La humanidad lleva casi 700 años asesinando y esclavizando negros y ahora es cuando la gente se da cuenta que eso es una "injusta discriminación racial", que hay "una sola raza" y es la humana. De verdad que el Internet es poderoso, tu puede ver y sentir un acto de discriminación frente a un negro y no lo percibes como verdadero…hasta que lo ves en Youtube. Sin embargo, cuando caminas por una acera y te encuentra de frente con un negro te apartas.
Un poco esto es lo que pasa con nuestra propia indigencia y hambre, si no la vemos desde Mayami o en BBC Mundo, no creemos que exista realmente. La realidad para muchos solo existe en Internet.
Y esa realidad se denuncia como manipulable por los otros, pero se usa igual para manipular a otros; se trata de un juego de manipulaciones basado en "evidencias", en "hechos" constatables, en "testimonios" grabados, muchos de ellos inexplicables o sin sentido, porque sencillamente lo que se les ha manejado u ocultado realmente ha sido su verdadero sentido. La realidad está obligada a tener sentido para que se convierta en una verdad, y eso es lo que hay que descubrir, "develar".
Estos son los casos del asesinato de Chávez y el homicidio de George Floyd. Solo cuando la gente cobra conciencia de lo que significa asesinar a sangre fría un ser humano, de que cualquiera de nosotros puede ser asesinado de la misma manera, por las mismas motivaciones políticas, sociales o de odio, puede florecer desde el fondo de ese mierdero la verdad, pura y limpia.
Del asesinato de Chávez se podrían reunir muchas evidencias policiales, inclusive obtener confesiones y testimonios, pero lo que realmente importa de su muerte, por su propia dimensión de líder, son las motivaciones políticas que llevaron a ella. Sin ese análisis, sin esas conexiones, sin esa "sinapsis", las evidencias policiales no sirven de nada. Hay que saber las razones políticas que llevaron a la eliminación de Chávez, a envenenarlo, a contaminar su cuerpo físico y a su "cuerpo" político, estás nos darán la luz necesaria para ver detrás de la bruma lo que está pasando en el presente.
De la misma manera, la muerte de George Floyd no tiene sentido si no se pueden ver, detrás o a través de ella, las maneras de una sociedad racista, cargada de prejuicios; la hegemonía blanca, pero también la hegemonía del dinero que todo lo compra incluyendo a las personas, sin distinción de clase, raza y religión.
Denunciar la muerte de George Floyd no puede ser sólo una manera de evadir la complicidad con el sistema racista, o de consuelo oculto por estar vivo en un sistema tan violento, hay que hacer la conexión con nosotros y buscar dentro violencia, prejuicios, racismo, codicia y oportunismo, para entender cómo funciona el sistema.
En el caso de Chávez, su muerte no solo ha liberados a muchos de hacer los cambios exigidos por Chávez, de obedecer a un plan político que nunca se quiso, también los ha liberado de tener que justificarse políticamente frente a la masa – considerando la última voluntad de un "muerto en vida", eso de apoyar al autor de la mayor traición política cometida en el país en lo que va de siglo –. Nadie, ni siquiera Chávez, podía saber cuán amplia iba ser esa traición y que ésta iba ser concebida de manera tan insolente y rápida.
La verdad que cuaja de las razones que llevaron a asesinar a Chávez ha emergido sólida dentro de la traición, la investigación policial es simple carpintería la cual nos llevaría a descubrir solo a los autores materiales de una conspiración.
Condenar la muerte de George Floyd es condenar la sociedad racista, clasista, capitalista que alimenta esos métodos, los prejuicios raciales, sexistas, es condenar sus prácticas sociales en general, todo lo que esa sociedad significa en términos prácticos e ideológicos, no se puede ahora alimentar la hipocresía de los políticos y oportunistas que detestan a Trump: si Trump llegara a morir hoy, seguirán matando negros, ¡eso no cambiará hasta que cambie el alma capitalista de esa sociedad!
Igual, a Chávez lo asesinaron y nadie dentro del chavismo lo duda, pero todo el mundo, dentro de ese mismo "chavismo hipócrita" – sobre todo dentro del madurismo – es cómplice de la misma sociedad que ordenó su muerte. Condenar el asesinato de Chávez es condenar políticamente a Maduro y al madurismo de su traición, así de simple es la cosa.