Atacan al Prof. Lusbi Portillo por su ética y solidaridad con los pueblos indígenas en la Sierra de Períja

Lunes, 30/08/2021 09:25 AM

Las recientes acusaciones y difamaciones por parte del actual gobernador del estado Zulia, Econ. Omar Prieto Fernández y la directora regional del MINPI Meira Guerrero contra el profesor (LUZ) Antropólogo Lusbi Alberto Portillo García, son una muestra fehaciente de que el día 12 de agosto del presente, hicieron el programa con las pupilas dilatadas y el corazón taquicardico de las ganas por arrancar los nuevos planes mineros, recalentados y refritos desde 1985 por Corpozulia, junto a las empresas mixtas Carbones del Guasare S.A para explotar la Mina Paso Diablo con la alemana Ruthcoal e inglesa Anglo American Coal Holding; y Carbones de La Guajira, S.A. asociado a Inter American Coal de EEUU. ¿Entonces quiénes son los verdaderos agentes?

El profesor Portillo, tiene muchos méritos, como para que la calificación de Agente de la CIA sea echado al viento de manera tan envalentonada y caprichosa por parte del operador minero de turno en el Palacio de lo Cóndores.

El profesor Portillo, menor de 4 cuatro hermanos, casado y con hijos, se formó primero como filósofo en la facultad de humanidades de la Universidad del Zulia, para entender a occidente decía en muchas de las reuniones, y ya como profesor titular hizo la maestría de Antropología en la facultad de ciencias de la misma Alma Mater, para entender a la gente de la Sierra de Perijá, también repetía en muchas otras reuniones.

Como profesor de lógica primero en estudios generales, y posteriormente en la escuela de comunicación social, era fácil entender porque, en el debate político y la argumentación histórica sobre la realidad sufrida y vivida por los pueblos Yukpa, Barí y últimamente los Wayuu de la sub-región Goajira, algún personero o mandado del gobierno nacional o regional pudiera ganarle, convencerlo o moderadamente llevarlo a su esquina.

Fueron más de 35 años impartiendo clases, revisando exámenes, o pasando notas semana a semana entre las visitas a la Sierra, atravesando ríos, caminos, mochila en mano, llevando comida, medicinas, ropa, maquinas, proyectos, ideas y propuestas de las reuniones que se hacen por todo el Zulia y a nivel nacional. También se pegaba muchas palizas en bus a Caracas, en carrito por puesto a otros estados, para hablar y acompañar otras realidades indígenas y campesinas, en la lucha por la tierra y contra los planes extractivistas. "No tengo carro, lo choque un día y no maneje más…" decía.

Esa constancia, ese ejemplo y práctica del profesor Lusbi es lo que debe molestar tanto a los burócratas, pues con láminas de powerpoints o en un foro expone la verdad histórica, revelando las políticas, los planes y proyectos mineros, portuarios, viales que amenazan la vida de las especies y las comunidades indígenas, siendo un altavoz de la dignidad de muchas caciques, cacicas, voceros y voceras indígenas que se oponían, y parafraseando a Chávez -no estamos hablando de la conquista y Colón, sino de la resistencia del siglo pasado- por parte del caudillo de turno en Miraflores, que a orden y plumazo, entregó la mayoría de las tierras bajas de la Serranía de Perijá, a familias de bien y empresas trasnacionales petroleras.

El supuesto "financiamiento millonario" que detentan las cuentas del profesor Portillo es el golpe más bajo he hipócrita que salió del programa televisivo, pues si ya la jubilación universitaria no alcanza para juntar el arroz con el pollo, ni para mezclar café con azúcar, y no se diga rellenar arepas…. cualquier burócrata de la gobernación que visitará su apartamento del centro, se le caería la cara de vergüenza al insultar a una persona humilde, sufriente de las calamidades diarias del pueblo marabino, que no vive como un acomodado en un penthouse de gran avenida, o de avión en avión y el exterior como los representantes de la oposición o del círculo de confianza del gobierno central en Caracas.

En casa de Lusbi y su señora madre Doña Carmen (Q.E.P.D.) recibieron y reciben a cientos de familias indígenas enteras, venidas a Maracaibo por casos de salud, tramites, denuncias a los medios o para gestionar ayudas y cartas oficiales, para contar y planificar la vida buena que quieren tras tantos años de lucha, hambre, muertes, sufrimiento y despojo. También recibe periodistas, estudiantes, intelectuales, cineastas, titiriteros, poetas, músicos y músicas, ecologistas, nacionales y extranjeros, artistas, creadores y creadoras de esperanzas, trabajadores y trabajadoras, sindicalistas, campesinos y campesinas, líderes barriales, colectivos, en fin, una marejada de gente bonita como él mismo le llama, siempre con café o lo que hubiese para compartir, pues de ahí su bondad, darlo todo, ya mañana se verá.

Quizás sea eso lo que moleste tanto a la élite política "revolucionaria" en el poder y a los inquilinos de los Cóndores, tener un ética y humildad intacta, junto a la mística militante propia de la fragua que supuso las décadas 60 y 70´ de los partidos y sindicatos disidentes del pacto de Punto Fijo, la forja de coraje por ser fichado y perseguido en los 80 y 90 por los organismos policiales de la represión o grupos de sicarios contratados por terratenientes en la frontera zuliana.

Esto es lo que no le perdonan los alentaos de turno, ser un verdadero revolucionario, integral, terco, de todos los días, imprescindible dijera el poeta y cantado por el trovador; de caminos distintos en las luchas sociales, pero para fines comunes como lo supuso la vigente constitución venezolana, el cambio político y social que engendro el movimiento cívico-militar que dirige el país desde inicios del presente siglo.

El profesor Lusbi Portillo es un gran agente, un super-agente se podría decir, pero por la vida, la tierra, el agua y la dignidad muchas comunidades, dotado de una gran inteligencia, esa que traduce las grandes tesis y teorías de la humanidad al lenguaje de los de a pie, al contexto y la realidad concreta que configuran los capitales y las "estrategias del desarrollo", y esta agencia la ejecuta desde un orden des-centrado, fuera de la lógica del poder depredador, una agencia reactiva y compasiva, que muestra la cara más desigual y trágica de los pueblos perijaneros, pero también la cara creativa, soñadora, sonriente, humilde, trabajadora, y originaria que le han enseñado allá arriba, en ese universo mágico y peligroso llamado Sierra de Perijá.

 

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