La legalización del aborto. Un asunto social, no individual

Martes, 05/10/2021 12:46 PM

El tema de la despenalización del aborto en Venezuela vuelva estar en la agenda pública; amplios sectores, en pro y en contra toman posiciones y se lanzan a la calle, medios y redes sociales a la batalla en torno al tema.

Los marxistas debemos asumir esta batalla, pertrechados con el arma de la ciencia y la concepción materialista de la sociedad, es menester superar el mero argumento del liberalismo burgués: "Mi cuerpo, mi decisión"; por planteamientos programáticos con un enfoque económico social del asunto. El problema de la ilegalidad del aborto en Venezuela, es un problema de la sociedad venezolana y su solución debe involucrar profundas transformaciones de la sociedad, que de no consumarse hará de cualquiera legislación despenalizadora del aborto, simple letra muerta.

El aborto no es un simple problema de decisión individual de la mujer, ¿acaso en la sociedad hay decisiones individuales puras?, muchas de nuestras decisiones personales llevan tras sí, siglos de cultura y tradición, llevan el trasfondo socio económico donde habitamos, lleva el peso de la clase social a la que pertenecemos, tras la decisión de una mujer de interrumpir o continuar un embarazo, está el tiempo y el espacio donde vive.

El aborto en Venezuela es un problema social, de salud pública, de negocios de medicina privada que lucra incrementando ganancias aprovechándose de la ilegalidad, es un problema de las mujeres de la clase obrera que no pueden acceder a los costosos servicios médicos-ginecológicos y son víctimas de las practicas clandestinas con baja pericia médica; el aborto en Venezuela debe ser una práctica médica legal y así evitar la práctica clandestina sin controles sanitarios.

Pero despenalizar el aborto, sin establecer un sistema de salud pública eficiente y de calidad, sin acceso a los más avanzados elementos de la medicina gineco-obstétrica, sin acceso a todo el espectro de anticonceptivos; sería solo un saludo a la bandera.

La despenalización del aborto debe estar acompañado de un amplísimo programa de educación sexual de toda la sociedad, especialmente a las jóvenes generaciones, para que puedan asumir una práctica responsable de su sexualidad; educación sexual no es pegar un afiche en una escuela o una charla en un liceo de vez en cuando, debe ser un esfuerzo sostenido, constante planificado y una política de estado. Se debe avanzar en políticas de salud y educativa que nos lleven con el transcurrir del tiempo a que el aborto sea una práctica cada vez menos recurrente, no porque sea ilegal, sino porque la educación sexual y un eficiente sistema de salud hagan que los embarazo no deseados sean cosa del pasado.

Para las mujeres la de burguesía el tema del aborto no es un problema, su condición social les permite sortear los costos materiales y espirituales; son las mujeres de la clase obrera las que cargan con los mayores costos sociales de la reproducción de la especie humana.

Parafraseando a Engels, cuando superemos el capitalismo con el socialismo-comunismo, para las mujeres no será un problema ser mujer.

"En cuanto los medios de producción pasen a ser propiedad común, la familia individual dejará de ser la unidad económica de la sociedad. La economía doméstica se convertirá en un asunto social; el cuidado y la educación de los hijos, también. La sociedad cuidará con el mismo esmero de todos los hijos, sean legítimos o naturales. Así desaparecerá el temor a "las consecuencias", que es hoy el más importante motivo social –tanto desde el punto de vista moral como desde el punto de vista económico– que impide a una joven soltera entregarse libremente al hombre a quien ama."

(Engels El Origen de la familia, la propiedad privada y el estado.)

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