Después de casi un año de su detención, se efectuó el juicio al locutor Lenin Rojas, el cual fue -valga la redundancia- juzgado por los delitos de actos lascivos, acoso y hostigamiento contra la ciudadana María Virginia Montiel Rincón, resultando en su condena por un período de tres años y ocho meses. El condenado fue enviado a cumplir la condena en su casa; es decir, se le otorgó casa por cárcel.
Es necesario acotar varias cosas en este caso. La víctima, María Virginia Montiel Rincón, hizo pública su denuncia a través de videos que subió a las redes sociales, en los cuales acusó a Rojas no solo de actos lascivos, acoso y hostigamiento, sino directamente de violación. Refiere Montiel Rincón, que el ex trabajador de la locución accedió carnalmente a ella a través del uso de la fuerza; es decir, haciendo uso de su superioridad física y por medio del uso de la violencia, la penetró en contra de su voluntad. Ella, al momento de ir a hacer la denuncia al Ministerio Público, lleva el examen que se le practicó y en el que constaba que había señales de daño en sus partes íntimas, lo cual era demostrativo de la violación que había sufrido. Posteriormente, al reunirse en la fiscalía junto con su abogado, le es informado que el examen referido se había perdido (traspapelado). Es por eso, que el ahora condenado, no es imputado por el delito de violación. Cabe destacar que ya la víctima venía luchando por su caso desde hacía tiempo, y es solo a través de la orden emanada del Fiscal General de la República, Tarek William Saab, que consigue la atención necesaria para el procesamiento de quien, a la postre, sería condenado. Es importante indicar, que el delincuente sexual Lenin Rojas, jamás pisó la cárcel o ningún centro de detención, puesto que cuando fue detenido el año pasado alegó que venía siendo objeto de amenazas y que temía por su vida, por lo cual fue enviado a detención en su casa.
Ahora bien, no es la única vez que Lenin Rojas es acusado de delitos sexuales, ya que la ciudadana Lucia Di Vita, actualmente residente en España, también aprovechó las redes sociales para señalar a Rojas por violencia sexual, tildándolo de violador. Además de ello, asegura que hay muchas otras víctimas que no han querido denunciar. Estamos entonces, muy probablemente, ante un caso de un delincuente sexual en serie.
En mi opinión, no hay delito peor que la violación; nada hay más vil y degradante. Tanto es así, que sabemos lo que le pasa a los violadores en las cárceles; ni los mismos presos los soportan. En el caso de marras, es inexcusable que un examen, que una prueba tan importante se le haya extraviado a la fiscalía. Pienso que no hubo justicia, creo que Lenin Rojas, amparado en los errores de la fiscalía y en las leyes venezolanas, salió favorecido a pesar de su condena (vamos a llamarla así, pero lo más seguro es que esté viendo Netflix muy tranquilo en su casa). La víctima fue, entonces, doblemente victimizada; primero por quien abusó de ella, y segundo por un inoperante e irresponsable sistema de justicia. Demás está decir, que los DD.HH de Lenin Rojas fueron más respetados que los de María Virginia Montiel Rincón, quien ahora tendrá que ver cómo la persona que la mancilló está en su casa. El funcionario que perdió la prueba que pudiera haber llevado a una condena por violación, debería ser, a todas luces, destituido y castigado.
Pronto veremos en la calle de nuevo a Lenin Rojas, pronto habrá de nuevo un delincuente sexual codeándose con nosotros, nuestras hijas y seres queridos. El trauma que este individuo causó a sus víctimas es indeleble. Rojas fue un peligro en la calle y lo volverá a ser, ya que es un aberrado, un ser incapaz de la más mínima empatía, un depredador sexual que no fue justamente castigado.