¿Qué hay que saber sobre esta oleada mortal de criminalización del pueblo yukpa y con ellos de TODOS los pueblos indígenas de Perijá?
Esta criminalización se de justo en un auge de la movilización yukpa por sus derechos mas elementales. La actual situación de los pueblos indígenas en Perijá amenaza su propia existencia, no hay ninguna garantia de salud o de alimentación y hay reaparecido de forma pandémica enfermedades curables que se creían superadas, como la tuberculosis.
Este criminalización tiene como base, no las acciones directas de los yukpa o de otros pueblos, es un racismo estructural que prevalece en asentamientos coloniales surgidos tras la terrible ley de misiones vigente hasta mediados del siglo 20 que propiciaba el despojo de territorios y la matanza. Sabemos que algunas acciones merecen la atención jurídica establecida, pero con prevalencia de la justicia propia, ya que este racismo estructural lo es aún mas en las instituciones jurídicas y policiales y militares, no importa la ideología que administre las mismas.
En estos asentamientos coloniales surgidos al servicio de las fincas y latifundios, prevalece una cultura que justifica el crimen, varias generaciones de maestros indígenas han intentado cambiar esto en tributo a la convivencia pacífica y no ha sido posible pese al compromiso de ellos, tal vez porque no han variado en un ápice las bases del despojo que debe justificarse en la vida de estos asentamientos.
Los pueblos indígenas con distintas visiones se han negado a aceptar la política fraudulenta de demarcación que sin mediar diálogo ha propuesto el gobierno violando incluso las leyes la Constitución. La corrupción en esta politica, como en otras políticas sociales ha sigo una constante.
Y la única política sostenida y coherente ha sido precisamente los planes de control y represión como el plan yukpa en Perijá, un plan militar con disfraz de plan de asistencia, quienes no se han subordinado, han sido aislados, criminalizados y muchos de ellos asesinados como es el caso de Sabino Romero Izarra, caido en una acción sicarial ejecutada y protegida por miembros activos de los cuerpos policiales y militares.
Algo dificil de comprender, pero que ha sucedido en todos los procesos similares de las sociedades humanas, cuando el despojo y el saqueo colonial de impone es que los pueblos sobrevivientes solo tienen caminos irregulares para sobrevivir y van perdiendo su identidad sustituida por la identidad proscrita que les da la colonización. Esto ya está pasando en Perijá y requiere un cambio sde la bases inconfesables de la política actual para los pueblos indígenas.
La ausencia de sinceridad del estado, sobre todo en los últimos 20 años, que ha pretendido ocultar los planes mineros en territorios indígenas y ha favorecido el auge del viejo racismo colonial en Perijá para mostrar lo que sucede como algo ajeno a sus acciones, con propaganda solo creíbles muy lejos de los territorios es algo que denunciamos frontalmente.
Mientras, propician un enfrentamiento de gente con gente poniendo leña en las antiguas costumbres coloniales de los hacendados. Hace mas de 10 años hicimos un intento sólido de sentar a las partes y todos acudimos con sinceridad a ese encuentro, menos el gobierno.
Claro que es racismo lo que nos mata y en Perijá, pero este ha resurgido porque no han cambiado las condiciones de injusticia que hacian del racismo una cultura natural. Mas bien las bases injustas de este despojo se han exacerbado con ayuda del gobierno y del estado.