La criminalización de la protesta campesina de los pequeños agricultores en la Venezuela del Señor Presidente Nicolas Maduro Moros

Jueves, 09/02/2023 08:42 PM

La criminalización de la protesta campesina de los pequeños agricultores en la Venezuela del Señor Presidente Nicolas Maduro Moros

Del pasado venezolano nos correspondió leer sobre hechos vergonzosos de los gobiernos anteriores como la prision y muerte del tocuyano Pío Tamayo durante la Dictadura de Juan Vicente Gomez (1908-1935), y otros hechos que fueron bautizados como "La muerte de Eutimio Rivas" un estudiante merideño asesinado en la Universidad Central de Venezuela por el regimen gomero del Presidente Eleazar Lopez Contreras, en el año 1937; se conoce tambien "La masacre de Turen" en la Dictadura del régimen militar de Marcos Perez Jimenez en donde asesinaron cerca de cien agricultores y la emblemática cuarta república, tan criticada por el chavismo-madurismo, tiene a sus iconicas masacres en Cantaura (estado Anzoategui, 1982) y en Yumare (estado Yaracuy, 1986).

Ahora, este gobierno pretende anexar a la lista de episodios aborrecibles la encarcelacion de campesinos caficultores y dirigentes luchadores que por medio de una protesta pública exigen la dignificacion del esfuerzo agroproductivo que hacen desde la tierra que cultivan.

Recordemos que los caficultores inician una "seguidilla" de reuniones y conversaciones con representantes de instituciones del Ministerio de Agricultura que puedan impedir la continuada importación de café de mala calidad que ocasiona el descenso de los precios de un saco de café a niveles que no les permite cubrir la inversión realizada, sin obtener respuestas del Estado venezolano.

Los caficultores acuden a los escasos medios que se atreven a publicar sus denuncias y no hay instancia que pueda atenderles y es, precisamente, por este motivo al que acuden a una masiva protesta pública que logra sensibilizar a una buena parte de la comunidad o medios.

La Constitución venezolana, que en otros tiempos fue la carta pública expuesta por su propulsor, Chávez, ya no parece ser útil para el actual presidente en los últimos años.

No la comentan. No la leen.

No la internalizan. No la muestran.

En aquella Carta Magna se expresa que Venezuela se constituye en un Estado Social de Derecho y de Justicia, pero aquella justicia no hace honra a los productores de café cuando con estupor observan una indiscriminada importación de café que solo favorece a los grandes industriales.

También establece aquella Constitución que todo ciudadano puede dirigir peticiones ante cualquier instancia del Estado venezolano y obtener de él oportuna respuesta, cosa que hacen los caficultures y nada sucede.

El Estado venezolano actual, sus instituciones y sus representantes, parece sordo, ciego y mudo.

Escrito está en esta constitución vigente que en Venezuela están prohibidos los monopolios, la cartelizacion del mercado y los mecanismos concertados para lograr la posición de dominio que en los mercados busque el perjuicio de los productores y pretenda favorecer al industrial.

También establece esta Constitución que el Estado priorizará la agricultura venezolana, cosa que evidentemente no ocurre.

Ahora bien, frente a tanto desacierto gubernamental el pequeño productor sale a protestar y abrigandose aquel derecho constitucional solo desea ser atendido por un Estado que está obligado a darle respuesta, pues sencillamente se trata de su reivindicación y de la mejora de su condición social.

Lejos de eso, sin ser atendido en sus exigencias recibe una orden de captura por su iniciativa de protesta pública.

Sencillamente, este acto es grosero en demasía.

La historia es aleccionadora.

En el año de 1748, en la Caracas colonial, en época del dominio comercial de "La Compañía Guipuzcoana " que impedía la libre comercialización del Cacao y otros bienes adquiridos a los agricultores, se alza Don Juan Francisco de León y concentrando una gran parte de seguidores, de Panaquire, logra poner en jaque a aquellas autoridades al exigir el sano derecho de gozar de buenos precios para las cosechas.

Cosa lograda luego de mucha sangre, pero lograda.

De veras que con lo que hoy acontece en esta Venezuela actual, ni la España imperial se atrevió a tanto.

Recordemos que cuando Hugo Chávez realiza su intentona golpista (en 1992) lo hace invocando una mejora social y denunciando la corrupción voraz de aquellos años, y algo parecido es lo que invocan nuestros caficultores, algunos en la cárcel y otros en persecucion.

¿ Hacia dónde vamos ?

A los dirigentes cafetaleros de hoy se les imputan delitos con base a una Ley contra la Delincuencia organizada, pero según la definición de este mismo concepto en la propia Ley, el mismo no aplica para ellos pues solo son agricultores de "manos cayosas" por el arado, el machete y la escardilla.

Presumiblemente, se les imputan delitos de "odio y discriminacion", pero cómo hace un grupo de ciudadanos para hacerse sentir ante un Estado ciego que no garantiza sus derechos constitucionales ?

A que medios acuden ?, cuando están inmerso en instituciones hegemonicas de independencia precaria o autonomías cuestionables, impropias de un sistema democrático común.

Las agrupaciones colectivas de agricultores de América Latina como "Vía Campesina", "Dignidad cafetera" de Colombia, el Movimiento de los "Indígenas zapatista" del sur de México, "El Movimiento de los Sin Tierra" de Brasil, La lideresa indígena de Guatemala: Rigoberta Menchu, y otros colectivos que hacen vida en el Foro Social Mundial deben hacerse eco de la gravedad que acontece con los campesinos en Venezuela, puesto que nada ha cambiado en las condiciones ni en las causas que motivaron las protestas de los caficultores, cuyos dirigentes hoy se ordena su encarcelacion.

Sorprende y causa suspicacia la rapidez con la que actúan los actuales representantes del Estado para la criminalizacion de una protesta campesina e indigna observar como aún no logran ser atendidos en sus exigencias sociales.

Los pequeños agricultores y la sociedad venezolana, impregnada de miedo, ve en este accionar un elemento más de amedrenramiento hacia el pueblo desatendido.

Sin lugar a dudas que la respuesta del Estado venezolano es exagerada y desproporcionada y más que sumar, resta simpatías hacia sus representantes.

Ing. Agr. MSc. Freddy Colmenárez-Betancourt / 11.585.479 / caficultor desde hace 25 años / Ex Investigadior agrícola del INIA Portuguesa / fantonicb@gmail.com / Sanare, Lara, Venezuela.

09 Febrero de 2023.

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