Un grito de dolor por los Ing. Luven Rivera, Luis José Cardona y Aryenis Torrealba
Por: Rafael Hurtado Bravo
Miércoles, 05/08/2020 02:36 PM
Jamás pudimos imaginarnos los defensores de los DDHH que desde los sucesos de triste recordación que desencadenaron en el terrible Plan Unión y la Masacre de Cantaura, en el año 1982, fecha a partir de la cual comenzamos a organizarnos y unificarnos formalmente bajo la conducción permanente del Dr Ignacio Ramirez Romero, presidente/fundador de la Federación Nacional de Defensa de los DDHH de Venezuela (FENADDEH), que en tiempos de la 5ta República nos tocaría nuevamente "implorar" al estado omnipotente por la vigencia de los DDHH, en pleno siglo XXI.
Aún me resisto a pensar que alguna mente macabra enquistada en instituciones del estado se quiera aprovechar de la terrible pandemia que azota al mundo para deshacerse físicamente de rivales políticos y de "aliados incómodos", que por su natural condición de rebeldía revolucionaria no comparten ni toleran desviaciones ideológicas ni morales, y por tanto han alzado su voz de protesta y de denuncia ante el desfalco y la corrupción, ante lo cual nos resistimos a ser indiferentes.
Actualmente recibimos constantes denuncias de cientos de prisioneros que se encuentran incomunicados, algunos torturados, en diferentes centros de reclusión preventiva a los cuales familiares y amigos no han logrado tener acceso. Lo cual me consta porque lo viví en carne propia durante 36 horas hace unos pocos días en la GN Anaco, debido a un entarimado procesal promovido por la GN y una fiscal del MP, lo cual provocó una movilización solidaria sin precedentes en Anaco.
Si la incomunicación de prisioneros pasó a ser una política de estado que lo digan de una buena vez para saber a que atenernos. Si los centros de detención preventiva pasaron a ser teatros de operaciones de nuevo cuño que lo digan también. Si en plena vigencia de una Asamblea Nacional Constituyente (que aún no sabemos para que sirve) fueron abolidos los derechos humanos de un plumazo, que también lo digan.
Que nos informen quienes son los nuevos Martín Espinoza (torturador/violador en tiempos de la Guerra Federal a quien fusiló el propio general Ezequiel Zamora, en el mismo campo de Santa Ines); o Eloy Tarazona (cancerbero de La Rotunda, mano derecha de Juan Vicente Gómez).
Quienes son hoy los Pedro Estrada y Rafael Emigdio Pacheco? Hablando de tiempos mas recientes.
De donde provino la orden de incomunicar a los presos? Acaso el estado, y por delegación el sistema de administración de justicia se creen dueños de la vida de los prisioneros?
A que mente pervertida e ignorante de nuestra historia se le ocurrió tal barbarismo?
El país debe saber que en el calabozo de 3X3 metros de la Guardia Nacional Anaco (me resisto a llamarla bolivariana, eso hay que corregirlo con urgencia), donde para ponerse la camisa hay que sacar la mano por la reja, están detenidos y hacinados 20 ciudadanos, dos de ellos con dos títulos de ingenieros en sus haberes cada uno, esposos y padres ejemplares, profesores universitarios y cuadros revolucionarios de altos kilates, que están pagando el terrible delito de ser pobres y de no contar para el momento de su detención con la suma de 1500 dólares cada uno para comprar su inocencia y su libertad. Que aún cuando desempeñaban "altos cargos" en PDVSA GAS ANACO viven en condiciones modestas por negarse a caer en manejos irregulares de los bienes de la industria. En el caso de Luven Rivera tiene su vehículo parado durante año y medio debido a un desperfecto mecánico que por limitaciones económicas no ha podido corregir. El caso de Luis José Cardona es peor, porque las limitaciones económicas se complican con las de salud. Ha debido ser trasladado de urgencia más de 30 veces al hospital, en dos de ellas al borde la muerte por una dolencia pulmonar de vieja data. Habían demostrado suficientemente sus inocencias pero el decreto de cuarentena mandó a la administración de justicia "de vacaciones" y fueron suspendidas todas las audiencias preliminares.
QUE COSA MAS LOCA. DE QUIEN SERÍA LA GENIAL IDEA?
Y allí llevan casi 9 meses, hacinados y sin fe en la justicia ni en proceso revolucionario en el cual tanto creyeron y por el que se esforzaron. Todo por aparecer en una foto al lado de Elías Jaua (quien va con regularidad al acto por ser ex combatiente del FAS) durante el homenaje número 36* a los mártires de Cantaura, evento al cual, por cierto, quienes hoy manejan los hilos del poder antes daban la vida por asistir y montarse en la tarima para la foto.
Hoy ambos son sospechosos de estar infectados con Coronavirus ante la mirada indiferente de la justicia.
El acto homenaje a Los Mártires de Cantaura es la referencia nacional más pura de lo que debe ser un evento revolucionario. Así fue concebido hace ya casi 38 años.
De ese empeño logramos que la ex fiscal general Luisa Ortega Díaz, ordenara abrir una minuciosa investigación en la que participamos el Dr Manuel González Meyer y yo como abogados nacionales de la Asociación Cantaura Vive, que agrupa a los sobrevivientes y familiares de las víctimas de la masacre de Cantaura, que por cierto quedó adelantada en un 90% debido al trabajo tesonero de dos años, con varios autores materiales imputados y bajo detención domiciliaria debido a su avanzada edad, y algunos códigos rojos en Interpol, pero que alguna mano peluda ordenó engavetar, al igual que las investigaciones que adelantamos en la Comisión por La Justicia y La Verdad.
La última reunión que sostuvimos con la ex fiscal general Luisa Ortega Díaz, para finales del 2012, nos informó que la noche anterior se había reunido con el presidente Hugo Chávez, y él nos mandó a decir que apoyaba rotundamente los resultados de la investigación, y que no iba a meter sus manos para favorecer a ninguno de los que resultaren culpables, por muy amigos suyos que fueran.
Si alguien le puede hacer llegar este escrito al fiscal general de la república se lo sabríamos agradecer, para que investigue quien de su entorno dio la orden de congelar las investigaciones. Tal vez, digo yo, algún funcionario trasnochado y jalamecates, para procurar la impunidad a algunos funcionarios del alto gobierno, hoy día disfrazados de rojos rojitos y furibundos defensores de la "burguesía revolucionaria", pero que el 4 de octubre de 1982, siendo pilotos de la aviación militar abrieron las compuertas de los aviones OV-BRONCO y bombardearon a Cantaura, con el saldo fatal suficientemente conocido.
Mi gran dilema hoy, porque a veces me da por ser historiador, son los relatos que deberé hacer en tiempos por venir, sin duda lo haré con mucho dolor al tener que desenmascarar ante la historia a tanto disfraz.
Hace pocos años, al renunciar a un cargo que temporalmente ejercí, en la nota de renuncia y agradecimiento que dirigí a mi jefe y amigo, de esos amigos que luego de más de 30 años de lucha uno llega a querer como a un hermano, le deseé muchos éxitos, y le advertí sobre su entorno:
- No quiero verte salir de allí como a tu antecesora, por la puerta de atrás y en la parrilla de una moto. Le dije.