Cuidado con los cantos de sirena de los que ya se entregaron, a otro perro con ese hueso
Jubilación prematura
Por: Luis Enrique Sánchez P.
Domingo, 05/06/2022 02:06 PM
Sobre todo, a los que por razones de edad y de presión social y de la familia, ya nos toca, dicen ellos, y que nosotros, los afectados, nosotros que aún estando enteritos, nos empatuflamos antes de tiempo y paramos el tren de una vida plena, y así, casi automáticamente, terminamos creyéndolo y actuando como se nos impone.
Vemos entonces, este extraño fenómeno, de jubilados y jubiladas prematuros, algunos en el fin de sus cuarenta, de sus cincuenta o sesenta quienes en plenitud de sus condiciones, con experiencia y fuerza comprobadas, pasan a formar parte del ejercito de reserva del país, en mi concepto, personalísimo, de forma prematura a menos que estén enfermos.
Algunos porque están cansados o por seguir la corriente que los arrastra o simplemente por flojera, vaya usted a saber por qué?
Jubilación o retiro, como también se le llama, fulana o fulano no están haciendo nada, están retirados, ah y eso de que no hacen nada no suele ser cierto, sus hijos e hijas suelen endosarle algunas diligencias o actividades con los nietos.
Se retiran ya sea porque formalmente les toca retirarse de acuerdo a las normas institucionales que nos rigen, que seguramente deben ser y en su momento serán sometidas a una exhaustiva revisión o porque eso es lo que casi todo el mundo hace a nuestra edad, así razonan mecánicamente.
Un amigo, mayor y estudioso por demás, de esos que no se retiran nunca, lo que hace es trabajar, me insiste que es un asunto eminentemente cultural, que responde a una concepción del mundo y de la vida que él llama etapista.
Así es la cultura en que nos ha tocado vivir, razona.
La vida es una sucesión de etapas perfectamente definidas y que debe ser vivida de acuerdo al código establecido, al pié de la letra, sin protestas, ni incomodidades de ningún tipo y en casi perfecta aceptación y felicidad infinitas, esa es la norma.
Pero recuerda, me aclara, que hay en este planeta que nos contiene, otras culturas que permiten y promueven la creatividad de sus adultos mayores sin enterrarlos en vida ni someterlos a una paralización indefinida, manteniéndolos prácticamente esperando solamente morirse, mirándose pasivamente las caras.
Y les añado: no se les olvide que casi todo está diseñado para que colguemos las armas antes de tiempo, entonces, atentos y despiertos.
Cuidado con los cantos de sirena de los que ya se entregaron, a otro perro con ese hueso.
A los que estamos dentro de ese rango les digo: no se dejen engañar, caminen a su ritmo pero caminen, pónganse moscas, defiendan sus derechos, manténganse activos y no se dejen someter.