Volvieron a aplicar el método fraudulento de las morochas
Por: Francisco Sierra Corrales
Sábado, 12/12/2020 11:55 AM
Cuando vemos las cifras de que votaron el 30% de los electores inscritos unos 6.251.080 inscritos (Mis números coinciden con algunas encuestadoras del 22%-23% de participación; se abultaron entre 8%-7%, ¿A qué partido irían estos aproximadamente 500.088-437.577 votos insuflados?), esta cantidad nos permite sacar conclusiones en base al artículo 63 de nuestra carta magna, relativo a la proporcionalidad. Veamos.
Si votaron en todo el país 6.251.088 personas, el diputado vale 22.567 sufragios, en base al principio de la proporcionalidad de rango constitucional, criterio numérico, netamente matemático y no político, el cual debe ser exacto, al menos que sean decimales que no se aplican a las personas sino números enteros, pero deben ser los números enteros más próximos, más exactos.
Si el diputado vale 22.567 sufragios, cantidad que se deduce de dividir al número total de votantes-participantes (6.251.088), entre los curules en disputa (277), entonces podemos decir, haciendo una comparación entre los votantes del PSUV (4.277.926), y del PCV (170.000), al primero, matemáticamente y constitucionalmente hablando (63), le corresponderían 189-190 diputados y al PCV, le corresponderían 7-8 legisladores.
Si vemos que aparece el PSUV, quien obtuvo el 69,50% de los votantes-participantes, no obstante le asignan el 91,34% de los curules en disputa y al PCV, a pesar de haber obtenido el 2,73% de los votos, le asignan el 0,36% de los curules, podemos concluir, que no se aplicó el método de la proporcionalidad como se estuvo haciendo consecuente y correctamente hasta el 2005, y como lo ordenó el TSJ en la sentencia 068 de este año, en la forma analizada y prevenida por mí en el artículo titulado "Claridad que deja la Sentencia 068 pero hay Moros en la Costa" (aporrea.org/actualidad/a292200html). Se volvió a aplicar por parte de este nuevo CNE, a pesar de la mencionada sentencia, el método fraudulento de las morochas, denominado también "El ganador se lo lleva todo", sistema de adjudicación este, idóneo para instaurar el bipartidismo y en este caso el unipartidismo, el partido único y hegemónico que es en sí lo que están buscando, pero les puede salir el tiro por la culata.
Se debe intentar anular estas adjudicaciones por irritas e inconstitucionales, agotando la vía nacional, ante el TSJ y ante la negativa y/o vacío judicial recurrir a la corte internacional de justicia ya que no pertenecemos a la OEA y esta sería una violación a los DDHH.