"Leales siempre traidores nunca". Nicolás Maduro
Definición de la lealtad militar según un presidente venezolano: "Los militares son fieles al presidente hasta que se alzan". Luis Herrera Campins.
El tambaleante gobierno de Nicolás Maduro acosado por una espantosa crisis económica, maniobra duro con apoyo cubano para sostenerse en el raquítico poder que azota a Venezuela, basta hacer una micro encuesta en cualquier esquina de este disminuido país para darse cuenta que el pueblo ya no lo quiere por el daño que le han causado a la esperanza de progreso y mejores oportunidades del buen vivir con dignidad. Violan y patean la constitución a como les de la gana; humillan al ciudadano, y se cagan en su dignidad; abusos y mas abusos de un gobierno delictivo como quedó demostrado este pasado 26 de julio en la populosa barriada caraqueña de la cota 905, en el enfrentamiento entre delincuentes con protección del alto gobierno, y hampones de alta peligrosidad, frente a los policías de academia del cicpc, cuerpo policial que terminó muy mal, con policías heridos, comparándolos injustamente, con el destino de todo delincuente, que siempre termina mal por situarse al margen de la ley.
Este gobierno entró en un proceso de entropía, y por lo tanto va a terminar muy mal. Y no es una predicción, es una sentencia popular que rueda por las calles, es la misma sentencia que históricamente le ha salido a los tiranos, y violadores de los derechos soberanos del pueblo en cualquier país del planeta tierra, cuando se violan los códigos democráticos: de no entregar el poder de una manera civilizada, electoral, y democrática, pasaran al basurero de la historia.
El no haber una fuerte declaración de los altos jefes de los organismos jurisdiccionales sobre este suceso de la cota 905 como lo establece la Constitución, no es otra cosa que otro zarpazo desesperado, y provocador del alicaído gobierno nacional al estado de derecho. La lucha por aniquilar a la hampa asesina la han convertido en otro viacrucis popular. Ya no les basta con el hambre, las colas, la inseguridad, la inflación más alta del mundo, sino también le escamotean a los venezolanos el derecho de vivir en paz, sin territorios dominados por la hampa asesina, como esa aberrante y hamponil concesión de los llamados: "territorios o zonas de paz". Con malandros no se puede negociar ni tener buenos modales. Con el hampa no se puede hacer política en cadena nacional. Estamos en un país en donde el apoyo de lacras privadas de libertad está demás, muy demás, asesinos que deben tener cadena perpetua por ser incorregibles ejemplo de su actuación en la cota 905. Los venezolanos están sufriendo mucho, y no es por pura casualidad el decir de cualquier niño que pide limosnas en las puertas de las panaderías de este país que su sufrimiento es: ‘por culpa del gobierno’. Cada paso de ahora en adelante que se vaya a dar, por parte de las fuerzas políticas que están llamadas a ponerle fin a este desastre debe ser muy unitario, el pellejo de todos está en riesgo, no es el destino político, de el de la derecha, o el de la izquierda: es el destino de una nación, y su pueblo que tiene el sagrado derecho de ser libre, tener calidad de vida, y ser feliz. El hampa como el totalitarismo comunista tiene sus códigos: ¡o te sometes a mis controles, o te liquido! y para demostrarte mí poder tienes que pagar vacuna en las zonas de paz, y en los puntos de control militar en ciudades y carreteras. Sino pagas te secuestro a un familiar, o te detengo el carro hasta que pagues la vacuna, ¿Qué prefieres pana, plomo o bajarte con dólares, tu decides? El mensaje a los políticos disidentes u opositores es muy claro, donde el gobierno apoyado por el hampa les manifiesta, Iris Varela dixit: ¿Vas preso o te callas? Así actúa el hampa política, y el hampa común con sus códigos de de extorsión, chantaje, amenaza, y la imposición política a la fuerza, son el calvario que le aplica a los venezolanos la nomenklatura, y sus secuaces
En esta hora tan aciaga para la patria es cuando mas se necesitan políticos, que sean verdaderos hombres de Estado, delirantes como nuestro libertador Simón Bolívar. Los políticos de vuelo corto y gallináceo está condenados al fracaso, y al repudio del ciudadano de bien, ya que muchos de ellos que por acción de cálculos, la ambición desmedida, y la omisión convalidan las acciones del gobierno , traicionando a todo un pueblo que sufre por este desastre. Hoy para el rescate de la patria se requiere de unidad entre quienes de verdad desean un cambio en Venezuela, independientemente de las diversas posiciones ideológicas. Tiene que existir una unidad auténtica y solidaria.