25 de Noviembre Día de la Erradicación de la Violencia Contra la Mujer. Recordé al ex Gobernador del Estado Táchira con ascendientes nacidos en la nación vecina, a quien sus paisanos tachirenses llaman "mazamorro", filmado en la Asamblea Nacional siendo Diputado, en ocasión de haberse acercado un grupo de parlamentarios a la Presidencia, y a su paisana Iris Valera ese troglodita le propinó un puntapié por la espalda. Historia infecunda en este video que desaparecieron del Poder Legislativo, al ganar la oposición en Diciembre 2015.
La cobertura a la represión colombiana 2019, nos trajo la bestial agresión a una mujer, la patada de un guardia en respuesta al forcejeo personal, la fémina rodó por el pavimento y quedó grabado en un celular. El acto ha sido catalogado de "legítima defensa" por el ex Presidente Alvaro Uribe, considerando que "al ESMAD no se le pega". De manera que a funcionarios del orden ni con el pétalo de una mala palabra en Colombia, pero si es Venezuela, la prensa apoya violencia opositora y bendiciones a los represores y militantes de la derecha, que se la da de afrecha aunque luego llore y cante tras cualquier reja.
Lo mejor de lo que ocurre es lo que vemos este Siglo XXI de apertura dictatorial cívico castrense, donde las acciones totalitarias de la muy falaz "democracia representativa", han echado el resto de su mísera intención y trasfondo antidemocrático al gobernar, dejando evidencia del salvajismo hecho política donde acceden al poder gobernantes obedientes a intereses mercantilistas depredadores.
Sin embargo, la propaganda del corporativismo mediático es tan influyente, que la democracia representativa disimulócrata gana comicios en países que han pasado varios años fuera de la obsecuencia al capitalismo, y que a pesar de los beneficios recibidos por sectores de menores recursos en gobiernos de izquierda, Uruguay es lo más reciente, puede más el temor al "fantasma" del comunismo. La realidad permite apreciar que por ser respetuosos de lo que se pregona, el socialismo da ejemplos de por qué no somos la barbarie de la mal llamada democracia representativa, no apelamos al terrorismo cuando se sale vencido, y menos justificamos agresiones masculinas a nuestras madres, esposas, hijas, hermanas, tías, abuelas, madrinas, compañeras de trabajo, o amigas.