En defensa de mis derechos y en denuncia de lo que he visto en prisión

Carta pública de un secuestrado político, preso por la "Ley del Odio", al Fiscal General de la República

Viernes, 18/09/2020 05:10 PM

CARTA PÚBLICA AL FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA:

DR. TAREK WILLIAM SAAB.

Desde el centro de reclusión de la Coordinación Policial El Tigre, el ex diputado del Consejo Legislativo de Anzoátegui y precursor de la Fundación Socialista de Integración del Sur (FUNDISUR), Juan Giovani Urbaneja Hernández, quien se encuentra detenido desde el 20 de agosto de 2020, y sentenciado a privativa de libertad desde el 27 de agosto del mismo año, bajo la aplicación de la "Ley Contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia" (aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente, y publicada en Gaceta Oficial Nº 41.274, del el 8 de noviembre de 2017), conocida como la "Ley Contra el Odio", hace llegar al portal de Aporrea, con la intención de que la misma sea publicada. una carta pública dirigida al Fiscal General de la República Tarek William Saab.

Es importante precisar que ni el imputado Giovani Urbaneja, ni su abogado defensor Adrián Moreno, piensan reconocer la acusación referida, ya que ambos sostienen que no existe ningún delito de odio, sino más bien la aplicación del libre derecho a ejercer la contraloría social frente a presuntos hechos de corrupción, tanto públicamente como por las instituciones responsables del Estado, como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. A parte de que, al contrario de sentir odio, Giovani Urbaneja ha expresado, reiterativament,e que lo que él siente y manifiesta es una gran fe en Venezuela y en Dios, amor por el pueblo venezolano y perdón a quienes lo mantienen privado de su libertad, que a su vez coinciden en ser los mismos actores que el año pasado atentaron contra su vida, y sobre los cuales se realizó una denuncia correspondiente.

 

CARTA PUBLICA

DE: UN SECUESTRADO POLITICO

PARA: FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA, DR. TAREK WILLIAM SAAB

SU DESPACHO.-

 

Ciudadano poeta de la revolución y defensor de los Derechos Humanos, hoy Fiscal General de la República:

Recuerdo las palabras del presidente Chávez, cuando usted fue gobernador del Estado Anzoátegui, y en la oportunidad en que logré salir como diputado al Consejo Legislativo por el circuito de El Tigre.

En dicha oportunidad lo acompañé y trabajamos duro para lograr la victoria por todo el Estado, donde sus habitantes, para ese entonces, fueron dignificados, por haber sido ésta, una gestión que apoyó mucho al pueblo, como por ejemplo, en su ciudad natal, El Tigre, en la que hasta ahora, nadie puede desdecir ni cuestionar, la trayectoria y el trabajo digno de un ciudadano extranjero como lo fue su padre, Nemer Saab, por esta ciudad.

Le pido disculpas por relucir parte de algo positivo que es una realidad; realidad que nadie puede ocultar, como la del 11 de abril del 2002, día en el que un grupo de fascistas lo secuestraron en su casa y lo privaron de su libertad; situación que preocupó no sólo a su familia, sino también a quienes hemos venido desempeñando una labor como dirigentes y luchadores sociales, defensores de los derechos humanos.

Estas expresiones, las hacemos conscientes y con claridad, porque hoy es mi familia y mi persona, la que está pasando por una situación como esa que usted vivió el 11 de abril del 2002; ya que esos mismos fascistas que actuaron en su contra, donde algunos camuflados estaban conspirando y fueron parte de esa acción en contra del presidente Chávez y el pueblo, hoy son los mismos actores que me señalan por un supuesto delito en el que alegan que "incito al odio"; pero este General seguramente sí actuó con amor el día del golpe del 11 de abril, por eso fue interpelado en la Asamblea Nacional de ese entonces; y no lo dice un ciudadano común y corriente, lo manifiesta el mismo General García Carneiro, que lo reseña un libro titulado "Chávez Nuestro", pero como goza de ese perdón, este General golpista, hoy nos persigue, empleando sus mismos métodos, tan iguales como los que vivió y aplicó en la Cuarta República, persiguiendo y secuestrando a los dirigentes sociales revolucionarios, hasta aplicando la pena de muerte, para silenciar a algunos ciudadanos, como en este caso particular, en el que estoy siendo víctima de violación de los derechos humanos; no sólo hoy, sino en el año 2019, cuando fui víctima de un intento de asesinato al ejercer mi derecho a la libertad de expresión a través de un medio de comunicación radial en el municipio San José de Guanipa; caso que fue denunciado públicamente y por ante la Fiscalía del Ministerio Público, conociendo del mismo, el abogado, Jairo Gil Alfaro, Fiscal 7mo MP, el cual fue engavetado.

Pero, lo más triste es que estos mismos sujetos, aquel que fungió como sicario y aquel que operó como el determinador, hoy me señalan diciendo que los "odio" y que estoy incitando al pueblo a odiarlos; cuando realmente han sido ellos, que han discriminado, vejado y maltratado a todo aquel que lucha por la defensa de los Derechos Humanos de una sociedad olvidada; cuando han sido ellos, los que me dieron una paliza en plena emisora radial, causándome lesiones, con la pérdida de un ojo y problemas auditivos. Pero eso no fue bautizado como "odio", sino como un trofeo de amor y paz.

Cuestiones como éstas, por las que tiene que pasar uno, y que como luchador social no se entiende ni entenderán jamás. Cómo es posible que, como ciudadano de este país, fundamentado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuando solicito por ante la Asamblea Nacional, en el mes de diciembre del 2019, que bajo una posible renuncia de todos los diputados, se proponga que fuese usted, ciudadano Fiscal, el designado presidente provisional del país, a fin de buscar el equilibrio político nacional, ya que usted como gobernador y defensor del pueblo ha realizado una buena gestión... Eso molestase al ilustre personaje rey de la intriga y la cizaña, quien desde hace mucho tiempo se encargó de meter chisme para que en las primeras de cambio, Chávez lo sacará a Ud. de la gobernación y ahora este mismo personaje que trabaja con las técnicas de "cantos de sirena", hoy cuenta con esa habilidad para manejar la justicia a su antojo. Prueba irrefutable de eso, ha sido mi persona, que tengo ya, 26 días secuestrado, aunque gracias a que hasta los momentos, con la intervención de la Defensoría del Pueblo en el Estado Anzoátegui, a través de los abogados, Rafael Vega y José Luis González, han estado trabajando para que de alguna manera no continúen violándose mis derechos humanos como ha venido sucediendo, mientras que mis abogados, Adrián Moreno y Lesnee Martínez junto a un grupo de amigos, levantan las banderas de la dignidad y de la verdad para hacer justicia.

Pero esta situación, ciudadano Fiscal, me ha permitido conocer una triste realidad; realidad de personas que teniendo beneficio para salir en libertad, aún están presos en los calabozos de polianzoategui, zona 6, detenidos a los que se les niegan las visitas, presos que no se les permite ser vistos por sus familiares, tomando para todo como excusa el Covid-19, presos que se enferman y no es posible que los asista un médico, presos que sólo escuchan decirles que "su nombre es preso y su apellido es candado"; mientras que algunos funcionarios policiales gozan de privilegios, como teléfonos, visitas familiares y conyugales con celdas tipo hotel 5 estrellas. Eso sin dejar de mencionar, el Instituto Autónomo de la Policía Municipal (Poliguanipa), en el que los detenidos son atropellados a palo limpio, como fue agarrado un pastor evangélico que solamente por entregarme un papelito, que me decía que no perdiera la fe en Cristo, el justo juez, padre de todos los que tenemos a Dios en nuestro corazón, lo molieron a palo limpio; sin hablar de menores de edad, que también sufren de torturas de manos de ciertos nazis del mal.

Esta realidad me permitió ver algo que jamás podría creer por estar vendado como algunos políticos de nuestro país, que son peores que la pandemia por la que atravesamos. Es por eso, ciudadano Fiscal, que le solicito, por medio de esta carta pública, se respeten mis derechos humanos, ya que por envidia no puede una persona estar presa, mucho menos secuestrada, como es mi caso en particular, que gozo de una solvencia moral y que jamás he participado ni participaré para violentar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Y como un ciudadano más de este país, pido que se me respeten mis derechos fundamentales y los de estos compañeros de celda que por algún motivo u otro allí se encuentran y sufren y claman justicia con sus familiares, al igual que mi familia que hoy vive en carne propia esta situación; y en nombre de una frase que escuché de su propia voz y que lo llevó a la gobernación de Anzoátegui "dignidad"; pues le manifiesto que por mi dignidad es que solicito mi libertad, ya que no apoyaré la corrupción ni nada que esté fuera del marco de la ley, y si es por eso por lo que me quieren castigar y me quieren tener preso, porque es el precio que debo pagar por decir la verdad y tener la razón, por defender los derechos humanos de todos ciudadanos, por respetar la Constitución, lo entenderé, pero jamás perderé mi dignidad. Creo en Dios Padre, el justo juez.

Sin más a que hacerle referencia, esperando de usted sus buenos oficios y su atención a la presente, a los 14 días del mes de septiembre del año 2020.

Atentamente; (FDO). Juan G. Urbaneja H. C.I: 6.895.649"

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