En los últimos años la violación de derechos humanos por parte de cuerpos policiales ha sido ampliamente registrada por la prensa, organizaciones y activista en defensa de los derechos humanos. En los primeros 6 meses del año 2020, fueron asesinadas 1.611 personas en manos de los cuerpos policiales.
El grupo especial de la Policía Nacional Bolivariano, conocido como FAES, se destaca por su letalidad, en el año 2019 ocasionaron 1231 asesinatos, mientras que en los primeros 6 meses del año 2020 ocasionaron 417. Ha resultado en un cuerpo que ha concentrado la mayor cantidad de violaciones de derechos humanos. Acusado por falsear enfrentamientos para justificar asesinatos extra-judiciales, generar miles de detenciones arbitrarias, extorsionar, intimidar e imponer el miedo a la población.
Se trata de un cuerpo policial que se rige por parámetros para-institucionales, permitiendo recurrentes y atroces asesinatos extra-judiciales, incursiones armadas y violentas en sectores populares, y la persecución -amparados en la autoritaria Ley Contra El Odio- a quienes se expresan críticamente o protestan contra el gobierno nacional. Se trata de un cuerpo policial que le permite a sus integrantes "resolverse" con el robo y la extorsión de quienes son perseguidos, funcionando para extraer una renta criminal a partir del uso de la fuerza y responder exclusivamente a la lealtad política hacia el gobierno, abandonando todo principio institucional para plegarse a los intereses partidista.
El Estado venezolano a sido cómplice de las acciones que este grupo realiza diariamente, sin que haya la más mínima voluntad política para impedir la violación de derechos humanos, más bien, ha fortalecido la capacidad militar de esta organización al mismo tiempo que le ha permitido un régimen de impunidad. El FAES también ha sido acusado por violar sistemáticamente los derechos humanos por la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien a su vez pidió su eliminación.
Acusamos al Estado venezolano de promover la actuación de grupos armados para-institucionales bajo la creación del FAES, abriendo un capítulo en nuestra historia al para-militarismo como política de Estado. Tanto la Fiscalía, como la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de Interior y Justicia, los cuerpos policiales y militares, y el ejecutivo nacional han mantenido un silencio cómplice frente a las violaciones sistemáticas de derechos humanos del FAES, e incluso han justificado y defendido las actuaciones de este cuerpo policial. Al mismo tiempo que el resto de cuerpos policiales y militares también ha formado parte de una política de seguridad del Estado regida por la violencia policial-militar para controlar la población.
Desde la campaña #RompamosElSilencio convocamos a las organizaciones y activistas por los derechos humanos a sumar voces para exigirle al Estado venezolano la disolución inmediata del FAES y la judicialización de las violaciones contra los derechos humanos por parte de los organismos policiales y militares. Exigimos que se investiguen todas las acciones que este cuerpo policial haya realizado con resoluciones letales, que se revise la acreditación de sus miembros y las detenciones arbitrarias sin autorización judicial. Todas las fuerzas policiales deben pasar por una auditoría y una revisión general que acabe con el abuso y la violencia policial. En Venezuela también nos levantamos contra la violencia policial y la violencia de Estado.
Unamos nuestras voces en un Tuitazo el Jueves 17 de Septiembre, las 5:00PM con las etiquetas #DisuelvanElFaes y #FaesTerrorismoDeEstado para seguir articulando nuestras luchas en defensa de la vida.
Campaña #RompamosElSilencio
@iniciativaRS