De repente algo funciona, hace cinco años y unos meses tuve que obtener un nuevo pasaporte y de verdad fue calamidad tras calamidad fueron meses nada amables y la esperanza de ser un indocumentado no me agradaba mucho. Y conste que escribí varios artículos denunciando y alertando de lo que ocurría, incluso el servicio consular de esos días rayaba en una ineficacia digna de un chiste cruel.
Al parecer la burocracia madurista o sería el nuevo equipo consular aprendió hacer las cosas y esta ocasión no puedo esgrimir queja alguna contra un servicio consular que en mi caso fue eficiente y amable a la hora de expedir el nuevo documento, no imaginaba que algo en el madurismo podía funcionar y es que en una sociedad donde la matraca es una institución, la ineficiencia es una constante y la tardanza una variable de uso permanente. Tengo que decir que el servicio consular venezolano en México mejoró sustancialmente y eso tengo que reconocerlo.
Y es que andar sin identidad internacional es en mi caso una verdadera angustia y nuestro documento bastante devaluado a nivel de aceptación de viajar sin visa, sigue siendo nuestro documento de identidad y como venezolanos ya aunque el gobierno se haga la vista gorda por nosotros como pueblo o individuos, algo debemos tener que nos diga que somos venezolanos y que nos haga añorar nuestra tierra a pesar de los accidentes políticos que ocurren en una nación de casi un millón de kilómetros cuadrados.
Lo que si veo alrededor de nuestra sede diplomática es a decenas y decenas de compatriotas al parecer con deseos de regresar a casa o al terruño y otros según me confesaron desean llegar a toda costa a USA. Yo no me imagino caminando miles y miles de kilómetros para llegar al "sueño americano) que para muchos paso de ser el american way of life al american way of dead yo asumo mi resistencia con lo gringo aunque no puedo dejar de decir que la cultura del siglo XX en una gran parte es la cultura del gabacho desde el cine de Hollywood, hasta los zapatos de corte bostoniano, sus grandes y vigorosas universidades o "su atlética democracia" en palabras de Alfredo Maneiro.
Las cosas marchan al paso que imprimimos y a veces podemos hacer un paso más firme y otras veces más rápido y a pesar de la represión se van viendo destellos de una Venezuela mejor y no gracias a los políticos que son toda una fauna que van desde alacranes hasta vampiros, pasando por mapurites a cachicamos y uno que otro tigre y tiburón. La población nacional trabaja por su cuenta y por sus cuentas va escapando del infierno. Dolorosamente el BCV fue aniquilando al bolívar y nuestra población fue entendiendo que tenía que buscar otras formas de intercambio comercial y lo logró trueque, dólares, trabajo. Nada de esto estaba previsto por el gobierno ellos y sus aliados estaban más interesados en aniquilar a PDVSA, intentar hacer de un mercader como Barranquillero un héroe de la independencia o el decimotercer apóstol de Jesucristo. San Alex Saab.
Celebro tener pasaporte y lo celebro de veras, salto de alegría y solo me queda comenzar a darle utilidad, tengo una exposición pautada en Bogotá y otra un poco más lejos. Un trabajo de luchador@s sociales de Colombia, México, Ecuador y Venezuela. Ninguna fotografía hace eco de las marchas de organizaciones del PSUV que a mi manera de ver todo movimiento que se anexe al PSUV o al gobierno venezolano es solamente parte de una correa de transmisión que recibe órdenes y las ejecuta. No son rebeldes, son la abyección con gritos inconexos y que nada tiene que ver entre los hechos cotidianos y el "imaginario" del militante madurista.
Notas por ahí: La Escuela de Teatro Ramón Zapata va deteriorándose de a poquito y de seguir haciéndolo podrá declararse en emergencia. Es un espacio que a mi parecer no reúne los requisitos mínimos en lo que a planta física se trata para recibir una carga importante de alumnos y maestros. A esperar a que sus autoridades tomen un poco de aliento y puedan en los hechos hablar con el ejemplo y exigir el mejoramiento y remozamiento de un edificio que se sitúa a pocos metros de la gobernación del Estado Carabobo.