1783 - 2023

240 años del advenimiento del Libertador de América

Lunes, 24/07/2023 06:24 AM

Mucho se habla de este venezolano ilustre llamado Simón Bolívar, el Libertador de América, cuyo aniversario de nacimiento es hoy 24 de julio. Son 240 años de aquel día de 1783. Se formó y realizó sus numerosas hazañas en cuarenta y siete años de sacrificada vida militar y política, en un tiempo nada fácil de igualar.

En una Caracas señorial, de ambiente tranquillo y con su clima de eterna primavera, vino al mundo el venezolano que sería futuro "Libertador de América": cinco naciones en su época, varias de ellas englobadas en la Gran Colombia, constituida por Colombia (que incluía a Panamá), Ecuador y Venezuela, su patria de origen.

La casa en la que nació Bolívar, es hoy visitada por sus compatriotas, por nacionales de los países por el liberado, por latinoamericanos y por extranjeros venidos de otros continentes, atraídos por su vida y proezas.

El que fuera su hogar natal, se encuentra situado en el centro de Caracas, cerca de la Catedral, entre las esquinas muy caraqueñas de Traposos y San Jacinto.

Bolívar creció rodeado del amor y trato consentido de su familia, sus padres y hermanos. Descendiente de una familia de origen vasco y gallego, también con raíces canarias y castellanas. Los de la rama vasca, se habían establecido en Venezuela desde finales del siglo XVI, y eran pertenecientes a la aristocracia caraqueña, con numerosas posesiones y riqueza. Igualmente las otras ramas.

Sus padres fueros el Coronel Don Juan Vicente Bolívar y Ponte, y Doña Concepción Palacios y Blanco. Tenía tres hermanos: María Antonia, que era la mayor, Juana y Juan Vicente.*

Las referencias que dejó Bolívar en su correspondencia manifiestan que su infancia fue feliz, segura, rodeada de sólidos afectos y gratos recuerdos, además dentro de un ambiente que le brindó equilibrio emocional, cariño y afecto. A pesar de haber quedado huérfano a corta edad, supo remontar tan dolorosas ausencias de sus progenitores.

Era habitual en las familias de clase alta en su época enviasen a sus hijos a educarse al exterior, y Bolívar se fue a España a la edad de diez y siete años. A esa edad fue que conoció a la bella y distinguida señorita, María Teresa Rodríguez del Toro, que hasta pariente de él era. Esto aconteció en Madrid, en la casa del marqués Jerónimo de Uztáriz y Tovar. Ese encuentro y vinculación en la casa del marqués, a quien Simón Bolívar llamaba "tutor" y en cuya mansión residió por algún tiempo, tendría una influencia significativa en los próximos pasos de su vida juvenil.

La que sería su primer amor, María Teresa, era hija de Bernardo Rodríguez del Toro y Ascanio, nacido en Caracas, Venezuela, en el seno de una familia con origen en la villa canaria de Teror, y de Benita de Alayza Medrano, oriunda de Valladolid.

Tras dos años de noviazgo se casaron, y el 26 de mayo de 1802, unen sus vidas en la Iglesia madrileña de San José. Después de unos días viajan a La Coruña (en gallego A Coruña), Galicia, y el 15 de junio de 1802, partieron los recién casados del puerto de esa ciudad atlántica de una parte de sus ancestros, en del norte de la Península Ibérica, hacia Caracas, desembarcando el 12 de julio de ese mismo año en la Guaira.

Se fue la pareja a vivir en la "Casa Grande" del ingenio Bolívar en San Mateo, donde tenían tierras de cultivo. María Teresa enfermó poco después de "fiebres malignas", hoy en día identificadas indistintamente como fiebre amarilla o paludismo. El matrimonio regresó a Caracas, a su Casa del Vínculo, donde ella murió el 22 de enero de 1803. Tras ocho meses de vida matrimonial, posteriores a dos años de noviazgo, Bolívar perdía así a su venerada María Teresa.

Fue enterrada en la capilla de la Santísima Trinidad de la Catedral, donde estaban sepultados los padres de quien habría de convertirse en El Libertador.

Jamás borró Simón de su alma el recuerdo de su joven esposa, que de forma inesperada y tempranamente le fue arrebatada de sus brazos por el infortunio. Bolívar, con devoción, hace referencia a su amada esposa en muchos momentos de su vida.

Aunque el prócer tuvo amores con varias mujeres, prometió a su muerte que María Teresa sería su única esposa y así fue, porque nunca se volvió a casar y porque consagraría su vida a la lucha independentista: "La muerte de mi mujer me puso muy temprano en el camino de la política y me hizo seguir el camino de Marte en lugar de seguir el camino de Ceres", comentaría Bolívar.

Despues de la pérdida de su esposa Simón Bolívar volvería por un tiempo a Europa, donde tuvo un reencuentro transcendental con su antiguo maestro Simón Rodríguez, y un episodio que fijaría sus horizontes y la prefiguración de su destino. Sería en Roma, un 15 de agosto de 1805, cuando en compañía del maestro ascendió a la histórica colina romana del Monte Sacro, y allí juró luchar sin tregua por la libertad de su patria y que consagraría su vida a la liberación de las naciones de la América Española. Tenía tan sólo de 22 años, pero una firme determinación, de la que dejó constancia, y cumplió su cometido. Allí fue su famoso juramento del Monte Sacro con Simón Rodríguez como testigo: "¡Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!"

Este hecho, fue un reto fundamental que se puso a sí mismo para iniciar la gesta independentista y así convertir a los pueblos de América Latina y el Caribe en territorios libres, superando el despotismo y el sometimiento colonial, con una visión repúblicana y garantista de los derechos de la gente.

El Libertador Simón Bolívar, sería entonces un destacadísimo militar y político, propulsor de la independencia política y de la unión de todas las naciones de la América española bajo un sistema constitucional. Lograría cumplir su sueño de Emancipación Americana frente al imperio español, aunque ya cercano a su muerte sufrió la decepción de la desintegración de la Gran Colombia y de las luchas intestinas en Venezuela y otros países emancipados.

Contribuyó de manera decisiva a la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Lideró durante veinte años la lucha para lograr la independencia de dichas naciones. Se le conoce por ello como el "Libertador de América", además de haber sido fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y de Bolivia, que tomaría el nombre en su honor (antes conocida como Alto Perú).

El Libertador es una figura de primer orden dentro de la universalidad del mundo. Luchó con la espada y con la pluma para independizar a Nuestra América. Sus ideas de libertad las escribió en noventa y dos proclamas, además de diez mil cartas en varios idiomas. Sus ejércitos siempre cumplieron fines liberadores y nunca invadió ningún territorio para someter a su pueblo, sino que era recibido como líder de su liberación al cual se sumaban con entusiasmo las poblaciones locales.

Sobresalió entre sus contemporáneos por su talento, inteligencia, voluntad y abnegación, cualidades que puso integramente al servicio de una grande y noble empresa: la de libertad y organización de muchas naciones que hoy ven en él al Padre de la Patria, como lo es de Venezuela.

Realizó una revolución y lucha armada de gran transcendencia. Su acción militar y política abarcó seis millones de kilómetros cuadrados, entre todas las naciones liberadas, con un recorrido de 123 mil kilómetros cuadrados a caballo; diez veces más territorios que el cartaginés Aníbal retador del Imperio Romano, tres veces más que que Napoleón (conquistador de gran parte de Europa y el doble de Alejandro Magno (conquistador macedonio que dominó el Medio Oriente y zonas de Asia y África. Bolivar hizo sus campañas a caballo e incluso cruzó a pie, al frente de su Ejército Libertador, sin las provisiones esenciales, ropas, calzado y alimentos adecuados, como lo hizo en la Cordillera de los Andes, con temperaturas a bajo cero y a más de seis mil metros de altura. Cabalgó el equivalente de media vuelta a la Tierra en aras de la Libertad de América, no de su conquista sino para expulsar a los conquistadores y entregar las riendas de las patrias suramericanas a sus pueblos soberanos.

Por todo eso su imagen sigue brillando para los pueblos de América y ante toda la humanidad, alimentando ideales con la inspiración y semilla de su ejemplo.

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