…al margen de nuestras pieles sensibles

¡Libertad para el Dr. Javier Antonio Vivas Santana..!

Miércoles, 29/04/2020 11:55 PM

"… no bastaba con decir lo que pensábamos, pues ello también tiene que deducirse de nuestros actos".

Alfredo Maneiro

La página web APORREA nos muestra lo factible de establecer conexiones entre personajes y circunstancias más allá de los hechos recogidos por ella. No pretendo darle valor probado a estos lazos observados, como tampoco presentarla como una secuencia neutra y objetiva, simplemente, trato de establecer el hilo que las unió, con una razonable posibilidad de certeza:

Déjenme contarles, que desde el mismo instante de publicar mis reflexiones contenidas en mi artículo anterior, https://www.aporrea.org/ddhh/a289711.html, invitando a suscribir un manifiesto donde los firmantes invocaran la libertad del Dr. Javier Antonio Vivas Santana, generó una reacción hostil. Creo, que ésta pasión fue asumida como la expresión desbordada y romántica de un sentimiento, ella, en términos filosóficos y también lingüísticos, no fue más que la acción de parecer, contraria al efecto de hacer. No sé si la gente que circula por estos espacios de APORREA, se interesan en su lectura pues, muy pocas veces se produce eso que, la elegancia cosmopolita, llama feedback. Lo importante, fue que la razón sirvió para diferenciar, en el mundo de las ideas, el bien y el mal, lo ético y lo antiético, y también para vislumbrar el camino que lleva en una u otra dirección.

Alguien, se sintió, de alguna manera, aludido y decidió en un gesto que yo aprecio, llamarme para pedirme que no lo hiciera. Quiero decirle que no estoy convencido de que los que tienen la mente nublada por la pasión logren comprender esas diferencias, pero las entiendan o no, el peso de la realidad -esa que se juzga con la razón- es lo suficientemente contundente para decirles que ya no es aceptable la discusión sobre si el Dr. Javier Antonio Vivas Santana es un "trasnochado anticomunista", "un neoliberal embozado" o, simplemente, "un provocador populista". Ni es irremediable quedar entre estúpido o cómplice; lo que he pedido, a los que saben razonar, es que lo hagan, y no en una contienda por la razón pues ella no es producto o bien que se posea, la razón es un instrumento para interpretar hechos, para llegar a conclusiones. Esos hechos no son imperturbables, cada uno de nosotros los ve de una cierta manera.

Por eso, no se trata de que seamos lo suficientemente comprensibles, abiertos y generosos para que reconozcamos la razón en el otro. De lo que se trata en realidad es de cumplir con nuestro deber como ciudadanos y establezcamos el debate, o la conversación, ese diálogo a la cual le asigna poderes salvadores, y que seamos racionales en el análisis y asumamos conductas coherentes con ellos, pero, también las consecuencias por nuestras acciones. Sobre esto último me gusta insistir, si es que pretendemos ser responsables, pues toda acción, por más lógica y placentera que sea, genera consecuencias –por ello se inventaron los preservativos o la DGCIM-. Más aún cuando se involucra a la sociedad en su conjunto, es decir: cuando participamos en la política. A ellos, asi le disguste reconocerlo, es a su vez y de manera lícita, un ejercicio de poder y de responsabilidad y, si bien compartimos que tal cosa no implica el uso de la guerra y la destrucción del contrario, no se engañen pensando que eso se evita con otro tipo de politica, la que llaman culta. Esa no existe. A menos que se refieran a la que hacen la gente culta de este gobierno.

Discúlpenme si parezco arrogante, que ellas son tangenciales; quisiera tocar lo que me parece más sustancial de estos hostiles camaradas: el juicio sobre la publicación de una fotografía desnuda de una oficial de las FABV. Son precisos cuando señalan que allí está el nudo gordiano pero, en vez de razonar sobre este fenómeno, tratando de entenderlo, lo cual implica hurgar en las realidades de este pais, asumen un evidente desprecio por el Dr. Javier Vivas Santana. No sé si tal postura presupone que compartan la idea de que tal nudo se debe deshacer con la espada.

Esa pasión politica también se expresa con discursos llenos de eufemismos. Normalidad o ausencia de ella son dos maneras similares de obviar la discusión. Pero, ¿qué decir de la actitud de aquellos que señalando la anormalidad como excusa, se asocian, sin salpicaduras visibles, a una lucha por la destrucción del contrario, con pais y todo? Frente a estas manipulaciones reitero que el caso del Dr. Javier Antonio Vivas Santana necesita que se abra una discusión, que sin duda alguna, está en juego. Eso, al margen de nuestras pieles sensibles, es lo único que vale la pena.

El Dr. Javier Vivas Santana es un preso político. Basta de la utilización de la justicia para la persecución política, el linchamiento moral, la instigación al odio y la destrucción moral del Dr. Javier Vivas Santana.

¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento¡

 

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