La historia de los Administradores de justicia, ordenadores de la ley, etc. Esta llena de errores, razones políticas, coyunturas, necesidades personales, anulación de unos y otros y es que desde la decisión de que Caín no fuera de la gracia de altísimo por ser este agricultor y darle ofrendas de frutos, cuando el propietario de nuestras almas e inclusive de las almas de los desalmados, prefería el sacrificio de animales. El Caín ese cayo en algo que seria un ataque de celos por un hombre (divino) y asesino a su hermano. Lo otro son discusiones teológicas e interpretaciones bíblicas.
El capitán Dreyfus fue condenado a prisión en la Guyana Francesa, suficiente bibliografía hay acerca de este caso que estremeció a la sociedad francesa, y gracias al valor civil de algunos entre ellos del intelectual y escritor Emile Zola, la historia de una injusticia hubiera conseguido su objetivo culpar a un inocente por sus creencias religiosas ( Dreyfus era judío) del delito de espionaje, militares se prestaron a esa conjura contra uno de los suyos, recordemos: el caso Dreyfus fue el proceso de acusación y condena con pruebas falsificadas del capitán del ejército francés Alfred Dreyfus por espiar para Alemania. Una vez se fueron conociendo los entresijos de la conspiración, que implicaba a altos mandos del ejército y el contraespionaje franceses, la justicia militar se negó a rectificar y a declarar la inocencia del acusado. La sociedad y la política se polarizaron en un debate entre defensores y acusadores del capitán con tintes antisemitas y antialemanes, que equiparaban la exoneración de Dreyfus a una humillación para Francia. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/caso-dreyfus-complot-antisemita-que-dividio-francia_15049?adlt=strict&toWww=1&redig=5DFBA543D7FB454AB01FAD149069975C
Detrás las bambalinas de los medios de comunicación y de las palabras de las autoridades francesas había muchas mentiras voluntarias o involuntarias. ¡Recordemos aquel texto de Emile Zola donde pone el dedo en las llagas de la impoluta justicia francesa, aquel J’accuse…! Que deja sin barniz y sin brillo los señalamientos de un ejército que se sentía invulnerable a los dictámenes y escrutinios de la opinión publica y es que hoy mas que nunca vale la pena recordar ese extraordinario texto del intelectual francés y comprender que dentro del mundo civil sobran ejemplos de coraje y de valor frente a la adversidad y frente al orden cerrado, recordemos:
Señor presidente, concluyamos, que ya es tiempo.
Yo acuso al teniente coronel Paty de Clam como laborante -quiero suponer inconsciente- del error judicial, y por haber defendido su obra nefasta tres años después con maquinaciones descabelladas y culpables.
Acuso al general Mercier por haberse hecho cómplice, al menos por debilidad, de una de las mayores iniquidades del siglo.
Acuso al general Billot de haber tenido en sus manos las pruebas de la inocencia de Dreyfus, y no haberlas utilizado, haciéndose por lo tanto culpable del crimen de lesa humanidad y de lesa justicia con un fin político y para salvar al Estado Mayor comprometido.
https://ciudadseva.com/texto/yo-acuso/?adlt=strict&toWww=1&redig=F9BB2F734DB64A17BC13F62FEF5FD449
Las purgas durante los años del estalinismo fueron todas cobijadas por la prensa soviética de entonces y por gran parte de la intelectualidad de izquierda de esos años, cientos de miles de hombres y mujeres fueron llevados a unas especies de juicios y luego de "amplias y profundas investigaciones" del Estado Revolucionario fueron llevados a los Campos de Concentración soviéticos o condenados a muerte, incluso a morir de hambre, el caso del gran genetistas Vavilov es de los más dramáticos, sin obviar lo tenebroso que fue toda la maquinaria controlada por Stalin y su camarilla de colaboracionistas para exterminar toda disidencia externa o interna, cualquiera que se preocupe por leer algún texto de historia puede conocer los niveles de sadismo y terror con la cual Stalin y su camarilla criminal aplicaron el hoy conocido como Terrorismo de Estado (para limar asperezas) : El asesinato de Sergey Kirov- un líder de partido comunista y leal seguidor de Stalin- a menudo se considera como el comienzo de la purga. Algunos historiadores sospechan que Stalin mandó a matar a Kirov por temor a su creciente popularidad dentro del partido. Fuente: The Epoch Times en español
En Venezuela trato de olvidar el caso de Fernando Alban ese concejal por Caracas que fue arrojado por sus "custodios" desde lo alto de un edificio, lo que se escuchaba en la calle era que lo habían lanzado, que era imposible negarlo, sin embargo, siempre hay un, pero. Las autoridades negaron tal hecho e incluso fueron más allá, se intentó retroceder a tiempos pre/descartianos donde el dudar no era cosa fácil, dudar del dogma tenia un costo a veces excesivo. Espero no sea demasiado recordar: «Funcionarios de alto nivel consideraron la muerte del Sr. Albán como un suicidio, aunque la información forense suscita dudas sobre esta conclusión, como se detalla a continuación», dice el documento de la ONU.
La historia y la crónica de estos largos días nos va señalando que las cosas no son siempre como dice quien manda, quien esta empoderado y muchas veces la duda esta cargada de muchas certezas. De los periodistas y los que apoyan a pies juntillas las opiniones de los poderosos o del poderoso en turno, mejor ni hablar yo veo muy poca televisión abierta y aun mas me aburre el pleonasmo y la cacofonía, vamos viendo y gracias a las redes sociales nos vamos enterando de algunos excesos, yo solo viendo detalles y leyendo novela negra y otra novela de espionaje, tendremos que esperar que las partículas se precipiten para ver el agua transparente, aunque no es potable.
Notas a pie de página: Tupamaro José Pinto em huelga de hambre, y sigue esperando la vista del diputado Figuera del PCV a su sitio de reclusión, yo lo iría a visitar pero la visita de un simple fotógrafo no dará el colorido ante la opinión publica que se merece el dirigente Tupamaro, yo prefiero los amigos a los camaradas en los amigos hay confianza y buen consejo, en los camaradas solo actos políticamente correctos.