Ante la difusión de un comunicado en el Facebook de la organización Araña Feminista (https://www.facebook.com/groups/LaAranaFeminista/?ref=group_header), que se hace eco de acusaciones falsas contra mi persona, que me señalan -sin presunción alguna y sin soporte de pruebas- como autor de delitos de violencia contra la mujer, me veo obligado a desmentir públicamente tales acusaciones y exhortar a las compañeras a investigar y adoptar una actitud prudente sobre el caso, tomando en cuenta el debido proceso judicial, antes de llevar adelante la campaña que se viene desatando en mi contra, con consecuencias altamente dañinas para mi honorabilidad y para mis derechos. Por supuesto que solicito el ejercicio de mi derecho a réplica en el mismo espacio.
Entiendo y comparto el papel solidario que debe tener una organización de defensa de las mujeres frente a los casos de violencia de género, y también considero que la actitud adecuada debe ser la vigilancia, seguimiento y contraloría social, así como la asistencia a las presuntas víctimas. Más, no es procedente la condena a priori y el ejercicio de presiones sin conocimiento de otras versiones y testimonios que se procesan por la vía de los tribunales, ante los cuales me vengo presentando en cumplimiento de mis obligaciones y de mis responsabilidades, pero en defensa de mis derechos, mientras se desarrolla el proceso judicial de investigación, el cual hasta ahora no ha arrojado ningún tipo de evidencias en mi contra y en cuyo curso vengo aportando elementos para la demostración de haber sido víctima de una simulación de hecho punible y de otros presuntos delitos.
Por lo tanto, comprendiendo el propósito general de esta organización femenina, pero no el procedimiento impropio en mi caso particular, les propongo que reciban mi testimonio y la realización de un debate sobre el tratamiento más adecuado para este tipo de situaciones, a fin de evitar la violación de derechos de unas personas con la pretensión de defender los derechos de otras, cuando de lo que se trata es de reeducarnos y reconducir la convivencia social afectada por la estructura patriarcal y la violencia de género. Estoy dispuesto, a la par del proceso judicial en curso, a participar en discusiones sobre este tema y a demostrar mi inocencia no sólo frente a la ley sino también frente a las organizaciones sociales y populares de las que también soy parte.
En este sentido, sin dejar su actitud vigilante sobre el asunto ni lo que les compete como espacio de apoyo a las mujeres, les propongo el cese de la campaña pública en mi contra, muy lesiva e injusta para mi integridad personal, y que abramos un terreno de diálogo, mientras se desarrolla la debida investigación, evitando así una condena pública sin fundamento y sin pruebas. Ustedes saben muy bien las circunstancias y riesgos que implica el encarcelamiento de una persona por este tipo de acusaciones en nuestro país, que no pocas veces equivale a una condena a muerte. Lo que debemos buscar es la justicia y no caer en la injusticia por asumir una falsa bandera con un caso forjado.
Propongo también la participación en ese debate o discusión, de las numerosas mujeres de mi comunidad barrial, con las que comparto labores sociales comunitarias, muchas de las cuales han aportado su firma de apoyo, se solidarizaron y me apoyaron mientras se me tenía detenido y además ofrecieron sus testimonios como testigos en su calidad de vecinas con conocimiento de la falsedad de las acusaciones que se me imputan por motivos que no voy a ventilar en este escrito.
Dicho esto, me ocupare ahora de responder a algunos de los señalamientos que se me hacen en el comunicado publicado en redes sociales por integrantes de la Araña Feminista, que muestran una versión particular contradicha por elementos probatorios a mi favor que están siendo evacuados en el proceso que se me sigue bajo régimen de presentación ante un tribunal de la República.
Ahora bien, respecto a:
1) la terrible acusación que me hacen sobre el delito de violencia física -situación totalmente falsa- debo señalar que el informe médico forense practicado por el SENAMEF indicó que no hubo ningún tipo de lesiones, porque en efecto, jamás ocurrió tal hecho;
2) las supuestas amenazas de muerte y secuestro frente a su familia con el objetivo de llevarla a mi casa son versiones que no resisten una investigación toda vez que sobran los testimonios y fotografías de todos esos días en los cuales asistimos a varios eventos e instituciones;
3) en cuanto al porte de armas que me atribuyen, debo indicar que desde hace años poseo toda la documentación legal del mismo, y que fue la presunta victima la que entregó el arma a los funcionarios de la Guardia Nacional, pues, yo no la tenía;
4) debo indicar también, que, durante los días de mi injusta detención, la presunta victima y sus familiares ingresaron a mi residencia, llevándose objetos de mi pertenencia tales como accesorios del vehículo, herramientas, cámaras, y otras cosas que denuncié ante el CICPC, y que fueron encontradas algunas de ellas en la casa de la presunta víctima en el procedimiento efectuado por dicho organismo de seguridad.
Finalmente, también hago un llamado a las autoridades judiciales para que estén alertas ante las manipulaciones y presiones mal ejercidas, toda vez que el comunicado en mi contra da a entender que el sistema de justicia no cumple con los parámetros legales en mi caso, siendo todo lo contrario; pues está ajustado a derecho con las debidas garantías constitucionales y legales.
Caracas, 14 de septiembre de 2019