Gabriela Mistral poeta chilena y martiana: a 135 años de su nacimiento

Martes, 09/04/2024 11:38 AM

Esta semana recordamos con mucho fervor y cariño a la gran poeta, fruto de la tierra latinoamericana, forjada en las escuelas y los liceos de Chile, que rindió a la tierra y los habitantes lo más hermoso de su creación y aportó sus servicios a la pedagogía, al campo de la diplomacia. En su vida se vió su tránsito por todos los caminos de su pais natal y de casi toda América, principalmente de México en donde hizo un gran aporte a la educación, como colaboradora en los planes de reforma educativa de José Vasconcelos, abogó por la apertura de centros de educación nocturna para los trabajadores, las mujeres conocieron de sus luchas por sus derechos, como Diplomática, representó dignamente a su país. Gabriela Mistral fue altamente reconocida por sus méritos como educadora y poeta. Estudió en la Escuela Normal de Copiapó (actual Universidad de Atacama) donde obtuvo el título de Profesora Normalista. Desde 1908 fue maestra en la localidad de La Cantera y después en Los Cerillos e impulsó la creación de la biblioteca ambulante. Recibió en 1945 el Premio Nobel de Literatura y el Premio Nacional de Literartura de Chile y Doctorados Honoris Causa en diversas universidades. Gabriela Mistral es el sedónimo que utiliza por primera vez en 1908 en el poema Del pasado. Su verdadero nombre es Lucila Godoy Alcayaga, quien nace el 7 de abril de 1889 en Vicuña, Provincia de Elqui, Región de Coquimbo, al norte de la capital, Santiago. Fueron sus padres, Juan Jerónimo Godoy Villanueva y Petronila Alcayaga. Fallece el 10 de enero de 1957, en Estados Unidos.

Gabriela Mistral fue una mujer de una de una gran sensibilidad humana, admás de su bella obra poética, también abogó por el bienestar de la humanidad, ya sea desde el púlpito de las Naciones Unidos en donde ocupó la representación de su país en los años cincuenta o desde el podio de las escuelas y liceos donde formaba a los niños y a los adolescentes. Se le recuerda tambén en su rol de escritora en diversos diarios de América, incluso se le conoce su vocación solidaria con los pueblos, tanto así, que su voz y su pluma vibraron con su claro mensaje por los derechos humanos, por su apoyo a Augusto C. Sandino en los años treinta. Abogaba a favor de la reforma por el bienestar de los campesinos; por los principios de la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. Su en contra de la Guerra Civil española fue militante, colocandose del lado de la República. La poesía de Gabriela Mistral se inicia con sus escritos en 1904, en «El Coquimbo», «Penumbras de La Serena» y «La Voz de Elqui de Vicuña». Obra que fue creciendo con Desolación, que se publica en Nueva York en 1922; Ternura en 1924; Lecturas para mujeres, destinadas a la enseñanza del lenguaje (1924); Tala, 1938 dedicada a los niños víctimas de la guerra civil de España; Poemas de las madres (1950); Lagar, 1954; Poema de Chile, 1967. Luego de su muerte se publicaron, Epistolario (1957), sus Recados contando a Chile (1957), Poema de Chile (1967), Lagar (1989) y Almácigo (2008)

En su magistral obra poética, Mistral hace importante mención a la influencia que tuvo en ella el gran poeta José Martí,a quien mucho admiró y de quien afirmó que fue su maestro y con la patria de Martí y con los poetas de ese país forjó grandes lazos de amistad y de quienes recibió muchos homenajes, fue una asidua visitante a esas tierras, principalmente entre los años 1922 y 1953. Mistral, en su primera visita a Cuba expresa que "En Martí me había sido anticipada Cuba, como en el viento marino se anticipan los aromas de la tierra todavía lejana". En el año 1953, año del Centenario de Martí, manifiesta la gran poeta chilena que "Martí fue mi maestro y mi guía, en él encontré el complemento de mi espíritu […] Lo leí, lo volví a leer, lo leí por tercera vez, fundí mi pensamiento con el suyo y dejé que mi alma fuese invadida toda por las ideas martianas". La autora chilena resaltó la originalidad literaria de Martí, en el tono, la sintaxis y el vocabulario. En 1934 la Secretaría de Educación de Cuba publica el ensayo de la creadora chilena y martiana, La lengua de Martí,obra antológica sobre José Martí, que ratifica la condición de martiana de la gran Gabriela Mistral, es allí donde ella dice de Martí que, "guardó a España la verdadera lealtad que le debemos, la de la lengua". Gabriela Mistral en una oportunidad sostuvo que "Es agradecimiento todo en mi amor de Martí, agradecimiento del escritor que es el Maestro americano más ostensible en mi obra, y también agradecimiento del guía de hombre terriblemente puro, que la América produjo en él,.." En una conferencia que imparte en 1938 presenta su ensayo Los versos sencillos de José Martí, allí dice que "Martí, criatura literaria completa, amaba a sus clásicos y amaba la poesía del pueblo, porque el humanismo no lo disgustó de lo popular, ni lo elemental le invalidó para lo clásico. Tenía pues, que escribir los Versos Sencillos": De ellos afirma que «parecen versos de tonada chilena, de habanera cubana, de canción de México…»

Muestra de la obra de Mistral

Futuro

El invierno rodará blanco, / sobre mi triste corazón. / Irritará la luz del día; /

me llegaré en toda canción.

Fatigará la frente el gajo / de cabellos, lacio y sutil. / ¡Y del olor de las violetas / de Junio, se podrá morir!

Mi madre ya tendrá diez palmos / de ceniza sobre la sien. / No espigará entre mis rodillas / un niño rubio como mies.

Por hurgar en las sepulturas, / no veré ni el cielo ni el trigal. / De removerlas, la locura / en mi pecho se ha de acostar.

Y como se van confundiendo / los rasgos del que he de buscar, / cuando penetre en la Luz Ancha, / no lo podré encontrar jamás.

Envío

México, te alabo / en esta garganta / porque hecha de limo / de tus ríos canta.

Paisaje de Anáhuac, / suave amor eterno, / en estas estrofas / te has hecho falerno.

Al que te ha cantado / digo bendición: / ¡por Netzahualcoyotl

y por Salomón!

El surtidor

Soy cual el surtidor abandonado / que muerto sigue oyendo su rumor.

En sus labios de piedra se ha quedado / tal como en mis entrañas el fragor.

Y creo que el destino no ha venido / su tremenda palabra a desgajar; / que nada está segado ni perdido, / que si extiendo mis brazos te he de hallar.

Soy como el surtidor enmudecido. / Ya otro en el parque erige su canción; /

pero como de sed ha enloquecido, / ¡sueña que el canto está en su corazón!

Sueña que erige hacia el azul gorjeantes / rizos de espuma. ¡Y se apagó su voz! / Sueña que el agua colma de diamantes / vivos su pecho. ¡Y lo ha vaciado Dios!

 

Decálogo del maestro

AMA. Si no puedes amar mucho, no enseñes a niños. / 2. SIMPLIFICA. Saber es simplificar sin quitar esencia. / 3. INSISTE. Repite como la naturaleza repite las especies hasta alcanzar la perfección. / 4. ENSEÑA con intención de hermosura, porque la hermosura es madre. / 5. MAESTRO, se fervoroso. Para encender lámparas basta llevar fuego en el corazón./ 6. VIVIFICA tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser. / 7. ACUERDATE de que tu oficio no es mercancía sino oficio divino. / 8. ACUERDATE. Para dar hay que tener mucho. 9. ANTES de dictar tu lección cotidiana mira a tu corazón y ve si está puro. 10. PIENSA en que Dios se ha puesto a crear el mundo de mañana.

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