El día tres de marzo de 2013 fue asesinado el cacique Yukpa Sabino Romero. No nos habíamos recuperado este golpe, cuando fuimos informados de la siembra del Comandante Chávez, tal día como hoy. Dos líderes que nos dejaron con casi cuarenta y ocho horas de diferencia. En esta jornada habrá muchos escritos sobre el legado del Comandante, su vigencia y el espinoso asunto de si hoy se implementa o no, sin embargo me parece oportuno dedicar esta nota al legado de Sabino Romero.
Nuestros hermanos Yukpas han sostenido durante más de 500 años un largo proceso de resistencia. Gracias a la feroz defensa de su territorio, la Villa de Rosario de Perijá tuvo que fundarse varias veces. Sin embargo, los ganaderos no han renunciado a sus pretensiones y a sangre y fuego, han venido desplazando a los Yukpas hacia las zonas altas de la Sierra de Perijá.
Sabino Romero nació en esta estirpe de guerreros. Fue una potente voz de su pueblo, para hacer audible esa vieja y legítima aspiración de los pueblos indígenas: recuperar sus tierras ancestrales. Promovió la unidad de los liderazgos indígenas y fue un actor fundamental en el diálogo con el Estado venezolano, para la demarcación de las tierras. Sabino fue criminalizado, encarcelado y gracias a una tenaz defensa y a la solidaridad de múltiples organizaciones, fue liberado. Sabino, al igual que su padre fue asesinado. Hoy su familia y el pueblo que lideró, siguen siendo criminalizados, acosados y perseguidos por los autores intelectuales de su muerte.
Las condiciones del pueblo Yukpa, son cada vez más complejas, no solo por las condiciones en la que viven, que comprometen su existencia digna; sino tienen que enfrentar además de los terratenientes, a nuevos rivales, como los narcotraficantes y contrabandistas, que quieren utilizar las tierras que habitan, como corredores para sus actividades ilegales.
Los Yukpas siguen combatiendo y lo hacen en medio de sus contradicciones, difíciles de entender desde afuera. Son parte de la lucha de nuestros pueblos indígenas, que forman parte de las luchas como pueblo organizado. Aún suenan aquellas palabras del Comandante Chávez, "Entre los Yukpas y los ganaderos, me quedo con los Yukpas". Aún arden las palabras de Sabino Romero, la potente voz del pueblo Yukpa.