¿A Biden, “preocupa”, violación de los derechos humanos en Colombia? ¿Es sustentable un plan para asesinar a Maduro?

Sábado, 03/07/2021 02:08 PM

¡Así será el negocio, que la ñapa es de queso!

Los viejos bodegueros de mi tiempo de muchacho, cuando uno iba a la bodega a "hacer los mandados" a nuestras madres, daban a uno, en cada compra, una "ñapa", regalo o compensación, según el monto de la misma. La más apetecida, según la expresión de la gente, en este caso de los adultos, era la de queso y digo esto por aquella expresión que se hizo tan popular y contundente.

No recuerdo porque la satisfacción de la ñapa se expresaba en queso, puesto que, en lo que a mi concierne, habiéndome creado en la costa y más específicamente casi en la orilla de la playa, por lo que soy playero, nunca en mis tiempos de muchacho llegué a ver una vaca, como que nunca me he montado en un caballo o burro y en aquellos tiempos no me gustaba queso, debido a la excesiva carga de sal que ese producto portaba y por ver con demasiada frecuencia a los bodegueros, retirando con sus cuchillos, capas frecuentemente ennegrecidas e invadidas de gusanos.

Pero, así como decíamos que al ratón le fascinaba el queso, tanto que era la carnada que para atraparlo se ponía en las trampas, a la gente al parecer, hasta a los de la orilla de la playa, también les gustaba, tanto que aquella expresión era de su uso frecuente por demás.

¡Así será el negocio, que Biden se ha visto obligado a llamar la atención a Duque por las recientes y abundantes violaciones de los derechos humanos en Colombia con motivo de las protestas que se vienen dando a lo largo de todo el país en los dos últimos meses y de manera persistente!

Las protestas de Colombia son las mismas de Chile, Perú, Ecuador, las que se dieron en Bolivia durante la fugaz dictadura que sustituyó a Evo y las que el gobierno de EEUU percibe se extenderán por todo el continente nuestro, dada las injusticias del modelo, agravadas por la pandemia. Sabe ahora Biden que, como nunca antes, buena parte del universo nuestro, está consciente de lo que molesta el modelo; no es suficiente acusar a comunistas o izquierdistas agitadores, que joden por el sólo placer de hacerlo y sabotearle los negocios al imperialismo. Ahora la gente sale por su cuenta, desbocada porque ya no aguanta más; si acaso la tecnología, esa misma creada por el capitalismo a manera de negocio, es la que facilita la organización y la difusión de la inconformidad.

Los efectos de esas inconformidades y protestas, a nivel político, el gobierno de EEUU ya ha evaluado y sabe el rumbo que ellas podrían dar a las preferencias de la multitud, en el momento de votar o adherirse políticamente.

Para formarnos un cuadro referencial, basta recordar, como las fuerzas progresistas retomaron el poder en Bolivia. En Ecuador, por errores y quizás muy malos cálculos de factores que se dejaron llevar por odios personales, permitieron el pírrico triunfo de Guillermo Lasso, quien está determinado a aplicar medidas que más temprano que tarde, darán origen de nuevo a las protestas de hace un año. En Chile, casi por lo mismo, el cuadro político dio un vuelco radical, dejando a las fuerzas de la derecha toda, particularmente la que lidera Piñera en la orfandad y obligó al Estado a llamar a proceso constituyente. Como hecho curioso y hasta elocuente de cómo en este país las cosas vienen cambiando, el Partido Comunista de Chile ganó las elecciones locales de Santiago y uno de sus miembros aparece por los momentos en la preferencia del electorado para las elecciones presidenciales. Y sólo esto, es un indicio que, por premonitorio, que no puede sr subestimado.

Volviendo a Colombia, donde aparte del suculento y monstruoso negocio de las drogas, manejado en buena medida por parte de capital estadounidense, hay 11 bases militares destinadas a presionar y amenazar a los vecinos para mantener el control; la tradicional fuerza oligárquica y derechista que ha mantenido el poder en ese país por bastantes décadas, está en este momento totalmente deteriorada, tanto que las manifestaciones que allí se están produciendo, no sólo han desdibujado las imágenes de Uribe, Santos y Duque, sino que también llaman a proceso constituyente y esto tiene un significado y sentido bastante preciso y elocuente.

Por cierto, ¿Por qué vincular la visita de Craig Faller, jefe del Comando Sur a Colombia, ineluctablemente a planes contra el gobierno de Venezuela, lo que parece ser lo habitual, y no al temor que pudieran despertar en ellos las protestas internas de Colombia? Políticamente, un supuesto plan para asesinar a Maduro, parece poco sustentable. Sería un error garrafal, un proceder sin fundamento, más cuando los hechos en Venezuela, se desarrollan tal como a EEUU le conviene.

Dos días atrás, en la ciudad de Barranquilla, ciudad en la costa pacífica, pero vecina del área caribeña, donde se dieron grandes luchas contra el dominio español, los manifestantes derribaron una estatua de Cristóbal Colón. Un hecho por demás simbólico que habla del contenido de las protestas, que, en Estados Unidos, bien han leído.

Brasil es un hervidero. El socio de EEUU, Jair Bolsonaro parece una fiera acosada y hasta asustada. El irresponsable manejo dado a la pandemia, los problemas causados en la selva amazónica, etc., lo han hecho ahora objeto de acusaciones procedentes tanto de la izquierda como de la derecha que amenazan con iniciar un proceso para destituirle. Mientras las cifras hablan del crecimiento de la popularidad de Lula, hoy liberado de las falsas acusaciones levantadas contra él.

De todo lo anterior, pese el interesado, por años, haya dado demasiadas pruebas de arrogancia y prepotencia, al enfrentar toda inconformidad, el gobierno de EEUU sabe bien que, en este momento, las demandas de cambio son tan abrumadores y extendidas, que no se pueden manejar en lo inmediato con el mismo criterio. Pudiera ser, hasta estén comprendiendo que, los factores políticos que han estado al frente por ellos en cada uno de los espacios de este continente nuestro, no se comportan a la altura, tanto que siguen manejando situaciones nuevas y abundantes, con el criterio anterior. No es de extrañar que, en USA, en la Casa Blanca y en los recintos del gran capital, estén evaluando formas que les permitan seguir bajo el control, sobre todo ante la amenaza de nuevas formas de comportamiento del capitalismo global e imágenes del imperialismo. China, convertida en un verdadero gigante, de abundante capital y tecnología y con una diplomacia moderna que le permite asociarse a fuerzas emergentes como las de Rusia, no pueden ser dejadas a un lado al momento de evaluar las políticas hacia América Latina.

Por lo anterior, no es de extrañar, en EEUU, los políticos y el capital, pudieran estar llegando a la conclusión de hacer sus cambios y ajustes, sobre todo en lo relacionado con sus procederes y alianzas.

El capitalismo ha dado tantos cambios, dando muestras de su capacidad de adaptación para poder subsistir, lo que demuestra la fortaleza que todavía le caracteriza, como que pudiera desistir, por ahora, en buena medida, de la práctica de los golpes de Estado y el respaldo a regímenes despóticos en América Latina, dado que, como se suele decir en lenguaje coloquial, "la masa no está para bollos". Más, si la competencia imperialista, se muestra ajena a esas prácticas y exigencias brutales, no sólo en lo político sino en el intercambio económico.

Lo que ha estado sucediendo en América Latina, revela como en estos tiempos, los procederes han cambiado; los grupos dirigentes de esta parte, políticos y económicos, parecieran estar comprendiendo que, dado el alto nivel de conciencia que despierta en el colectivo, su capacidad y fuerza para reclamar, velocidad para organizarse y difundir sus prédicas, fundamentado en el avance tecnológico, impone en las clases dominantes, de fuera y dentro, movimientos y conductas para adaptarse y prolongar la subsistencia. Y del otro lado, debe estar naciendo, y parece cierto, pues eso lo revelan el carácter y forma de la rebeldía popular antes señaladas, nuevas formas para impulsar el cambio.

Aunque como siempre, mientras muchos marchan a la misma velocidad de los acontecimientos, otros lo hacen como montados sobre morrocoyes, pues el dogmatismo es un dogal.

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