Esta es una carta personal que está dirigida al maestro Eligio Damas, a la sazón de autor del artículo https://www.aporrea.org/regionales/a317214.html, pidiendo el rescate de la obra poética de Paco Damas Blanco –su padre y primo de Andrés Eloy Blanco-, se le ha ocurrido planteármelo, dadas mis aspiraciones a Cronista del Municipio Sucre del Estado Sucre.
Apreciado maestro Eligio Damas:
Luego de leer lo sustancial de la solicitud pública donde busca dar viabilidad al rescate de la obra literaria de Paco Damas Blanco, "[…].poeta muy productivo, pero un bohemio, de esos que escribía en papel de estraza, esos de envolver en las bodegas y sus poemas se perdían y se quedaban por allí regados, en las manos de los amigos y arrastrados por el viento […].".
El caso es este, déjeme primero darle una serie de tips sobre lo que leí en ese "Correo a Servando Marín Lista, un cronista para la Cumaná de mis bellos sueños y amores":
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Una obra poética es necesario someterla a numerosas e importantes estudios desde diversos enfoques, desde lo que se denomina la historiografía tradicional, cuerpo conformado por historiadores y cronistas, hasta la particular visión historiográfica y antropológica científica -incluye la postura epistemológica-.
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Hay que hablar del enfoque y métodos de aproximación de ese trabajo de investigación. Es hora de hacer un recorrido en busca de una plataforma cognitiva para una propuesta de esa investigación documental específica.
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Ese trabajo solicitado por usted trata de inferencias e hipótesis que apenas hace una identificación a fin de comprender los acontecimientos, acciones y decisiones.
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Falta la sistematización de los hallazgos de esta experiencia indagatoria a partir de ella misma y no según la mediación directa o indirecta de usted como investigador y solicitante.
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La casa habitacional de Paco Damas Blanco, donde existe la presunción de ser su casa natal, no es un hecho frecuente en Cumaná, ni en ninguna parte. La mayoría de los pocos temas que se abordan con ese fin son generalmente, espacios o edificios "monumentos", representativos de acentuados valores históricos o religiosos.
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En nuestro caso el protagonista es cualquier modesta casa que posea un valor vivo, basado en su sencilla pero intensa vida comunitaria. Aquí lo histórico, lo heroico, lo cívico, lo religioso en sus expresiones grandiosas o grandilocuentes, quedan subordinadas a la más rica expresión del acontecer humano: la vida cotidiana. Las dimensiones simbólicas no se traducen en monumentos, sino fundamentalmente en la expresión misma de esa comunidad.
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Como investigadores no debemos caer ni en el fácil romanticismo evocativo ni en una postura de tecnicismo soberbio que no sepa leer la sabia enseñanza que el autor nos indica con sus caracterizaciones. Es su observación de lo que sucedió lo que debemos mantener y afirmar. Por supuesto, en sus intenciones, en lo positivo; es con esta actitud que le propongo al maestro Eligio Damas:
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Investigar, sin trastocar la vida propia del autor;
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Caracterizar, sin desvirtuar valores personales del autor;
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Realzar el autor, con sencillez y respeto; estimular la cohesión colectiva y el interés común.
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El éxito de nuestro propósito radica, esencialmente, en que el solicitante "calificado" acepte estas acciones, que ellas se mimeticen en aquél. Y básicamente, que la vida comunitaria siga coherente con sus propias características.
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A modo de experiencia, le propongo la integración del autor con el entorno existente en la época, lo cual constituye el problema teórico fundamental a resolver.
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Como critica fundamental, le pregunto:
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¿Qué ha hecho para la afirmación cultural y social del autor?
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¿Leyó como investigador los deseos del autor mediante la observación de sus pautas espontáneas?
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¿Tiene sentido esta experiencia parcial, incompleta, no continuada y sin apoyo a sus necesidades más inmediatas de la investigación?
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¿Qué otro valor puede atribuírsele que el de pequeña acción bien intencionada pero enquistada, iniciada por usted, solamente para obtener, sin proponérselo en este caso, que todo siga como esta?
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El proyecto, una vez más, se movió entre usted y un técnico. El autor fue conceptualmente respetado, pero no invitado a participar activamente en la toma de decisiones, en las acciones que modificarían su vida cotidiana.
Sin estas condiciones considero, que el proyecto de investigación y su consiguiente evaluación no son válidos, sino por el contrario subjetiva y personal según la escala de valores que nos planteamos nosotros o quienes la juzguen. Y esta escala corresponde fundamentalmente a sus propios familiares del autor.
Déjame decirte, inteligente Maestro Eligio Damas, que si bien tienes razón cuando insistes en definirme como "un cronista para la Cumaná de mis bellos sueños y amores", ese concepto este bien asociado a una imagen espacial que es la que, en definitiva, yo reivindico y que usted perfectamente reconoce como parte de tus vivencias.
Y esto, mi querido Maestro Eligio Damas, no es retórica bucólica, es la vida que usted y yo hemos vivido, y vivió tu padre Paco Damas Blanco, ahora un poco impresionado por los efectos de la necesaria sistematización de información.
Pienso en definitiva Maestro Eligio Damas, que usted necesita que yo gane ese concurso de oposición al cargo de Cronista Municipal, pero como le dije, no para que aporte sus conocimientos técnicos, sino para la conquista del "pensamiento", de un conjunto de reflexiones que permitan ensamblar todo los demás aspectos del planteamiento, si es que se quiere con ellos hacer verdadera crónica de la ciudad de Cumaná.
Me encantaría ofrecerme para esa tarea pero usted sabe que todavía no puedo. Sin embargo, no dudo que podamos lograr esa "nominación" en manos de una Comisión de Arbitraje no sólo en esta inmediata tarea sino también en las futuras, que tenga como trabajo hacer esta Cumaná más vivible.
¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento¡