En esta cuaresma 2020 se percibe una sensación global de inseguridad frente a la pandemia del Covid-19. Si bien los gobiernos del mundo, en el marco de la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en 1948 acuerdan en su artículo 3 que "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". Y en su artículo 25. "Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales" la reacción resulta diferente según los gobiernos.
El presidente Trump, de USA se ha referido a la pandemia como a la de un "virus chino". Mientras países de Europa, en medio de la crisis generada, tanto a nivel financiero, con las caídas de las bolsas, como en el comercio y el empleo, piden apoyo a China y a países bloqueados por medidas coercitivas unilaterales que tanto afectan a pueblos como los de Cuba y Venezuela. Medidas denunciadas ante la Corte Penal Internacional.
En este contexto, las comunidades de espiritualidad liberadora conmemoran la Pascua del profeta y mártir salvadoreño San Romero de América asesinado por un comando militar en el marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional de USA, de la Escuela de las Américas, para la cual, la orden militar superior prevalece sobre cualquier criterio ético. Lo que se apreciaba como "obediencia debida". Sea asesinar, usar bombas atómicas o bacteriológicas.
En el contexto actual de inseguridad global, resulta indispensable asumir una perspectiva ética de seguridad. Que no se circunscriba a la que asumen para sí los sectores poderosos del mundo. Pretendiendo proteger solamente sus privilegios, marginando a las mayorías. Y sin responsabilidad con los Derechos de la Madre Tierra.
San Romero, de formación conservadora, fue convertido por su pueblo y testimonios como el del sacerdote mártir Rutilio Grande. Hoy su legado espiritual sobre la seguridad, resuena con su homilía difundida por radio desde Catedral un día antes de su asesinato: "Yo quisiera hacer un llamamiento de manera especial a los hombres del Ejército y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la Policía, de los Cuarteles; son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos y ante una orden de matar que de un hombre, debe prevalecer la Ley de Dios que dice No Matar…En nombre de Dios, pues y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo, que cada día suben más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios. Cese la represión". Su legado Espiritual y su concepto de seguridad solidaria, como el vigente en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como corresponsabilidad cívico- militar en función de los derechos humanos, la paz y un desarrollo sustentable, repotencia la esperanza transformadora en el mundo. Con el verso del obispo Casaldáliga. "San Romero de América, pastor y mártir nuestro, nadie hará callar tu última homilía". (Bazarra C, Díaz M, Guerrero A, Opción y Muerte de un Profeta. Romero. Nuevo Mundo. Caracas 1980)
Edit_943.SeguridadYSanRomero.21.03.2020
Programa: "LLEGÓ LA HORA" de FUNDALATIN Nº 943 sábado 21/03/2020 transmitido por Radio Nacional de Venezuela Canal Informativo. Dial 91.1 FM y 630 AM. Los sábados de 8.00 a 8.45 AM. Registro Productor Nacional Independiente No.11610.