A 579 días de enfrentar una dura contingencia en Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en la finalización de la semana 83 y siendo el día viernes 15 de octubre de 2021, reflexionaré sobre acontecimientos de reciente data que creo importante realizar hoy día.
Un buen amigo y hermano, Rehyner Medina para ser más específicos, me señaló a través del whatsapp que a 37 días si las cuentas no me fallan que restan para las megaelecciones del 21 de noviembre, es evidente el grado de infiltración y penetración que tenemos en el país y en los más recónditos lugares. Los eventos del sabotaje eléctrico en Caracas, articulado con el del Metro de Caracas, son una muestra de ello, por sólo mencionar algunos hechos.
Los recientes señalamientos de la hoy viuda de Raúl Baduel y de su hija Andreína, Andrés Izarra y Toby Valderrama, manejando el mismo criterio de que el Gobierno de Maduro es el responsable de la muerte de este ex ministro de Defensa, las declaraciones del propio Juan Guaidó más el pronunciamiento de Bachelet en la OACNUDH demuestra el alineamiento de toda una caterva no sólo de opinadores de la extrema derecha sino de actores políticos articulados en campañas destinadas a reactivar los planes de desconfiguración del Estado-Nación venezolano.
A pesar de encontrarnos en una fase de precampaña, puesto que oficialmente y de acuerdo al cronograma electoral, la misma comenzará el jueves 28 de octubre y hasta el 18 de noviembre del presente año (día casual de la Chinita y de la conmemoración de los 17 años del asesinato del Fiscal Valiente, Danilo Baltazar Anderson) podemos señalar, como nos lo sugiere el ingeniero, camarada y amigo Oscar Rattia, que las campañas electorales se han perfeccionado tanto, como las guerras asimétricas, que ya los mensajes, las propagandas no reposan sobre los hombres de los candidatos y candidatas en sí. Más bien los y las esconden para evitar la ira del pueblo al descubrir que les infiltraron puros "bates quebrados", antiguos traidores y traidoras, corruptos y corruptas demostrados por sentencias firmes condenatorias de tribunales. Hoy todavía la militancia revolucionaria en general, los que somos y las que somos de "a pie" no conocemos a la mayoría de los candidatos y candidatas a esas megaelecciones. Esto nos insinúa que la campaña se hará sobre la figura del Comandante Chávez y del PSUV, su partido. Si un candidato o candidata con pretensiones de electrón libre pretende salir a la luz, escóndanlo porque delatará la verdadera estrategia de campaña.
Pero, no es mi intención denigrar al PSUV ni a sus aliados ni al Comando de Campaña "Aristóbulo Istúriz". Todos los números indican que el PSUV y el GPPSB igualará e incluso mejorará los resultados de los comicios regionales y municipales de 2017, debido a la poderosa maquinaria electoral con la que cuenta, además de la enorme conciencia del pueblo, que, pese a errores en la gestión, a indefiniciones ideológicas, en algunas prácticas reformistas y demás, está consciente en defender y preservar los legados de Chávez. Eso está por encima de cualquier sesudo análisis político que pretendamos realizar.
Indudablemente que esto más el tema de la desmovilización de importantes sectores de la base opositora, que se traduce en el incremento de la no participación electoral, más el tema pandemia inciden en esos resultados de participación, que hasta ahora han favorecido al PSUV. Habrá que ver en algún momento si el eventual incremento en los índices de participación inciden en los cargos que obtendría el PSUV en futuros comicios.
De igual manera, el denominado chavismo disidente o descontento, que a veces pretende ser invisibilizado en estudios de opinión (cosa a la que en lo personal no estoy de acuerdo) sin embargo no ha logrado capitalizar electoralmente en obtención de espacios de poder. La Alternativa Popular Revolucionaria cuya expresión electoral es la tarjeta del Partido Comunista de Venezuela, sigue con la tarea pendiente de constituirse en alternativa y opción para aquellos que se dicen aún chavistas, pero que manifiestan su descontento ante las políticas implementadas por el gobierno de Nicolás Maduro, esto tomando en cuenta recientes resultados electorales.
Pero de ello nos referiremos en otro momento y con mayor detalle.
Lo cierto del caso es que, en esta semana ha habido dos eventos que tienen un hilo en común para el ataque a Venezuela que son el asesinato de dos niños venezolanos pobres e indígenas en Colombia, y la muerte de Raúl Baduel.
Del caso Baduel, ya señalamos los actores que se pronunciaron y el paralelismo que pretenden darle a este caso con el del concejal Fernando Albán. Incluso con esto buscan enviar un claro mensaje a un eventual sector reaccionario y muy minoritario que podría haber dentro de la FANB e incluso cuerpos policiales, a fin de que protagonicen una opción de fuerza en contra del Gobierno Bolivariano.
En el caso de los jovencitos ultimados en Tibú, Departamento del Norte de Santander en Colombia, por presuntamente "tratar de robar" (aunque no hay evidencias plenas que así lo demuestren) es evidente la xenofobia aporofóbica que Iván Duque práctica con migrantes venezolanos en ese país. Y no conforme con ello, pretende chulearse a los organismos internacionales al pedirles plata para "atender a los migrantes venezolanos", cuando realmente se trata es de asesinarlos.
El gobierno colombiano debe responder ante la justicia internacional por incurrir en el delito de genocidio y por crímenes de odio contra ciudadanos venezolanos y ciudadanas venezolanas. Es evidente que tratar de mostrar el tema de la migración venezolana como una crisis regional que deroga de facto los principios de no injerencia y de no intromisión en asuntos internos de los Estados, tal y como está planteada en la Carta de Naciones Unidas.
Al darle al tema de Baduel el cariz de supuestas violaciones de Derechos Humanos al no dársele según los actores que ya he mencionado, la debida atención médica (lo cual es falso) se pretende distraer e invisibilizar el verdadero y horrendo crimen como dos niños venezolanos, pobres e indígenas resultan asesinados por algunos irresponsables y que el gobierno colombiano apruebe este tipo de prácticas. Diría Eduardo Galeano: "El mundo al revés…"
Indudablemente que todo ello también ocurre cuando se avecina la cuarta ronda de los diálogos entre las vocerías de la denominada Plataforma Unitaria y la del Estado venezolano encabezada por Jorge Rodríguez. Es evidente que hay sectores muy interesados en descarrilar esos acuerdos y que se reactiven los caminos de la desestabilización, de la violencia.
Nuevamente, volvemos a la estrategia de ir generando las condiciones para la ocurrencia de eventos desencadenantes de alto impacto que puedan originar conmoción interna o externa, para propiciar un Golpe de Estado o una intervención armada tercerizada promovida desde Colombia y EEUU.
De ahí que en la importante reunión efectuada por el presidente Nicolás Maduro con comandantes de unidades tácticas de nuestra FANB, que dentro de la semiótica del poder se envía un claro mensaje a los que pretenden llevarnos nuevamente por los caminos de la inestabilidad, caotización de la sociedad y la violencia generalizada para tratar de impedir unos comicios previstos constitucionalmente, y destruir la forma republicana que nos hemos dado en el Estado-Nación venezolano, es que señaló el Jefe de Estado en no descansar en los esfuerzos por desarticular las TANCOL (Terroristas Armados Narcotraficantes Colombianos) que tienen sus células durmientes en el país y pretenden activarlas en este momento.
Y nuevamente citó al hermano Rehyner Medina, cuando en su expresión muy coloquial, sencilla, llana aunque no por ello menos contundente, a propósito de los casos de los niños asesinados en Colombia y de Baduel nos indica que si uno quiere saber quiénes son los verdaderos culpables o las verdaderas culpables de un crimen, en este caso de asesinatos o de supuestos asesinatos, sólo basta observar muy detenidamente a quienes benefician estos hechos. Cómo lo diría Diosdado Cabello: "El que entendió, entendió…"
Pero aún hay más, y por razones de espacio y tiempo pretendo dejarlo hasta aquí, para tener elementos para escribir en próximas entregas. En un grupo en el que participo vía virtual, señalé en términos muy coloquiales que hay que ver que hay gente que no tiene paz con la miseria. Cada vez que podemos tener un respiro, cada vez que podemos tener cierta holgura, cada vez que alguna política pública avizora cierto bienestar yo de que se asome una luz al final del túnel, siempre habrá algunos y algunas que querrán darle una patada a la mesa, un palo a la lámpara.
¡Y es por eso, que más nunca VOLVERÁN!!!
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!