Tres solicitudes constitucionales a propósito de Javier Vivas Santana

Miércoles, 27/05/2020 04:04 PM

Este escrito, está elaborado desde la pulsión del afecto que como sentir se hace transversal al campo racional, a los instrumentos que desde aquí tenemos para operar el pensamiento, no obstante ello, pretendo colocarlo sólo en el cuerpo de la amistad, y dejar allí límites que no traspasen fronteras cuya soberanía esté en el territorio de la política, la ideología y los horizontes de posibilidades que estos marcan, de modo que la pregunta que interroga en esta comunicación no busca desenlace, sino la puntualidad de tres solicitudes.

He leído en este portal la construcción opinática, desde distintas aristas del caso Javier Vivas Santana, quien como es del conocimiento público y he averiguado para este escrito, se encuentra en una situación de tribunales para una audiencia ante una denuncia que lo compromete.

Dicho esto, manifiesto conocer a Javier Vivas Santana con sus probidades y defectos, tanto uno como otro visto desde el prisma de la condición que poseo y si asumo escribir sobre este punto, es porque no me es ajeno el contexto. En varias oportunidades JVS solicitó en sus escritos que yo testificara su condición de doctor, pues fui su profesor y tutor en el convenio de la UDO-UPEL del doctorado en educación realizado en Margarita.

En esas oportunidades no lo hice, porque en esos escritos JVS, aseveraba entre otras afirmaciones, a mi parecer cargada de la especulación ideopolítica, que "habían madurista respetados" y colocaba mi nombre, claro está que para mi el madurismo no existe sino como simplonería panfletaria producida por los thinking tank gringos, (Leer mi artículo "El madurismo no pasará y el chavismo se impondrá", inmediatamente después de la muerte de Chávez, para dividir el chavismo y por esa vía dar al traste con la revolución bolivariana.

De modo que desde mi condición chavista no consideraba correcto testimoniar sobre el título del doctor JVS en sus cuestionamientos con otros articulistas y entrar en el dilema de lo que para mí es una impostura que él tiene políticamente.

De manera que este introito es necesario para que pueda entenderse el propósito de lo que el título señala como tres solicitudes constitucionales en el caso JVS.

Entre JVS y mi persona hay un giro de 180 grados de diferencia en cuanto a nuestras posiciones políticas en relación a lo que acontece en Venezuela y esta insalvable distancia de apreciación no es obstáculo ni estorbo para que solicite lo que la profesora Olys Velásquez, esposa de JVS, en carta pública ha requerido.

Como indiqué en el primer párrafo, evitaré la tentación de entrar en el terreno político que nos distancia y me voy a ceñir en el campo de los vínculos sublimes de lo que el libertador Simón Bolívar consideró un templo.

No obstante ello, supone toda comunicación un ejercicio político y una postura ante la vida, por eso, como planteaba Voltaire, recogido en el tratado de la tolerancia, "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo", aunque claramente para mí JVS no está siendo juzgado porque dice lo que dice o deje de decir lo que no dice, sino por un hecho concreto el cual no voy a ventilar para hacer las tres solicitudes.

Es del conocimiento público que JVS se encuentra recluido en la cárcel el rodeo III y requiere mantener a raya una patología que padece (Epilepsia crónica severa, así como discapacidad al tener nula visión por el ojo izquierdo), y para ello la constitución es clara en cuanto a los derechos a las personas en reclusión, allí está la primera solicitud que no es un acto de altruismo sino de exigencia de cumplimiento de la CRBV y para ello somos como ciudadano, contralores, tal cual como se desprende de la misma carta fundadora de la V República.

JVS como se ha dicho ha tenido como sitio de reclusión el DGCIM de Boleita Norte en Caracas y ahora el rodeo III en Guatire, estando distante de Nueva Esparta que es el lugar donde reside y que por lo dicho en el párrafo anterior, complica que tenga sus medicinas y visitas de familiares. Por eso la segunda solicitud es que sea trasladado a Nueva Esparta.

Entiendo que JVS está detenido por las averiguaciones desde el 25 de marzo, lo que significa que al 25 de mayo se cumplieron dos meses, esto es 60 días. Tuvo una primera audiencia el 4 de abril donde se le notifican los cargos por los cuales se le averigua y juzga, de modo que de esa fecha ha transcurrido 51 día, expresando esto que ya debe darse la audiencia para que sea juzgado de acuerdo a lo que establecen las leyes de la república. La tercera solicitud es la exigencia de realizar la audiencia.

En las conversaciones con amigos sobre el caso y en la decisión tomada de escribir al respecto, me han preguntado si también he pensado en la persona afectada, que no es sólo JVS y su prisión, sino la persona que hace la denuncia, por considerar que se le violaron sus derechos, he dicho y aseguro que sí he pensado, meditado y reflexionado y espero que se haga justicia según lo establecido en nuestras leyes, creo que la profesora Olys Velásquez lo deja claro también en su carta pública.

Mi solidaridad con la persona que considera se le violaron sus derechos por un supuesto acto de Javier Vivas Santana, (se demostrará si lo hizo o no en la audiencia), que al decir de la carta de OV, mantenía en los últimos meses un "estado acelerado de ansiedad (…) que le llevó a cometer errores; por lo que especialistas en el área psicológica, psiquiatría, sociología y médicos especializados, pueden ofrecer una opinión técnica científica". Por ello esta solidaridad no me exime que en elogio a la Razón amorosa de los revolucionarios, desde la celebración de una Razón sensible, y con la guía de grandes sentimientos de amor del revolucionario que decía el Che, es que públicamente solicito se cumpla lo que está establecido en la constitución y las leyes de la república tomando en consideración las imponderables y sui generis condiciones de JVS.

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