Uno de los episodios más trascendentales de la Guerra civil española no se dio en un campo de batalla, sino en el Paraninfo de una Universidad, evidenciando lo que se ha reiterado acerca delpoder de las palabras y las ideas. Según diversos relatos, con algunas divergencias de lo que realmente se dijo y como se dijo, la confrontación verbal entre el General Fascista Millán Astray y el escritor, y para ese momento Rector de la Universidad de Salamanca, Don Miguel de Unamuno, asomó el advenimiento de una de las etapas más sombrías de la educación y la cultura española.
Se dice que en medio de una conferencia que abordaba la situación de España, recién a poco de haberse iniciado la guerra civil, huestes falangistas irrumpieron en el Paraninfo con Millán-Astray al frente, izaron la bandera de la falange y el General espetó a toda la concurrencia la frase que lo haría deplorablemente celebre: "¡Muera la Inteligencia! ¡viva la muerte!".
Continúan las narrativas diciendo que Unamuno sin perder la compostura y manteniendo un riguroso talante académico, replicó de manera digna con un breve discurso que, condenando el horror de la guerra, culminó con una frase célebre, que es un recordatorio y una condena perenne a la brutalidad de los que, con o a través de las armas, controlan el poder:
"Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha"
Tal acto de valentía y estoicismo, le costó al ya anciano Miguel de Unamuno, ser retirado de la universidad y quedar bajo arresto domiciliario, prácticamente hasta su muerte. Pero condenó la brutalidad de Millán Astray por la posteridad.
Y sí, en aquel momento vencieron. Y la visión de Millán Astray, que era la del falangismo, condenó a España, durante casi cuarenta años, a una educación oscurantista dirigida por esta logia, cuya función, antes que educar, era inculcar los valores más reaccionarios basados en lo más regresivo de la religión católica y orientados a la "Formación del Espíritu Nacional"[1]. En el ámbito de la cultura, por citar sólo un acto de barbarie, desaparecieron todos los Ateneos del País. No en balde, España, en medio del auge de la postguerra que experimentó Europa, se rezagó notablemente en el desarrollo de las ciencias y las artes, de modo general, de la cultura.
En la actualidad, son pocos los países – América Latina en muchos casos continúa siendo excepción- que no colocan a la educación en el centro de sus prioridades. Incluso, algunos con regímenes autoritarios asignan especial atención a su desarrollo a objeto de mantener o alcanzar supremacía global. Pero en general, es evidente la relación entre la mejora de la educación y su nivel socioeconómico. Basta revisar los resultados del último informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) (2015 -2018). Los países que presentaron los promedios más altos fueron (Singapur, China, Macao (China) estos tres cuestionadamente autoritarios, Estonia, Finlandia, Canadá, Irlanda y Polonia. En este período, los países que más avanzaron en ciencias fueron China, Macao, Polonia y Corea del Sur. Brasil y México, son los únicos de la región que mejoran, pero lejos de los primeros lugares. En matemática los que más avanzaron fueron China, Macao (China), Holanda, Singapur, Corea del Sur y Polonia. Igualmente, los únicos que mejoran en la región son México y Brasil[2]. La nota más preocupante, y triste, es que Venezuela tan siquiera aparece en el estudio, evidencia clara de la estrategia del gobierno de no suministrar información alguna sobre la situación del país.
Y tan o más triste, y preocupante, es constatar la atención y el tratamiento que se le está dando a la educación en el país. Venezuela se suicida, mejor dicho, este gobierno la liquida, permitiendo, por omisión o, quien sabe si por acción, la desintegración de su sistema educativo. Cada día se constatan renuncias masivas de maestros y profesores bien porque su salario no les alcanza tan siquiera para asistir a las escuelas o porque - aunque Ud. no lo crea – sufren de amedrentamiento de las zonas educativas. La infraestructura está por los suelos, los índices de asistencia estudiantil decrecen de manera angustiante, la calidad se torna una referencia lejana.
Ante ello, aun surgen reclamos de los gremios. La Federación Venezolana de Maestros, resiste. Aún quedan arrestos de la dignidad que inculcó el Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa. Pero ¿Cómo responde el gobierno?
El 16 de septiembre de 2019, día de inicio del año escolar, los Maestros protestaron en Caracas, por el deterioro socioeconómico. La respuesta; cordones policiales y amedrentamiento a tiros por grupos de choque (mal llamados colectivos)[3]. 12 de noviembre; paro por 72 horas, para exigir salarios dignos y denunciar la violación del contrato colectivo por parte del gobierno[4] La respuesta del gobierno: identificar a los docentes que se adhieren al paro y amenazarlos. Y, así, llegamos al 16 de enero, día del Maestro. La FVM declara que unos ¡Cien mil maestros! Han abandonado las aulas, señalando que no hay nada que celebrar, sobrando razones para protestar.
Ese día, un grupo de maestros procuró concentrarse en la Plaza Bolívar para dirigirse a protestar frente al Ministerio de Educación. En ese momento son agredidos por los "colectivos". Aparte de amedrentar a los maestros, señalan diversos medios, se les lanzó "orinas y heces"[5]. Ver la declaración de la educadora jubilada Tania Rojas, con un marcador y una pancartica en la mano denunciando la agresión no hace menos que indignar y revolver la conciencia.
Más allá del repudiable nivel de violencia ejercida contra los maestros, muchos de ellos jubilados, está el simbolismo de la agresión. Perpetrada por grupos de choque que son una versión primitiva y bárbara de las camisas negras de Mussolini, sin duda mucho más cerca de los "Tonton macoutes" del dictador de Haiti Maurice Duvalier, dejan clara la visión del gobierno sobre el tratamiento que hay que darle a la educación, a todo aquello que represente pensamiento crítico u oposición. Ese día, instrumentaron una versión de la frase de Millán Astray. Inequívocamente gritaron ¡Muera la Inteligencia! ¡Vivan las Heces!
[1] Carlos Feal. Reseña del libro: ¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte! Salamanca, 1936.
Barcelona, Planeta, 1995, 293 pp. En: https://kb.osu.edu/bitstream/handle/1811/77327/EC_V10N2_105.pdf
[2] https://elpais.com/sociedad/2019/12/03/actualidad/1575330418_629805.html
[3] https://cronica.uno/protestas-de-maestros-durante-inicio-de-clases-vislumbran-dias-tensos-entre-el-magisterio-y-el-ejecutivo/
[4] https://www.eluniversal.com/politica/55518/en-80-se-cumplio-el-paro-de-maestros-a-nivel-nacional
[5] http://www.laizquierdadiario.com.ve/AUDIO-VIDEO-Denuncian-que-presuntos-colectivos-golpearon-dispararon-y-lanzaron-orina-a-los-docentes. https://twitter.com/ReporteYa/status/1217495452435845120
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