La virtuosidad poética y política de Tarek William Saab
Por: Christian Román Farías Aguilar
Domingo, 19/05/2024 05:16 PM
La palabra virtuosidad se deriva del sustantivo virtud, que significa “actividad o
fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos”, por lo cual se asocia semánticamente
a lo que es la capacidad, la potencia, la ventaja y el poder hacer; y en contraposición a lo que
es la ineficacia, la incapacidad, la limitación, la impotencia.
El virtuosismo se caracteriza por varios atributos claves, como lo son la maestría,
que denota la posesión de “un profundo dominio del dominio elegido”; la precisión que se
tenga en la exactitud y predominio en la realización del trabajo; el estilo “artístico único en
sus actuaciones”; la innovación, que traspasa los límites de su arte u oficio; y
la consistencia que se caracteriza por un alto nivel de constancia en el desempeño y la
creatividad.
La virtuosidad se asocia también al concepto de pináculo, que se refiere a la habilidad
y la excelencia. Ya sea en la música, el arte o cualquier otro campo, es un testimonio de la
búsqueda incesante de la perfección y la creatividad.
El virtuosismo es muy notable y se cultiva de manera incesante, en las más destacadas
y diversas disciplinas científicas, políticas y artísticas, tales como la Música, la Pintura; la
Danza y también la Poesía y la Oratoria Política de los gobernantes, los altos funcionarios y
los intelectuales que ejercen altos cargos en el poder del Estado.
En contraposición a las virtudes, surgen y abundan las perversidades, la inmoralidad,
la falta de ética, la criminalidad y todo el pensamiento y la práctica cultural, social y política,
identificada con el mal e instrumentada desde los poderes del Capital, particularmente del
imperio norteamericano y sus subalternos de la oposición apátrida en Venezuela, contra el
liderazgo más destacado, valiente, digno, firme y categórico del proceso revolucionario
bolivariano.
En tal sentido, asumimos la inmensa fuerza del Amor, desde la perspectiva,
desarrollada en la filosofía de Erich Fromm, es decir, en sus cinco dimensiones: el amor
materno y paterno hacia los hijos; el amor fraternal entre los seres humanos en la amistad
y la solidaridad; el amor erótico entre mujer y hombre; el amor a uno mismo como
expresión de la autovaloración y autoestima; y el amor a Dios como expresión espiritual y
metafísica de reconocimiento y aceptación de su Voluntad Divina.
Es pertinente, entonces, una mirada moral y ética a esa realidad dialéctica histórica-
social-cultural, que nos permita identificar y analizar objetivamente los mecanismos de esa
doble dimensión antagónica entre las fuerzas del Bien y las fuerzas del Mal. Para ello, es
pertinente y necesario deslindar los campos con base en la lógica formal del desarrollo
humano histórico socio-cultural, aplicada por Aristóteles, que le permitió definir la ética
como la fuerza del Bien hacia donde tiende el ser humano y su desarrollo histórico
social.
Ubicado en esa perspectiva filosófica y metódica, definimos la poesía de Tarek
William Saab como una construcción estética verbal, consagrada en la inmensa fuerza
humana, natural y cósmica del Amor y el Bien; en declarada y abierta contraposición frente
al Odio y el Mal.
El poeta Tarek William Saab nació el 10 de septiembre de 1962, tres meses después
del alzamiento cívico-militar de Puerto Cabello el 2 de junio de 1962, contra el presidente
Rómulo Betancourt, quien luego dio la orden de “Disparar primero y averiguar después” con
los resultados criminales ya conocidos.
Tarek forma parte de la nueva generación de luchadores revolucionarios
correspondiente al periodo de las décadas de 1970 y 1980, durante la cual fue dirigente
estudiantil universitario (1976–1983) y se gradúa de abogado. De esa manera se convierte en
defensor de los Derechos Humanos, escritor y gran poeta, a quien el presidente Chávez lo
nombró como el «poeta de la revolución». Fue parlamentario del primer periodo del proceso
bolivariano (1999 -2004). Luego, fue gobernador del estado Anzoátegui, durante el periodo
2004-2012.
También es amigo fraterno de Cuba. Conoció y compartió relaciones de amistad y
solidaridad con el líder cubano, Fidel Castro. A partir del año 2017 comenzó a ejercer
funciones como Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela y, al mismo
tiempo, ha mantenido su constancia y laboriosidad creativa como escritor poeta y político.
Ha publicado trece (13) libros, desde 1987 hasta el presente mes de mayo de 2024. La
cronología de su obra literaria (poesía y política), es la siguiente:
Los ríos de la ira (Caracas, 1987), El Hacha de los Santos (Caracas, 1992), Príncipe de lluvia
y duelo (Caracas, 1992), Al Fatah (México, 1994), Ángel Caído Ángel (Caracas,
1998), Cielo a media asta (Argentina, 2001. Venezuela, 2003. Cuba, 2003), Cuando pasen
las carretas (Caracas, 2004), Poemas selectos (Colombia, 2005), Los niños del
infortunio (Cuba, 2006. China, 2007), Memorias de Gulan Rubani (Caracas, 2007), Un
paisaje boreal (Valencia, 2008. Caracas, 2009), Hoguera de una adolescencia
intemporal (Caracas, 2022), Discursos al pie del hemiciclo (Caracas, 2023). (Wikipedia.org.)
Si nos detenemos en los títulos de las primeras doce piezas de literatura poética y la
última de contenido político, nos encontramos con una cadena de palabras claves que
determinan los sentidos cohesionados de su universo estético verbal que ha venido
construyendo, durante ese largo periodo de luchas juveniles, políticas, sociales, culturales,
de naturaleza bolivariana, anti imperialistas y anti capitalistas.
Palabras como ríos, ira, hacha, santos, príncipe, lluvia, duelo, ángel, caída, cielo,
asta, carretas, poemas, selectos, niños, infortunio, memorias, paisaje, boreal, hoguera,
adolescencia, intemporal, discurso, hemiciclo, constituyen un universo semántico de
diversidad conceptual que se despliega como un amplio tejido intertextual en el imaginario
poético de Tarek. En ese sentido, el poeta logra construir su propio universo estético verbal.
Y efectivamente, se trata de una estética personal, construida no solo desde la simple
imaginación creadora, sensible, psíquica y emocional; sino también, y fundamentalmente,
desde su propia praxis social, política, subversiva y con conciencia histórica, que se combina,
se mezcla y se funde en lo que es su propio constructo poético.
Efectivamente, la virtuosidad del poeta funciona en unidad orgánica, como lo plantea
Gramsci, indisoluble e indestructible, con su compromiso político, anti imperialista,
socialista, bolivariano y profundamente leal al legado del comandante Chávez, a la actual
gestión del presidente Nicolás Maduro, al proyecto histórico bolivariano y al pueblo por ser
su principal protagonista como el Sujeto de la historia.
Vale decir también que la obra literaria del poeta Tarek, no es un simple y acertado
ejercicio de imaginación creadora, fantástica; tampoco es un simple ejercicio de realismo
histórico social. Se trata, entonces, de una sensible y apasionada construcción verbal llena de
eficacia estética, humana, social, política, moral y ética indisoluble.
Todo lo cual constituye, de hecho, su valioso legado a esta etapa de la poesía
venezolana y latinoamericana, siguiendo la tradición del vínculo orgánico entre la dimensión
de la realidad socio-histórica y los procesos de compromiso y creatividad literaria, en
especial, la poesía.
En tal sentido, decimos que Tarek es un luchador social, un hombre con dignidad y
decoro, un dirigente del pueblo desde su juventud rebelde, su gestión como defensor de los
derechos humanos, como diputado constituyente y protagonista de la creación de nuestra
nueva e irreductible Carta Magna de nuestra República Bolivariana de Venezuela.
La segunda nota referencial que hemos tomado de la página Wikipedia.org. se refiere
a la vida personal del poeta Tarek, en la cual destacan “su amor a la música, en especial por
artistas y bandas de habla inglesa, desde John Lennon hasta AC/DC, y por su afición al
gimnasio, lo que ha llevado a un notable cambio en su físico. Es padre de tres hijos”, entre
muchas otras virtudes.
En esa corta nota, efectivamente destacan tres cualidades: primero, su amor a la
música, que no es una cualidad excepcional; sino común y popular como lo es para todos los
seres humanos y los pueblos del planeta Tierra.
En segundo lugar, señalan su “afición al gimnasio” que, si bien no es una afición de
la totalidad de la especie, si está muy presente y se ejercita en la juventud como arte de la
autoestima y el amor corporal; y la tercera se refiere a su condición de buen padre, lo cual
reafirma sus valores éticos y morales, en esa dimensión bella y apasionada de tener nuestros
hijos, criarlos, orientarlos, educarlos, etc.
La cuarta condición que quiero agregar, es la que señaló sabiamente el revolucionario,
poeta, narrador y dramaturgo alemán Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son
buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son
muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.
Efectivamente, hoy, nuestro proceso revolucionario tiene en Tarek William Saab, un
gran hombre, poeta y revolucionario imprescindible, cuya labor está a la vista y en pleno
proceso dinámico y vital.
Pero, así como reconocemos en Tarek esa condición de imprescindible, igualmente,
extendemos nuestra mirada y abrazo fraterno y solidario a los y las poetas que también son
imprescindibles porque producen poesía desde su compromiso con la revolución liberadora,
bolivariana y socialista.
En tal sentido la virtuosidad poética de Tarek, se combina y complementa con su
virtuosidad política, jurídica y humana, a lo largo de su praxis revolucionaria desde el año
1999 hasta el sol de hoy. Primero, como diputado de la primera Asamblea Nacional del
proceso Bolivariano puesto en marcha bajo el mando presidencial del comandante Hugo
Chávez Frías, con quien Tarek estableció una sólida relación de compromiso con el pueblo
y la construcción de la nueva Patria Bolivariana.
Después fue electo gobernador del estado Anzoátegui durante dos periodos
consecutivos hasta el año 2013, cuando el comandante Chávez cambia de paisaje y se
produce el ascenso presidencial de Nicolás Maduro. Surge la crisis de la Fiscalía General de
la Republica debido a la traición y perversidad de la señora Luisa Ortega Díaz, año 2017.
En ese contexto, el presidente Nicolás Maduro promueve al poeta Tarek y
efectivamente, es designado como Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela.
Es importante destacar dos dimensiones claves de su desempeño como Fiscal General:
1. La extraordinaria batalla contra la corrupción dentro de las estructuras del Estado
venezolano, específicamente en las empresas estratégicas propiedad del Ejecutivo
Nacional (Lácteos Los Andes, PDVSA y PEQUIVEN), cuyo logro más notable es el
desmantelamiento de la banda de ladrones y criminales, encabezada por Tarek El
Aissami. De donde surgió la confrontación institucional y jurídica: Tarek Vs Tarek.
2. La gran labor de inteligencia institucional, puesta en marcha exitosamente en el
esclarecimiento de dos crímenes horrendos y de gran trascendencia en el país: el
asesinato de Carlos Lanz Rodríguez y el asesinato del extraordinario cantante Tyrone
González o Canserbero, como era más conocido, que fue asesinado a los 26 años de
edad, por la pareja de Carlos Molnar en el 2015.
Con estas referencias he querido destacar y reconocer cuatro cualidades virtuosas de
nuestro gran amigo y camarada de muchos años, Tarek William Saab:
1. El poeta creador de imágenes y sueños para recrear la estética verbal y embellecer la
vida.
2. El político revolucionario socialista y anti-imperialista.
3. El jurista defensor de los derechos humanos y eficaz administrador de la justicia.
4. El humanista sensible y noble, cultivador, propagador y promotor de la ética
aristotélica identificada plenamente con la promoción y defensa del Bien frente al
Mal.
He allí las cuatro virtudes que lo consagran como un gran luchador comprometido con su
propia realidad histórica y su destino de hombre digno y valiente.
Valencia; 13 mayo 2024