"Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí".
Nelson Mandela
En Margarita el día 25 de marzo del 2020, Javier Vivas Santana, fue detenido arbitrariamente y trasladado el día 28 a la sede del DGCIM de Boleíta Norte en la ciudad de Caracas, donde es sometido a constantes, aviesos, inicuos y siniestros interrogatorios. El día 04 de abril, se realizó la presentación en el tribunal de la causa otorgando el proceso de investigación. Resulta, que después de un mes de prisión-secuestro sigue injustamente incomunicado, no tiene derecho a visitas ni a llamadas telefónicas. Por lo que es innegable la desesperación de la esposa e hijo, familiares y amigos por no poder constatar su estado de salud y su correspondiente fe de vida, asi como suministrar los medicamentos para su patología.
La prisión de Javier Vivas Santana tiene para la justicia y la democracia participativa/protagónica un retroceso en derechos y libertades establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), especialmente los descritos en los artículos del 19 al 31. Ni la presunción de inocencia ni los principios del sistema procesal penal son respetados a favor de quien ha sido secuestrado y señalado en causas de índole político.
Los fiscales y los jueces parecen olvidar la obligación constitucional y legal de aplicar estos principios y más parecen rendirse a las presiones del gobierno, en un evidente intento de criminalizar la disidencia política. La necesidad de revisar las medidas cautelares modificando su "prisión preventiva" por la de "arresto domiciliario", teniendo presente, la naturaleza de los ilícitos imputados, la cuestionada legislación invocada en su contra, los dudosos medios de prueba aportados por sus aprehensores y, por supuesto, la justificación moralistas de una oficial de la FABV.
Al margen de la opinión que nos merezcan las actuaciones judiciales, tenemos razones humanitarias para cuestionar la prisión-secuestro de Javier Vivas Santana, cuyo futuro penal es incierto, pero que están cumpliendo por anticipado una pena desproporcionada sin que se hayan cometido "hechos violentos". Esta situación, demanda el llamado a todas las organizaciones de derechos humanos y recordar que el gobierno debe acatar los pactos y convenciones sobre derechos humanos suscritos y ratificados, cuyos titulares son también las personas privadas de libertad.
Si el gobierno de verdad pretende abrir un nuevo tiempo de diálogo, es necesario que Javier Vivas Santana vuelva a su hogar, no sin dejar claro que no debe haber ningún tipo de impunidad, sino otras formas menos penosas de limitar sus libertades hasta que se celebre un juicio justo. Por esta razón, invitamos a todo el pueblo venezolano a suscribir un manifiesto que reclame la puesta en libertad de Javier Vivas Santana. Los firmantes manifestaremos nuestra preocupación para que no se prolongue indefinidamente la prisión e invoquemos a razones de carácter humanitario para reivindicar su libertad.
Javier Vivas Santana es un preso político... ¡
Libertad para Javier Antonio Vivas Santana!..
La fe de vida de Javier Antonio Vivas Santana… ¡
¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento¡