Aunque las desgracias sufridas en el exterior por compatriotas, en forma insólita alegren a dirigentes opositores que tienen bolsillos llenos y aseguradas sus vidas, Venezuela avanza y el petróleo nos relanza en el mundo de la competencia. Un joven italiano partidario de la revolución socialista venezolana declaró hace poco "Venezuela avanti, avanti", imagen que vino a mí al conocer declaraciones del ministro para el Petróleo, Tareck El Aissami, augurando para finales de año producción cuadruplicada y el país volverá a estar entre los mayores productores petroleros del mundo.
"Arribaremos a 600 mil barriles diarios si todo va bien y no nos aumentan las sanciones criminales foráneas, la capacidad de producción ha estado cayendo desde 2014, no ha habido taladros petroleros operando durante un año, nos bloquearon, nos sancionaron, robaron todos nuestros bienes extranjeros", recordó el funcionario, y añadió que "sin ningún tipo de financiamiento, con nuestro propio dinero pudimos invertir lo suficiente para detener la caída y comenzar una recuperación gradual".
En la misma fecha regresaba de una compra y saludé una sobrina de un dilecto amigo que nos contó a mí y el empresario que me acompañaba, se había regresado de Perú y agregó con orgullo "no me voy más nunca de mi país". No indagamos su experiencia y una vez en casa leo de una venezolana en Perú, Yohana Virginia Colmenarez Hernández, 26 años de edad y cinco meses de embarazo, asesinada en medio de un operativo policial en Puerto Maldonado, víctima de la represión indiscriminada en la nación incaica.
Agencias de noticias y redes sociales compartieron videos, las autoridades esgrimen un presunto "error policial", sin embargo, en uno de los videos difundidos un hombre alerta al efectivo peruano "baja el arma, baja el arma", el testigo agregó consternado "la bala me pegó en el brazo cuando salió de la cabeza de ella". Ante los hechos la comunidad de migrantes venezolanos en Perú hizo una manifestación para repudiar el crimen y pedir justicia. Dos días antes una pareja de venezolanos fue asesinada por pandilleros motorizados en Lima, les dieron muerte a balazos a ellos y a dos peruanos. Como siempre prometen investigar y luego acallan lo sucedido.
Entretanto en Venezuela de donde no se han debido ir nunca esos jóvenes, el ministro del transporte Hipólito Abreu denunció que el Metro de Caracas fue atacado nuevamente por contrarrevolucionarios, afectando el 21 de junio la red de alta tensión del sistema, imágenes muestran los cables cortados. Inquieta saber si los propugnadores de la que llaman "huida de compatriotas al exterior", tendrán remordimiento de conciencia sobre su actitud parecida a mi entender a las de Ruanda, enfrentamientos con saldo de cientos de miles de muertos, o será que lo disimulan por ser política de EE UU que paga todo tipo de sabotajes y salvajismos contra Venezuela.
Alerto sobre la oposición y la campaña de los rectores principales que tienen en el CNE, veo igual que hace unos días a Roberto Picón por Globovisión y vuelve a la carga, no le preguntan si habló por su cuenta o con el apoyo de los cinco rectores, Picón dijo que "tras la visita de una misión técnica de la Unión Europea al CNE que debe producirse en octubre o noviembre, ambos organismos deberán establecer un convenio que obligue a condiciones sobre la observación del proceso de elecciones regionales y municipales, las facilidades para moverse por todo el país, contactar a los distintos actores políticos y cómo va ser ese informe que ellos van a entregar…
En Globoterror son gafos o les ordenan no hacer preguntas incómodas a la oposición, hasta el gato de un funcionario de la ONU conoce las reglas, insisto en que los 2 rectores opositores en el CNE siguen buscándole la quinta patica al gatico, y solo les falta pedir que vengan colombianos de Pastrana, Uribe, Santos y Duque a organizar nuestras mega elecciones del 21 de noviembre. Un periodista no precisamente de izquierda finalizaba crónicas deportivas criticando a los managers, con la frase "se cansa uno", se la dedico a los Rectores opositores "se cansa uno" ante tanta estracalería verbal, perdón quise decir ante tanta ESTRATEGIA comunicacional.