El decreto de Guerra a Muerte… al Terrorismo y la Violencia

Jueves, 01/08/2024 04:45 AM

"Españoles y Canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables"

SIMON BOLIVAR

"Apreciados camaritas", comenzó diciendo mi estimado Anacleto, "tengo que ser muy cuidadoso con lo que les voy a decir, para no caer en eso del «discurso de odio»; los momentos que vive la patria así lo exigen. Ocurrió lo que tanto se temía de las elecciones: un perdedor que se niega a reconocer los resultados de éstas. Por eso, antes de que empecemos a hacer un análisis de lo que estamos viviendo, deseo que hagan memoria de dos cosas: la primera es recordar lo que hemos venido tratando en nuestras últimas reuniones sobre la real intención de la que sin ser candidata, por estar inhabilitada, era la cara visible y la mandamás de un sector de la oposición que participó en este proceso; la segunda, la importancia de reconocer el contexto en el que fue emitido el «Decreto de Guerra a Muerte» del Libertador y los objetivos que Bolívar buscaba alcanzar. Sobre la primera ya hemos discernido bastante en tres o cuatro reuniones que han dado pie a artículos sobre el tema; pero la segunda nos muestra un ejemplo de las medidas extremas que a veces se consideran necesarias en tiempos de guerra. Y «GUERRAS» es lo que ha vivido Venezuela desde el triunfo y ascensión al poder del Eterno Hugo Rafael; guerra económica, guerra mediática, guerra sanitaria, guerra monetaria, guerra psicológica, guerra digital, de cuarta, de quinta o quién sabe de qué generación… y pare de contar. ¡Y Chávez siempre predicando la paz! La segunda Independencia de Venezuela no sólo la ganó El Gigante Hugo en un proceso eleccionario, sino también en una batalla por el corazón y la mente de su pueblo. Su profético «por ahora» cumplió su propósito al movilizar a la población y consolidar el apoyo a la causa revolucionaria. Su «Chávez ya no soy yo», «tú también eres Chávez» caló en el corazón de las clases más marginadas por los gobiernos elitescos que se alternaron por más de 40 años en el poder, gobiernos que por cierto cometieron numerosas atrocidades contra la población civil, lo que generó un clima de odio y desconfianza. ¿Qué buscaba El Libertador con su Decreto? El Decreto fue un documento contundente y sin la más mínima concesión, con un doble propósito: 1. Intimidar a los españoles y canarios que vivían en el país a tomar partido o enfrentar la muerte; 2. ofrecía una amnistía a los venezolanos, incentivándolos a unirse a la causa patriota sin temor a represalias. No dejaba lugar para ambigüedades. Hoy, luego de finalizar una fiesta democrática con la reelección de Nico, vivimos situaciones similares, guardando la distancia, a las sufridas por el Libertador: ataques terroristas por doquier y de todo tipo, sobre todo mediático-digitales, sumados a la violencia por parte de quienes NUNCA tuvieron realmente en su mente la contienda electoral. ¿Era esto su «hasta el final»?, ¿un plan macabro ideado por sus amos extranjeros en el que la vida del venezolano no importaba nada, con tal de lograr sus objetivos? Bueno camaritas, para ello se hicieron de los servicios de cuanto malandro nacional o extranjero encontraron para lograr, con su accionar violento, la distracción necesaria que evitara que los patriotas nos diéramos cuenta de la activación de su otro plan: el ataque al sistema de transmisión de datos del CNE para lograr que no pasaran las actas con los resultados de la voluntad popular y tener que aceptar los números falsos que ellos presentarían. ¡Volvieron a subestimar a Nico! Este tomó las medidas pertinentes para solucionar el problema, algo que enfureció tanto a la Sayona que ordenó la intensificación de la violencia. La situación está controlada. Es ahora el momento de elaborar un Decreto de Guerra a Muerte ajustado a las circunstancias que impida que acciones como estas, vuelvan a cobrar vidas del pueblo".

¿Qué significa elaborar un "nuevo Decreto de Guerra a Muerte"?, ¿matar a quienes piensan diferentes? ¡No, jamás! Sería una medida extrema, en caso de invasión y en contra de quienes brindaren apoyo a fuerzas externas que deseen aniquilarnos. El decreto deberá tener un efecto psicológico significativo al eliminar la posibilidad de neutralidad, porque forzará a la población a tomar una posición clara, lo que ayudaría a consolidar la identidad nacional venezolana. En criollo: eres chicha o eres limonada. Sé que sin embargo puede polarizar aún más las tensiones, así como también puede suavizar actitudes en el escenario político; es una medida extrema de efectos profundos y duraderos que puede dejar un legado complejo y controvertido. Pero este decreto se debe tratar en el ámbito de las leyes existentes y la constitucionalidad, pues para eso existen: se deben aplicar las leyes contundentemente, caiga quien caiga, y así dar "muerte" a la posibilidad del terrorismo y/o la violencia que cobre vidas del pueblo, sancionando con largas penas de prisión a quienes la propicien y/o financien.

El "Decreto de Guerra a Muerte al Terrorismo y la Violencia" sería una medida extrema que tendría efectos profundos y duraderos en el curso de la democracia venezolana que obligaría a quienes aspiren a la práctica del quehacer político, a pensar dos veces antes de aventurarse por caminos violentos. Nadie puede temer algo en contra de la protesta mientras sea pacífica, porque nadie debe ser obligado a un pensamiento único. Un Decreto de tal índole puede crear malas interpretaciones, miedo y hasta urgencia si se piensa que se trata de "eliminar físicamente" al infractor, si la amenaza de muerte es para aquellos que "no apoyan" activamente la causa revolucionaria. No, es para dar muerte a la "posibilidad de terrorismo" sancionando con largas penas de prisión a quienes lo propongan, lo propicien, lo financien o lo practiquen. No es sólo para los que caigan en flagrancia, sino también para sus jefes de cuello blanco. Debemos tener en cuenta que a veces nuestras percepciones pueden ser engañosas, y a menudo preferimos creer en lo que queremos ver en lugar de enfrentar la realidad.

A largo plazo, un decreto de esta índole y los eventos asociados a él, se integrarán en la memoria colectiva de la nación venezolana. Los sacrificios que realicen los patriotas se convertirán en elementos centrales de la identidad nacional, recordados y honrados en la historia y la cultura del país, consolidando el sentimiento patriótico y fortaleciendo el sentimiento de unidad y solidaridad. Este sentido de pertenencia y propósito común es crucial para la moral y la cohesión del pueblo. ¿Qué tendrá repercusiones internacionales y debates sobre la legitimidad de las tácticas a emplear y la forma de juzgar actos y actores? ¡Qué más da! Si ya, en un afán de revivir al extinto "Cartel de Lima", unos cuántos presidentuchos hace tiempo que hablan paja de nuestro gobierno y de Nico, acusándolo de "dictador", pero callan ante lo de Dina Boluarte, Milei, Boric, Noboa y Lacalle en sus países. Ya Nicolás dio un paso al respecto: ordenó la salida del país de los embajadores de los países que no han reconocido su triunfo. Los que se van no hacen falta… hacen falta los que vendrán.

Al cierre de éste, me informaron que las autoridades pertinentes ya firmaron orden de captura y aprehensión contra La Sayona y EGU por ser los jefes del foco terrorista y violento que ha actuado en el país. Hay más de 800 detenidos que están declarando, y todo los señala. Bueno, que no se les escape la Loca, ya que es público y notorio que Inmundo tomó un avión rumbo a España y ésta no nos los va a entregar, como no ha hecho con el asesino de Orlando Figueras. Los terroristas y violentos capturados, que están cantando sin parar, han sido "encanados" y nadie logrará su libertad. Bueno, ¡pa’lo que les importa a sus jefes! Después de andar en Caracas como Pedro por su casa, el pelanalgas autoproclamado se escapó a Miami, donde vive como millonario, y por los acuerdos de Barbados se soltaron algunos otros que ya volaron. ¿Qué pasará con los terroristas escondidos en la embajada de Argentina cuando sus funcionarios abandonen el país como lo exigió Nicolás? No hay que dejarlos escapar. No olviden que paz sin justicia no es paz. ¿Era "todos encana’os" el "hasta el final" de la loca?

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