Cuando nos enfrentamos a una situación inevitable e ineludible, como por ejemplo, cuando se nos diagnostica una enfermedad incurable, o por el fallecimiento repentino de un ser querido, por citar solo dos casos, es inevitable el sufrimiento, ya que no podemos cambiar tal situación, es agena a nuestra voluntad, y es entonces cuando debemos preguntarnos, que actitud debemos adoptar ante el sufrimiento, se nos abren opciones: o nos dejamos consumir por el sufrimiento, o intentamos conseguirle un sentido al sufrimiento; ante esta segunda opción, nos disponemos a hacer la presente reflexión.
El interés principal del hombre, nos referimos en sentido holistico, no banal, es no buscar el placer, como propósito de vida, (hedonismo) o evitar el dolor, es más bien, encontrarle un sentido a la vida, tal como lo señala el psiquiatra Víktor Frankl (1905--1977), en sus obras, y en ese orden de ideas se trata entonces de encontrarle un sentido al sufrimiento; cuando vemos al sufrimiento en su relación causa-efecto, nos podríamos preguntar, si el sufrimiento y el dolor nos pueden ayudar a crecer?, cuál es paradójicamente el sentido del sufrimiento entre el vacío existencial y la esperanza, y sí a partir de ello le podemos buscar un sentido a la vida.
El sufrimiento mueve al pensamiento, y el pensamiento nos lleva a la búsqueda de lo transcendental, y lo transpersonal, mediante un ejercicio de diálogo socrático nos podríamos preguntar, si todo lo que ocurre en nuestra vida tiene su razón de ser, donde nada de lo que ocurre, es de manera fortuita, o por casualidad, tal como lo dice una de las" leyes espirituales de la India ", (solo ocurre lo que ha de ocurrir), donde toda causa tiene su efecto, y todo efecto tiene su causa, es entonces cuando nos podríamos remontar a lo es espiritual, (si es que no somos materialistas y positivistas), en el marco de nuestra evolución personal y espiritual, seguro que podríamos conseguir una razón para vivir, por cuánto las circunstancias del sufrimiento y del dolor, son capítulos en nuestro transitar por la vida, profundamente humano, como diría Frederick Nietzsche; si lo vemos en esa perspectiva se potencia nuestra personalidad de manera integral, y se fortalece la esperanza y la razón para vivir, no importando cuánto tiempo vivimos, nos lleva a fluir por los caminos de la vida hasta que nos corresponda cambiar de plano.
Consideramos que la presente reflexión sobre el sufrimiento es pertinente y conveniente, ante la situación que estamos viviendo en el presente momento en Venezuela, dicha situación está signada por la complejidad y la incertidumbre, donde muchos de nosotros, nos sentimos como atrapados en una especie de laberinto, al cual no le vislumbramos salidas, ello impacta nuestra salud mental, y ante esta circunstancia se vienen desarrollando muchas psicopatologías, en muchos sectores de nuestra población como son por ejemplo depresión, angustia, ansiedad, y el estrés, entre otras, el índice de suicidios se ha venido incrementando, también la mortalidad por cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares, por citar algunas, todo ello se traduce en sufrimientos, el cual debemos aprender a manejar, para fortalecer nuestra calidad de vida.