Eduardo Blanco en "Venezuela Heroica", una buena obra narrativa, excelente, que leí por primera vez des niño y me llenó de emociones, pero que luego en la madurez y habiendo de por medio los estudios que había en ese terreno, terminé por calificarla como una bella novela o suma de narraciones épicas, de un buen valor literario, pese la épica ya había quedado muy atrás y el romanticismo venía en decadencia.

De eso viene el calificativo desdeñoso de "Congresillo de Cariaco", que si bien, nunca me he sentido partidario de defenderlo, porque fue una respuesta localista en un momento que Bolívar está trazando planes de mayor trascendencia, nivel y gran parte del ejército patriota, dentro de él, muchos orientañles le acompañaban solidariamente, como Sucre y Anzoátegui, no me ha parecido acertado descalificar a aquellos hombres que dieron su vida por la independencia y la liberación del país. Por cierto, entre ellos estuvo el cura chileno José Cortés Madariaga, uno de los líderes, agitadores y promotores de la independencia desde 1810, cuando la renuncia de Emparan, sacerdote aquel que entregó por su vida a la independencia de Venezuela.

A mí, en la primaria, me metieron en la cabeza que, el fusilamiento de Piar estuvo justificado, dado que éste entorpecía los planes del Libertador, en un momento, sin que lo supieran, quienes intentaban sanamente ideologizarme, ellos lo estaban, pues obedecían los lineamientos de su escuela, que la la clase mantuana, esclavista y propietaria de todo, poder que le otorgó la Constitución de 1811, todavía tenia peso en el ejército patriota. Pese Piar, lo que puede comprobar si estudia el expediente relativo a su juicio, estuvo dispuesto a la orden de Bolívar, tanto que entregó su ejército, el más poderoso, organizado e identificado con su jefe, para que se le sometiese a juicio, convencido que sería exonerado de toda culpa y de las bajas acusaciones del mantuanismo. Pero, tanta fue la importancia de Piar que, la historiografía posterior, le reconoció sus méritos, puso en duda la pertinencia del fusilamiento y hasta el presidente Maduro, ha acordado incorporarlo al panteón de los héroes venezolanos. Hasta el mismo Bolívar, confesó a O`Leary que, en ese proceder, se había equivocado o lo reconoció como errado. Por algo, uno de los ideólogos del mantuanismo, Fernando Peñalver, se mostró siempre satisfecho.

Por último, le sugiero estudie en detalle la Constitución de 1811, que el propio Bolívar calificó de inapropiada en el "Manifiesto de Cartagena", sólo por lo relativo al federalismo, pues aparte de la declaración de independencia, se puede comprobar allí las terribles injusticias cometidas con los campesinos, sobre todo en el área de los llanos, con respecto a la otorgación de la propiedad, a diestra y siniestra, a los mantuanos, no sólo de las tierras "realengas", sino todo el ganado, hasta el orejano o alzado sin hierro ni propietario; es decir, casi dejó al campesino y al llanero sin modo de subsistencia. Tan grave fue aquello que causó el fenómeno casi telúrico personalizado en Boves.

Hay una historiografía anquilosada en el romanticismo que odia a Bolívar y otra que le endiosa y no le ve, como humano, en determinados momentos, equivocándose; lo que es insignificante a la hora de juzgarlo como lo que es, un héroe, patriota o mejor "Padre de la patria" y visionario, quien como dijo alguien muy importante y progresista, "miró por encima de las montañas y los siglos", pero humano al fin, no dejó de equivocarse.

Espero no haberle incomodado, no es esa mi intención; pues sólo me mueve el interés del docente formado en una escuela ajena al endiosamiento, más si eso nada falta hace para que la historia, la humanidad, descubran la verdad y en este caso, los enormes pergaminos de Bolívar. Pero también para poner en alto los méritos merecidos, ganados por los guerreros orientales, que no es sólo el Mariscal Sucre sino muchos y hasta nuestro mismo espacio, al cual se le ha negado importancia; por eso y otras cosas, el centralismo y las disposiciones del modelo capitalista que nos invadió tempranamente, bajo el soporte del negocio petrolero y las economías de puerto, dispusieron que, mientras los orientales y zulianos, producíamos la renta petrolera, esta se invertía donde disponía el Estado central, acorde con el capital local e internacional en función del modelo que diseñaron para los venezolanos.

Hasta luego, espero y agradezco me informe sobre el diplomado y perdone mi fastidiosa perorata-

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