El asesinato del camarada Carlos Lanz y del expremier japones Shinzo Abe ocupan nuestro interés. Obviamente, más el primero que el segundo. Quienes asesinaron a Carlos Lanz tienen el mismo origen social de su víctima: son pueblo. La victima luchó toda su vida por la justicia social. Quien asesinó al ex primer ministro japones es de clase social popular y estaba harto del engaño de la clase política de su país. El occiso era de la clase alta. Japón, el único país sobre el cual cayeron bombas atómicas gringas produciendo más de 200.000 muertos, hoy está sometido a los gringos (Hay tropas norteamericanas en su interior) con la complicidad de su clase dominante nativa. Venezuela vuelve a ser hoy "un país en venta" por decisión del gobierno.
El sistema que "construyó" a los asesinos de Lanz y del ex premier japones es el mismo: el capitalismo. El mismo que "vino al mundo chorreando sangre por todos los poros", y de esta manera desaparecerá. El capitalismo construye un sujeto a su manera, en razón de sus intereses. El mercado es la columna vertebral del sistema capitalista, todo lo que se vincule con él es estimulado. Controlar lo emocional en el sujeto es clave para el mercado. Tener y poseer es la presea a conquistar. Para esto, todo vale. El capitalismo no tiene ética ni moral; tiene intereses. El sujeto que construye, está modelado por los intereses del modelo. Hará que "Los árboles no le dejen ver el bosque". El primero fue un asesinato movido por la corrupción y el segundo tiene tintes políticos. La corrupción es inmanente al sistema capitalista. Corrupción y traición suelen andar juntas.
El capitalismo es un enjambre de contradicciones dialécticas: ellas lo mueven. Sin sus contradicciones no existiría. El mercado es la columna vertebral de este sistema. El mercado más que resolver, crea problemas. Controlar lo emocional y manipular los deseos humanos es asunto clave para el mercado. Tener lo material o carecer de ello, es una obsesión construida por este referente sistémico. Con las manos callosas de los trabajadores se hacen las mercancías a las que poco acceso tienen sus laboradores: se le extrañan, le resultan ajenas. La riqueza se hace con el trabajo ajeno, pero también con la corrupción. "El ser social determina la consciencia y no es la consciencia la que determina el ser social". EL CAPITALISMO HA CONSTRUIDO UN SUJETO PARA EL MERCADO. El mercado es competencia. Competir, producir, consumir, TENER, son poderosas herramientas del mercado. La historia es lo real y concreto que avanza por las contradicciones antagónicas entre clases sociales. No es el desplegar de IDEAS ANTAGÓNICAS (Hegel); es "lucha de clases "Marx. PARA TRANSFORMAR LO REAL CONCRETO (Tesis XI) hay que desideologizarlo, comenzando por el sujeto transformador.
El capitalismo suele ser percibido fundamentalmente como factor económico. En verdad es un todo sistémico: articulación de una totalidad existencial y holística. En esta dominación, lo cultural tiene un papel poderoso como controlador social. Lo culturar se desplaza en el todo social; penetra todos sus intersticios. De repetición en repetición se va instalando en la persona y en la sociedad, legitimando su credibilidad pública. El capital construye un sujeto que encaje en sus intereses: competitivo, consumista, individualista y de ser posible pragmático. Son parte de su aprendizaje. Lo cultural se desplaza en toda la sociedad. "Buen caballero es Don dinero".
Todo parece señalar, que la corrupción económica y política está implícita en este horrible asesinato de nuestro camarada Carlos. Apropiarse vender o aprovecharse de bienes públicos es de vieja data. Bolívar no pudo erradicar la corrupción. De la gesta independentista salieron colosales riquezas personales y no fue solo José Antonio Páez el beneficiado. Conocidos generales de la independencia, fueron después presidentes de la nación. El mantuanaje les pagaba "sus favores": habían confiscado el proceso revolucionario independentista. Solo se logró nuestra separación de España. La misma oligarquía colonialista continuó dominando: Bolívar había "arado en el mar". Zamora se alzó contra latifundistas y traidores: "Tierras y hombres libres" y lo asesinaron. La pobreza siguió en aumento, lo que explica 70 años de guerra civil: 1830-1900. Llegó "Chito" y metió en cintura al país, para entregarle nuestras riquezas a los gringos. Los falsos libertadores ahora eran represores.
La corrupción, ese demonio que todo lo devora parece ser el centro del vil asesinato de Carlos Lanz. "La ambición rompe el saco" y las perversidades desnaturalizan la condición humana. El asesino del ex ministro japonés, mató por no poder tener justicia. Los dos casos tienen que ver con factores propios del sistema capitalista. El capitalismo no es convivencia es competencia. Tener da privilegios: "distancia y categoría". Los asesinos de Carlos no midieron las consecuencias; asesinaron un referente nacional y esto conmocionó al país, la presión pública se desató, pero no imaginábamos este entramado maldito de la muerte. Cuando se pierde la consciencia sensible se puede llegar al infierno. ESTA SOCIEDAD ESTÁ ENFERMA.
Por su estructura, el capitalismo es un enjambre de contradicciones históricas. Antagonismos reales concretos y cuantificable. No son contradicciones etéreas en el mundo de las ideas (Hegel), son contradicciones existentes en la realidad. Son contradicciones dialécticas entre clases opuestas lo que dinamizan a la historia. LA REALIDAD ES LA HISTORIA O LA HISTORIA ES LA REALIDAD. Interesadamente se obvia la dialéctica en la interpretación de lo histórico, para ocultar la etiología de las contradicciones sociales. "Por ahora" gana "el amo", pero la revolución liberará "al esclavo" y lo hará triunfador sin importarle el "reconocimiento" del "amo". UNA REVOLUCIÓN DEVOLVERA AL HOMBRE SUS CONDICIONES HUMANAS, lo juntará con la naturaleza y lo social será LO COMÚN. El sujeto será otro sustancialmente distinto al de hoy. La revolución no es un mito, es la vida misma de la historia. Es la marcha de la historia en tanto contradicciones de opuestos sociales reales y concretos.
El capital no tiene ética: "tiene intereses". Corromper, prostituir, degradar a los otros y a él mismo, está en el horizonte de la cultura sistémica capitalista. Este camino puede conducir a la animalidad a lo insólito, a la degradación moral y al vil asesinato como el de Carlos. El capitalismo deshumaniza y es deshumanizador. Carlos Lanz fue siempre un revolucionario. "La historia lo absolverá". MURIO DE PIE: "DISPARE QUE VA A MATAR A UN HOMBRE" gritó ERNESTO. HASTA SIEMPRE CAMARADA CARLOS. CON RESPETO Y DOLOR TE DESPEDIMOS. LA INTERNACIONAL TE CANTAMOS.