Oposición de Juan Guaidó y López. Tan libre como el penado 14. ¡Qué futuro tan incierto!

Martes, 06/07/2021 02:38 PM

La letra de la canción de Agustín Magaldi, que tanto sonó en rockolas y en los aparatos de sonidos hogareños, lo que habla de su enorme éxito, canta:

"En una celda oscura del presidio lejano

el penado catorce su vida terminó.

Dicen los compañeros que el pobre presidiario

Murió haciendo señas y nadie lo entendió"

Pese el gobierno de Maduro, según quienes hacen de voceros oficiales u oficiosos, a Guiadó le ha venido dando cuerda, algo así como que hasta se canse o se cueza en su propia salsa, lo que no es tan cierto, sino que pese a uno eso le incomode, moleste y hasta duela, la verdad es que es por el respaldo que le ha dado EEUU, la UE, el que le dio el difunto Grupo de Lima y otros países, se dice de unos 50, Guaidó es un preso. Lo es porque sobre él penden los grillos y las esposas. O mejor, donde vaya esos le acompañan y amenazan. Y no sólo los de Maduro, sino hasta de quienes ahora le tienen, no de aliado, porque eso es como demasiado elogioso, sino de simple instrumento, le esperan en la bajadita.

Sí, dirá al "rompe" el lector, "yo quisiera ser un preso como ese". Pues al parecer es de los presidiarios que goza de todos los beneficios; o alguien a quien sólo le falta sarna para rascarse; a la celda le llevan todo lo que quiera, imaginable y no. Y hasta cuando quiere, echa "sus saliditas bajo cuerda" y va donde le venga en gana, hasta sin pasaporte. Porque su celda tiene unos barrotes que se ensanchan según sus deseos, tanto que él camina y ellas, las del frente también lo hacen, como las de otras le siguen y las de los lados se mueven para no impedirle el paso. Es un preso como libre. La gente que le respalda, la que no, sino lo ignora y hasta la que le tiene arrechera, como la del gobierno, lo cree libre, como viviendo a sus anchas y haciendo lo que le venga en gana. Pero como se dice en el fútbol, Guaidó vive bajo doble marca, la del gobierno de Venezuela y la de los gringos que nunca dejan de cobrar. Donde vaya, "tiene el turco atrás", como decían en la "Venezuela de antier".

Y en verdad así es, aunque no parezca exactamente.

Guaidó, no sé si él lo sabe o no, ha pisado varios peines y eso se lo lleven en cuenta de lado y lado. Veamos parte, sólo lo parte, lo más sonado y evidente, de lo que ha hecho.

Empecemos por una cuenta "pequeña"; le dieron un realero para aquello que llamaron la ayuda humanitaria que intentarían meter por Colombia, lo que en verdad no fue más que un disparate, en el cual embarcó a medio mundo, títeres y titiriteros, como intentar un golpe de Estado, promovido con un sonado concierto al cual asistieron varios presidentes, entre esos Piñera que ahora está casi guindando. El guión de aquello indicaba que, al entrar él, bajo la animación de aquella música, seguido de sus consabidos tirapiedras, más inocentes militares, muchos de ellos desertores por diferentes motivos, entre ellos haber recibido ofertas de villas y castillos, sería recibido por el pueblo todo, desde San Antonio del Táchira hasta Güiria, para instalarle en Miraflores. Como fue un disparate, aquello terminó en un fracaso y él y los suyos, los reales puestos para eso, desaparecieron y hasta gastaron en conocidas francachelas; y hasta ahora, nadie ha rendido cuenta. Pero esa cuenta se la tienen anotada, aunque él, eso ni siquiera sospeche. Sin mencionar lo que, a aquellos que hizo hacer el ridículo, tengan planificado.

Para no alargar esta historia épica, olvidemos las tantas guarimbas y actos terrorista, como llegar a quemar vivos a seres humanos, con ofertas de alzamientos militares para lo que también le dieron dinero, hasta llegar a la Operación Gedeón

Hablar de las empresas monómeros y Citgo, es hablar también de otras cuentas jugosas que al preso le tienen anotadas y no en una panela de hielo y se las tienen en los dos lados.

Esas cuentas pendientes hablan de un preso que no saldrá del espacio que ahora le tienen asignado, aunque se corra para cualquier lado, porque en algún momento habrá de cobrárselas.

Noriega, el ex general y presidente panameño, se creía libre, guapo y "apoyao". Llegó al gobierno con la anuencia, bendición y respaldo de EEUU y se mantuvo largo tiempo en el poder basado en eso. Cuando se cansaron de él, porque intentó hacer "cosas" por su cuenta, le pusieron los ganchos y le pasaron las cuentas todas de un solo "cimborriazo" y ya lleva largos años preso. Hasta a la ancianidad llegó "haciendo señas", sin que nadie le entienda y menos le interese.

La libertad de Juan Guaidó y su grupo es tan amplia e independiente que según la prensa internacional, "Juan González, asistente especial del presidente Joe Biden y Director para el Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional, dijo que los líderes de la oposición salieron en un frente unido con el gobierno de Biden antes de su primera ronda de negociaciones, organizada por Noruega." https://www.costadelsolfm.org/2021/07/03/la-oposicion-de-juan-guaido-converso-con-estados-unidos-sobre-una-estrategia-para-negociar-con-nicolas-maduro/

Es decir, ellos van a esas conversaciones con la representación del gobierno de Maduro, bajo la pauta establecida por el gobierno de Biden, tanto que han formado con este "un frente unido". Guaidó y los suyos, por mucho que guaraleen, no podrán desatarse de ese anzuelo y acordarían con Maduro en todo aquello que determine la Casa Blanca. Lo que, de hecho, revela que es un preso de Maduro, quien le deja correr a su conveniencia, "hasta que se desgaste" y lo es ahora de la Casa Blanca; y lo será en el futuro, aun llegando de verdad al gobierno, cosa de antemano que puede darse por frustrada y también después que todo esto se ordene y llegue el momento que deba pagar las cuentas que él pudiera creer olvidadas, pero anotadas están, como dije, pero no en un bloque de hielo. Lo que sucederá cuando ya, de payaso, no les sirva.

Uno de los argumentos de Guaidó, los suyos y hasta EEUU contra el gobierno de Maduro, es aquel según el cual, este está sometido a los dictados de gobiernos extranjeros, particularmente China y sobre todo Cuba. Es usual escucharles decir y leerles que hasta los porteros de las oficinas públicas en Venezuela son cubanos. Que el SAIME y hasta las escuelas, desde los trabajadores que hacen el servicio de limpieza en adelante están en manos de cubanos. Aunque se olvidan que, también hay centros de salud donde hay hijos de la isla antillana.

Pero frente a esa presunta sumisión de Maduro y los suyos, Guaidó y su gente, ofrecen como alternativa la entrega absoluta del país y de ellos mismos al gobierno de Biden, como antes lo hicieron con Obama y luego con Trump. Y en este caso, es el propio gobierno de EEUU quien se encarga de dejar eso establecido y como para que no haya duda.

Tanto que Juan González, asistente de Biden, ha dejado claro, para que nadie dude, al hablar del contenido u objetivos de las previstas conversaciones con el gobierno de Maduro, con la intermediación de Noruega y en el territorio de ese país, que "«Esa es nuestra política». La política de Estados Unidos va a responder a pasos concretos que muestren la seriedad de esa dirección».

Para González "es un proceso con plazos, en fases, que conduzcan a pasos claros y concretos que sean irreversibles y que conduzcan a una mayor apertura democrática del país». Y agregó que, en base al cumplimiento de ese proceso, se iniciaría el "levantamiento de las sanciones».

Es decir, EEUU ya tiene determinado lo que deberán hacer Guaidó y sus seguidores.

Guaidó, aparte de ser un preso que Maduro deja que vaya y venga, porque eso forma parte del proceso de conversaciones y acuerdos previos con EEUU, pues detenerlo implicaría impedir el inicio de las conversaciones, el susodicho o "personaje de marras", como le hubiese llamado Moisés Moleiro, lo es de Estado Unidos en dos sentidos. Primero va a esas conversaciones obligado, pues antes le impusieron se olvidase de las guarimbas, los golpes de Estado, invasiones y el terrorismo de cuando Trump y empezase a pensar en lo electoral. Es decir, va allí como un preso, para que no lo pongan preso. Ya no está en las garras de Trump sino en las de Biden.

En segundo sentido, Guaidó tiene sus cuentas pendientes, de lado y lado. Nadie o ninguno de los factores con quien tiene sus cuentas por pagar, como las derivadas de Citgo, Monómeros y del tanto dinero que la Casa Blanca le ha dado y él y los suyos han usado a rueda libre, de ellas se han olvidado y menos lanzado o colocadas en un abandonado archivo, sino que están y estarán allí abiertas y activas para solicitarle las pague cuando el momento llegue. Y ese momento, sin duda alguna, llegará y, entonces, pudiera terminar como Noriega o el "penado catorce". Los dos se cansaron de hacer señas y nadie les entendió.

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