Reiteramos que desde nuestra mirada “otra”, hemos sostenido en artículos anteriores, la Salud en general y la Salud Mental Colectiva y Decolonial en particular, es el Encuentro entre las tres más grandes subjetividades de la humanidad: la Subjetividad del Ser, la Intersubjetividad del Amar y la Intersubjetividad del Tener-Estar, lo que nos permite comprender e interpretar que el Ser, es un sujeto singular que nace, reside y convive en una comunidad política en la que interactúa, se relaciona sociocomunitariamente y establece vínculos afectivos, con un colectivo intersubjetivo que es el Amar, en un territorio, que llamamos comunidad política, que crea también interelaciones con la naturaleza, con otros seres vivos u otros territorios que denominamos la subjetividad del Tener-Estar, somos seres humanos colectivos y comunitarios, que convivimos en territorios que como resultado de nuestra presencia en los mismo, hemos modificado , lo que era una naturaleza espacial y geográfica, la transformamos en territorio, no hay territorio sin pobladores.
De lo anterior se desprende que producto del encuentro, interacciones, relaciones sociales y vínculos afectivos, en el devenir de la vida, se crean situaciones de bienestar caracterizadas, por seres humanos integrados social y dignamente a la sociedad a la que pertenecen, gozan de una riqueza en calidad y cantidad de interacciones, relaciones sociales y vinculos afectivos que les generan felicidad y conviven en territorios con cartografías sociales de igualdad, justicia e inclusión que le generan satisfacción, es lo que denominamos Salud Mental Colectiva plena, la Suprema Felicidad deseada y manifestada por nuestro Libertador Simón Bolivar en el Congreso de Angostura del 15 de febrero de 1819.
Por el contrario, si como seres humanos singulares, vivimos en una sociead que no nos brinda la posibilidad de desarrollarnos y vvir con dignidad, progresivamente nos aislamos, nuestras interacciones, relaciones sociales y vínculos afectivos son insuficientes y a veces pueden ser conflictivos, además nos corresponde vivir en territorios con insuficientes y deficientes servicios públicos, característicos de cartografías sociales de desigualdad, injusticia y exclusión me convierto en un resentido social infeliz e insatisfecho, vivo con malestar, si con el tiempo persiste y se cronifica esta malestar , indudablemente conduce a enfermedades organicas y transtornos mentales y a la muerte. Desde esta concepción de la Salud Mental Colectiva, es que nos vamos a aproximar a ella, desde un “pensar distinto” de la Filosofía de la Liberación (Enrique Dussel) y un “pensar diferente” desde la Filosofía de la Disidencia (Diego Fusaro).
Desde 1492 como como pueblos originarios de Abya Yala, éramos Civilizaciones Inca, Maya, Azteca y Guaraní-Caribe, con nada que envidiarle a otras civilizaciones, fuimos Encubiertos, no “descubiertos” (Dussel, 1994), por el Conquistador español quien inició una conquista y colonización violenta, que se mantienen hasta nuestros días, mediante la Colonialidad como patrón ideológico (falsa conciencia) de dominación mediante el poder político, imposición mediante saberes euro-anglo-céntricos y de la alienación ideológica de la subjetividad, no recociéndonos, subalternizándonos e inferiorizándonos, mediante genocidios, etnicidios, epistemicidios, memoricidios, además de considerarnos seres no humanos, por no tener “alma” según el conquistador José Ginés de Sepúlveda, quien sostuvo las Controversias de Valladolid en 1550, con Fray Bartolomé de las Casas, sobre nuestra condición de animalidad por no tener “alma” y así justificar todos los “icidios” señalados líneas atrás, actualizado hoy, por si queda alguna duda, por el sionismo mundial liderados por EE. UU e Israel, con el genocidio y destrucción total del pueblo Palestino.
Hacia 1.637, el filósofo francés René Descartes, pronunció su célebre frase “cogito ergo sum” (pienso, luego existo), creando la entelequia cognoscitiva, de existir, sin corporeidad, de donde se han desprendido hasta nuestros día, una existencia ideal, objetiva, medible, generalizable a través de leyes generales de la ciencia, conocido como “modelo cartesiano y paradigma positivista de investigación”, único capaz de generar conocimiento científico, entelequia cognitiva que ha encubierto con el manto del cientificismo, el racismo, esclavitud, extractivismo y explotación, que chorreando sangre se ha impuesto a los pueblos del mundo como modelo político, económico y científico hegemónico, subalternizando, inferiorizando y no reconociendo “maneras otras” de ejercer la política, de implementar la economía y producir ciencia y conocimiento; gracias a la resistencia de los pueblos originarios aún hoy persisten, son evidencia sin lugar a dudas de “maneras otras” de hacer política, de mejorar la distribución de la riqueza y de hacer ciencia e investigación, sin sustentarse en el sufrimiento psicológico permanente y muerte de pueblos enteros.
Desde entonces ha corrido mucha agua debajo de los puentes del devenir histórico y estos laberintos de barros que hoy nos oprimen, nos vienen desde polvos históricos lejanos, pero no por ello, dejan de ser actuales y vigentes. El “cogito ergo sum” de Descartes, manejados magistralmente como ideas hegemónicas por la dialéctica idealista de Hegel, se han encargado que sigamos viviendo, percibiendo y sufriendo al “mundo al revés”, hasta que Marx y su dialéctica de contradicción de opuestos y conflictividad de la sociedad capitalista, nos puso “cabeza hacia arriba y piernas hacia abajo”, develando la realidad social conflictiva y contradictoria en la que nos corresponde vivir; con ello, despertando del pensamiento crítico desde el Abya Yala de nuestros pueblos originarios y de Nuestramérica de José Martí, abriendo esperanzas, horizontes emancipatorios y libertarios, es nuestro desafío para dejar un mundo mejor y promisorio a las generaciones por venir, que es lo que queremos despertar en los párrafos que siguen.
Tomemos el pensar, pero no el “cogito ergo sun” cartesiano, sino el “pensar distinto” de la Filosofía de la Liberación (Enrique Dussel) y el “pensar diferente” de la Filosofía de la Disidencia (Diego Fusaro), digamos de una vez, para evitar confusiones, que el “pensamiento diferente” de la Filosofía de la Disidencia, no es el “pensar diferente” del conquistador español, denunciado por el Giro Decolonial, pensamiento cuya finalidad fue y sigue siendo a través de la Colonialidad del Poder, Saber y el Ser, para imponer una cultura, una religión y un sistema económico ayer a los pueblos originarios, hoy a los pueblos del Sur Global, desprecio por culturas, saberes, religiones preexistentes, borrar no de un plumazo, sino matando, destruyendo, ocultando lenguas y saberes, extrayendo y saqueando riquezas y explotando seres humanos, basándose en una moral imperial y una misión “civilizadora” como justificación de la conquista y colonización.
El pensar distinto de la Filosofía de la Liberación (Dussel), rescata la impronta ontológica, que fuimos y somos pueblos conquistados, colonizados, aún en muchos países del Sur Global persiste una “colonización interna” (González Casanova, 1960) que prosigue hoy, mediante la colonialidad. El pensar distinto de la Filosofía de la Liberación, es un pensar desde la periferia y los oprimidos, denominados por Dussel víctimas, buscando su emancipación, es un pensamiento decolonial desde Abya Yala, que cuestiona las bases eurocéntricas del conocimiento, parte de la crítica a la colonialidad y la historia eurocéntrica, como historia universal, reivindica la historia y saberes de los pueblos oprimidos (conquistados, colonizados y colonializados). Promueve un diálogo intercultural, para comprender que las culturas “subalternizadas”, sean valoradas desde sus propias cosmovisiones. Parte de una ética de la liberación y de la dignidad humana, así como también del respeto a los “otros”, sus contextos y realidades. Critica las estructuras de poder coloniales tanto política como epistémicamente, desde una Epistemología del Sur “otra”, que busca reconstruir saberes y conocimientos ignorados, reprimidos y perseguidos por la modernidad. Propone transformaciones en las relaciones sociales y epistémicas desde las víctimas y la decolonización del saber. Es un pensamiento político que busca orientar los movimientos de liberación decoloniales de Abya Yala y Nuestramérica.
El “pensamiento diferente” de la Filosofía de la Liberación (Diego Fusaro). Es un pensar crítico alternativo, contrahegemónico y autónomo al sistema capitalista, liberase del pensamiento único, neoliberal y globalizado, rescata el pensamiento europeo para adecuarlo a la resistencia contra el imperialismo geopolítico y cultural. Valora las raíces propias de las culturas de los pueblos, para oponerla a la cultura del consumo globalizada. Fomenta una ética basada en la autonomía y dignidad humana y justicia social. Critica a la hegemonía del capitalismo globalizado y la dominación del mercado sobre la vida. Crítica al eurocentrismo, desde autores europeos. Es un pensamiento orientado hacia cambios del sistema capitalista, por un sistema que priorice los valores humanos, por sobre los valores económicos. Inspirador de la liberación europea, su mirada hacia Abya Yala y Nuestramérica, es limitada.
Indudablemente que hay coincidencias y diferencias entre el pensar distinto de la Filosofía de la Liberación y el pensar diferente de la Filosofía de la Disidencia, ello tienen que ver con la nacionalidad y el territorio de enunciación de los autores. Dussel es nuestroamericano, unos de los más grandes filósofos del planeta de la segunda mitad del siglo XX, con una prolija obra como un Sistema Filosófico, Político de la Liberación, conformado por la Filosofía de la Liberación como sustento epistémico, Política de la Liberación como una praxis social (dialéctica teoría y práctica) como acción política y estratégica en un marco de una ética de la liberación alterativa que reconoce al “otro” como su par igual, des-subalternizándolo y des-inferiorizándolo, no confundir alterativo (reconocernos en sí mismo, en el otro y el nosotros), con alternativo (opción otra). Fusaro es un joven filósofo italiano de 43 años, con una importante obra escrita también, que despunta como un promisorio filósofo de este siglo, que además se deslastra de las polaridades de derecha e izquierda, como herencia colonial y eurocéntrica de la Revolución Francesa
Cabe destacar entre las semejanzas, ambos comparten una crítica hacia el pensamiento hegemónico y buscan crear alternativas que liberen a los pueblos y sujetos colectivos e históricos de la opresión imperial geopolítica y genocida de los tiempos actuales. Dussel se enfoca en la colonialidad y en el pensamiento crítico emancipador desde Abya Yala y Nuestramérica. Fusaro se centra en el capitalismo y la globalización desde autores críticos europeos.
No debe quedarles dudas que el “pensar diferente” del conquistador y colonizador, se basa en la imposición y dominación con patrones ideológicos. Dussel y Fusaro, abogan por la liberación del pensamiento y de las estructuras de poder hegemónico. Dussel profundiza en la decolonización y el pensamiento desde Abya Yala y Nuestramérica, diferenciándose de Fusaro en su mirada y aplicación en el contexto de los pueblos oprimidos.
La próxima semana, nos aproximaremos al comportamiento colectivo de pueblos y gobiernos en la crisis geopolítica actual, que nos tienen al borde de una conflagración nuclear, por la insensatez de gobiernos y gobernantes, intereses corporativos crematísticos sionistas y la insuficiente formación, organización y capacidad de movilización y protesta de nuestros pueblos, que hacen vigente cada día más lo que ese visionario geopolítico que fue Nuestro Libertador Simón Bolívar cuando sentenció: “Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza”.