Salud Mental Decolonial y restauración colonial

Sábado, 21/09/2024 07:02 AM

Vivimos tiempos laberínticos y turbulentos de geopolítica mundial restauradora de la colonización, a través de la colonialidad como cara oculta de la modernidad capitalista globalizada y un modelo civilizatorio herido de muerte lenta, excelentemente descrito por Antonio Gramcsi, no termina de morir lo viejo: "el Imperialismo Yanqui, sus aliados europeos y burguesías nacionales de Abya Yala y el Sur Global" y de "nacer lo nuevo": un mundo multipolar libertario consensuado de igualdad, justicia e inclusión, que reduzca a su mínima expresión las desigualdades, injusticia y exclusiones globales.

En la actualidad la geopolítica de guerras de mil caras y formas que mediante lo más inhumano, su capacidad genocida de pueblos enteros, a veces directamente con intervenciones militares utilizando como "in-justificación" la libertad y la democracia, otras veces in-directamente a través de leyes extraterritoriales como la Ley Helms Burton, bloqueos financieros y comerciales a través del eufemismo de medidas coercitivas unilaterales, es la cara visible de un intento de restauración colonial a través, de una nueva colonialidad del ser especialmente de jóvenes quienes atraídos por medio de las redes sociales, lo aíslan de la realidad social real, introduciéndolos en realidades virtuales, como "seres virtuales tick tocker", con cientos y miles de seguidores irreales "seres boots" y seres reales, los alienan cosificándolos mediante la plusvalía ideológica (Ludovico Silva, 1970), convirtiendo su psique, su mente en los nuevos laboratorios de influencer de los dueños líderes del capitalismo cognitivo y los espacios virtuales, son la avanzada de los nuevos colonizadores multiplicados por mil, que cumplen la tarea ideológica de crear falsas subjetividades y conciencia.

A lo anterior se le acumula un proceso educativo que en la última década ha entrado en franco deterioro por falta de adecuadas políticas integrales que regule, supervise y controle el uso de "pantallas" en niños y adolescentes, que no tienen todavía suficiente discernimiento, para distinguir lo que es verdadero, y lo que es basura digital, lo que unido a la deficiente aprendizaje de la historia patria y la historia del mundo, crea seres vulnerables, depositarios de cualquier mentira actual o pasada, por falta de patriotismo, memoria histórica y ontología como "pueblos conquistados, colonizados y colonializados.

Es necesario desarrollar el pensar y la lectura comprensiva en todos los niveles educativos desde la escuela inicial hasta la universitaria sobre lo que es pensar y lo que significa pensar. Pensar en algo, no es lo mismo que pensar a cerca de lo significa pensar, pensar en algo es una toma de conciencia, mientras que pensar lo que significa pensar, es una reflexión que significa una autoconciencia, aunque no seamos filósofos; "…desde Heidegger sabemos que filosofar es pensar…", es urgente aprender a pensar y aprender a lo que significa pensar, para tener conciencia de clase y conciencia decololonial, sobre lo que somos y de dónde venimos, como antídoto contra la serie de amenazas imperiales y geopolíticas que como nueva avalancha restauradora de subalternizaciones e inferiorizaciones de nuestro ser, nos quieren imponer una nueva restauración colonial.

Para ello, nos sustentamos en Juan José Bautista y su obra ¿Qué significa pensar desde América Latina?, Premio Simón Bolívar al Pensamiento Crítico año 2014, en esta obra nos dice: "Con la cabeza habitualmente razonamos acerca de cualquier cosa… cuando ejercemos el pensar, pensamos solo lo que da que pensar, lo que nos detiene, nos preocupa y nos pone a meditar… lo que nos motiva y obliga a no tomar cualquier respuesta rápida o fácil…nos anuncia que detrás de lo pensado hay algo no solo complejo sino preocupante, que puede en determinado momento cuestionar no solo nuestras ideas sino hasta nuestra propia existencia". Es tomar conciencia y reflexionar para tener autoconciencia y conciencia colectiva de nuestro pasado como civilización, es senti-pensar (Escobar, 2014), no fuimos descubiertos, sino desde 1492 encubiertos, Dussel (1998).

La conquista significó genocidio, ecocidio, epistemicidio, historicidio, memoricidio de nuestros pueblos originarios, se nos impuso una lengua, una cultura y una religión, la colonización fue y es una forma de dominación directa política, social, cultural y militar de los europeos españoles y portugueses sobre la naturaleza y pueblos de Abya Yala.

Luego, desde hace 200 años, las guerras independentistas nos dieron la soberanía y libertad política, ya no era nuestro soberano el Rey de España o el Reinado de Portugal en el caso de los hermanos brasileños, sino nosotros como pueblos, pero la colonización, prosiguió como colonialidad y cara oculta de la modernidad, junto al capitalismo, como modelo civilizatorio impuesto.

Ahora, bajo forma "encubierta" de colegialidad como patrón ideológico de poder, del saber y del ser, de dominación mediante relaciones de poder, de imposición de relaciones académicas en el saber e influencia e intervención en nuestras subjetividades e intersubjetividades como "falsa conciencia", ideología para Engels, con el pensar desde Abya Yale requerimos descolonizar nuestra falsa conciencia de clase y de seres colonializados, es transitar desde una subjetividad alienada como falsa conciencia de clase y falsa conciencia colonial, a tener una conciencia de clase y una conciencia decolonial, para contrarrestar la restauración colonial de la Geopolítica hegemónica e imperialista para impedir el avance de un mundo multipolar.

Pensar en Salud Mental Decolonial, es un transitar histórico social, sembrado de sufrimiento, genocidio, etnocidio, ecocidio y epistemicidio, historicidio, memoricidio, son 532 años como pueblos conquistados, colonizados y colonializados, dominados mediante la explotación de la fuerza de trabajo / extractivismo de la naturaleza como patrón de poder político hegemónico y ahora global de relaciones de dominación/explotación/extractivismo, conflicto entorno al trabajo/capital y naturaleza/capital. Raza/Racismo: complejo de ideas, imágenes, valores, actitudes, aptitudes y praxis social que operan con base en la idea de raza, galvanizando así las relaciones entre dominadores y sometidos. Son expresión de relaciones de poder, para Ramón Grosfouguel (2006) la idea de raza y racismo son constitutivos del capitalismo global, no son un agregado supra estructural son parte de su propia constitución y funcionamiento.

En el par Sexo/Género hay una diferencia fundamental y biológica, el sexo tiene existencia biológica y su expresión intersubjetiva como género que es lo cultural. Constitución y configuración intersubjetiva cultural e intelectual a partir de la hegemonía europea occidental, así como el control de la producción y reproducción del conocimiento asociado al euro-anglo centrismo. Lo señalado hasta ahora, es parte de lo que hay detrás del significado del pensar que estamos tratando. No vamos a reiterar nuestra caracterización categorial de Salud Mental Decolonial que hemos dado a conocer en artículos recientes, publicados por este medio, solo a manera de recordatorio, enumeramos los elementos para una aproximación categorial a la Salud Mental Decolonial:

  • La Salud Mental Decolonial es una categoría biocultural histórica, no una categoría psicopatológica.

  • Se sustenta en la unidualidad originaria biocultural de lo humano

  • La Salud Mental Decolonial pertenece al ámbito de las ciencias sociales, no a las ciencias médicas. Es el encuentro entre tres grandes subjetividades Ser/Amar/Tener-Estar: que dialécticamente incluye Integración social/Resentimiento social; Felicidad/Infelicidad; Satisfacción/Insatisfacción (Alcalá Afanador, 2004)

  • La subjetividad, los vínculos senti-pensantes, el sufrimiento humano como categorías articuladoras de la Salud Mental Decolonial, que decoloniza, reconociendo, desubalternizando y desinferiorizando al nos-otros.

Reflexiones finales para evitar la restauración colonial: a) Reimpulsar el pensar y lo que significa pensar, además de la lectura comprensiva en todos los niveles educativos desde la escuela inicial hasta la universitaria; b) Revisar, rectificar y reimpulsar la convivencia comunitaria, para fortalecer vínculos y principios familiares/comunitarios: respeto al otro, a pesar de las diferencias, fomentar la colaboración, solidaridad y corresponsabilidad ciudadana; c) Formación, organización y movilización del pueblo como poder popular clasista y decolonial, para fortalecer el actuar colectivo y las acciones corresponsables, ante la crisis y conflictividad geopolítica, económica y axiológica por la que atraviesa el país; d) Potenciar estilos y modos de vida comunitarios, solidarios, corresponsables, saludables y armónicos, sustentados en la ética comunitaria, para superar las convivencias poco participativas, distópicas o francamente conflictivas, persisten en nuestras comunidades.

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