La DISIP fue una HDP, pero la DGCIM y el SEBIN son nuestros HDP

Martes, 02/07/2019 03:06 PM

Ya es imposible negar que en Venezuela se tortura y que se ha convertido en una práctica cotidiana, la represión es crónica y si protestas por la falta de gas en tu comunidad es muy posible que amparado en la impunidad un policía te dispare a la cara una carga de perdigones y te deje ciego para siempre. Mientras tanto la militancia del PSUV justifica, defiende los tenebrosos métodos del Estado y el Gobierno de Venezuela para reprimir, perseguir, acusar, sembrar evidencia y señalar a cualquiera que le sea molesto, muchos de los perseguidos de ayer ( solo envidiaban la capucha del verdugo) para aplicar tormento al detenido, al incomunicado, al maltratado. Leo unas líneas de Agustín Calzadilla y es digno de vergüenza y solo los tiempos lo salvan, aunque hoy defiende o hace apología o se va por las ramas a la hora de condenar a los nuevos verdugos. Es un apologista de los nuevos Lopez Sisco de la revolución bolivariana.

Para un militante del PSUV puede ser chavista o madurista, puede ser Soto Rojas o del chavismo "bravío" puede ser David Nieves o Julio Escalona, David Paravisini o José Vicente Rangel, etc. Todos voltearan hacia otro lado, si el torturado lo lanzan por una ventana del piso diez, ellos dirán que bajaron por las escalera y no vieron nada incriminatorio, simplemente son omisos ante sus torturados y digo "sus torturadores" ya que les pertenecen son quienes los mantienen en la nómina, quienes le brindan impunidad, quienes le obsequian el refresco si está cansado de apalear al detenido.

La DGCIM es un monstruo que fue establecido para inspirar terror y junto a la FAES lo logran y lo logran muy bien, a estos dos grupos se les apoya en el plano internacional con Fundalatin y a nivel interno con la Fiscalía y los defensores del Pueblo en las diferentes regiones que reúnen datos, recopilan información, hacen investigaciones de campo y pasan desapercibidos o como buenos samaritanos y claro desde la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y el TSJ se les brinda toda la argumentación política y legal para que sigan actuando. Los miembros de la Defensoría del Pueblo y del Fundalatin casi en su totalidad son agentes, informantes o funcionarios de los servicios de inteligencia o de la DGCIM o del SEBIN. El último eslabón de la cadena son los colectivos que actúan con el resguardo y la anuencia de la FANB.

En la Venezuela del siglo XXI se tortura y la práctica es masiva y aunque los sectores más bárbaros de la "izquierda" latinoamericana incluyendo Las Madres de La Plaza de Mayo apoyan la barbarie que ocurre en Venezuela o enmudecen ante la barbarie que aquí ocurre o acusan a los defensores de DDHH como cómplices, aunque la izquierda colombiana tan sufrida por los paramilitares o sea las AUC defiende a las AUC venezolanas o sea a los colectivos, la lucha que se lleva en las redes sociales, en las calles, en las plazas de Venezuela, en el exilio, en el destierro por conquistar una democracia con adjetivos continua, si con adjetivos: Respeto a la alimentación, a la libertad de prensa, a la libre sindicalización, a la movilización, a elecciones libres, limpias y justas, a separación de poderes, a la libertad de tránsito en el territorio nacional, el derecho a la identidad.

Notas a pie de página: Hoy sería imposible invisibiliza los asesinatos cometidos en las sedes de los aparatos de "inteligencia" venezolanos, y aun con el silencio de tantos y tantos hace ya tiempo que el mundo sabe y conoce los excesos, los crímenes, los terribles atropellos que se cometen con la anuencia, el permiso, la disposición de Miraflores y sus inquilinos. En Venezuela se resiste al oprobio y al dolor, se lucha dese dentro y desde fuera, se da la batalla contra la represión y contra la muerte. Veamos algo que es interesante: "México, reiteró su preocupación por la situación de los derechos humanos y la condiciones que se estan viviendo Venezuela." https://www.aporrea.org/ddhh/n344023.html

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