Inclusión sin ¿discriminación? Los Juegos Paranacionales Oriente 2024 y el trato inadecuado a las personas con "discapacidad intelectual

Sábado, 14/12/2024 07:53 PM

Es preciso llamar la atención sobre la urgente necesidad de legislar para evitar las discriminaciones y promover la visibilización de la "discapacidad intelectual", como una de las "discapacidades" reconocidas en el sistema paralímpico. Esto lo digo en mi condición de padre cuidador de un paratleta que participó en los recientes juegos para-nacionales Oriente2024, donde debió sobrellevar algunas dificultades productos de unas asimetrías en la organización. Los juegos son un noble esfuerzo del Gobierno Revolucionario Venezolano, que invirtió los recursos económicos necesarios para realizar en las mejores condiciones tan importante evento, que permitió mostrar al país el orgullo de tener compatriotas que han asumido el para-deporte como una oportunidad de inclusión social.

Es preciso sin embargo alertar sobre situaciones que a nuestro entender son irregularidades las cuales pudieron evitarse. En ese sentido es necesario que se trabaje para superarlas. Como ejemplo ponemos el caso de mi hijo que tiene la condición de "discapacidad intelectual" y es parte del equipo de para-atletismo que representó a Caracas o Distrito Capital. Es justo reconocer las dotaciones de uniformes, viáticos, implementos, alimentación y demás beneficios aportados por las autoridades, pero debemos señalar que la delegación hizo el viaje el sábado 30 de noviembre saliendo aproximadamente a las dos de la tarde y llegando a la ciudad de Maturín aproximadamente a las diez de la noche, a partir de ese momento debieron esperar hasta aproximadamente las cuatro de la madrugada en las afueras del hotel, para que les asignaran las habitaciones y poder dormir, quizás "mala suerte o improvisación", ya que a la otra parte de la delegación que estuvo en Anzoátegui no les ocurrió lo mismo.

Para las personas con "discapacidad intelectual" el hecho que les ocurran situaciones como estas, le representan una alteración extrema en su estabilidad emocional. A mi hijo en particular le produjo excesivo cansancio mental y físico debido a su condición, además con el agravante de encontrarse sin personas de confianza a su alrededor que le ayudaran a reestablecerse, ya que su entrenador no fue incluido en la delegación, de esta anomala circunstancia le costó mucho tiempo recuperarse y superar los posteriores inconvenientes que se le generaron. Al parecer el equipo de para-atletismo de Caracas viajó sin el suficiente personal profesional especializado en el trato a personas con "discapacidad intelectual", tan necesario en este tipo de eventos, lo cual hizo la situación más compleja, ya que el día viernes seis (06) anterior a su competencia, a mi hijo se le produjo una crisis de ansiedad que le generó insomnio y no tuvo el apoyo requerido en el lugar para poder superarla. El día sábado siete (07) debió competir con la desventaja de no haber podido dormir en toda la noche.

Lo de mi hijo pudiera ser un caso aislado, pero también pudiera ser un alerta para mejorar en futuros eventos los procesos de atención integral a los para-atletas con "discapacidad intelectual" u otras neurodivergencias. En ese sentido nos parece necesario y urgente establecer oficialmente una normativa que regularice los procesos de atención, que deberían aplicar todas las delegaciones que atiendan a personas con esta particular condición la cual compromete los desempeños psicológicos, cognitivos y en algunos casos motrices de las personas que tienen este diagnóstico.

Otra situación que nos llamó particularmente la atención, fue el protocolo oficial que suponemos se utilizó al momento de determinar quiénes cumplían con los requisitos para ser considerados con la condición de "discapacidad intelectual". Por la cantidad de atletas inscritos suponemos que los entes encargados de hacer esas labores debieron esforzarse, para poder hacer en los lapsos correspondientes, los respectivos análisis a cada uno de los expedientes de los paratletas participantes. Sabemos de los largos procesos que pueden implicar la revisión de los diversos exámenes e informes psicológicos, que miden los múltiples tópicos relacionados con los niveles de inteligencia y las habilidades cognitivas, para determinar si las personas tienen o no esa particular condición de neurodivergencia.

Estas pruebas a nivel internacional se rigen por estrictos protocolos que incluyen los componentes psicológicos, psicomotrices, psicopedagógicos, entre otros que determinan en varias etapas de la vida, desde la niñez a la adultez, los grados de avances de la "discapacidad intelectual". Según profesionales especialistas en esa área, cuando la condición se diagnostica en etapas adolescentes o adultas, los exámenes son de mayor rigor para evitar confusiones, debido a la existencia de otras "discapacidades" con ciertas semejanzas a la "discapacidad intelectual". Y según lo que establece la Federación Internacional de deportes para personas con "discapacidad intelectual", la discapacidad tiene que tener un impacto en el rendimiento deportivo del paratleta, al cual la limitación le impide superar ciertos desafíos durante la competición, por ejemplo en el para-atletismo llevar el ritmo durante la carrera, las tácticas a desarrollar y los ajustes finos que deben hacer en plena carrera.

Percibimos muy relevante que dentro de la pruebas de para-atletismo de estos juegos Oriente 2024, participarán deportistas que normalmente compiten como atletas convencionales. En particular comentaremos el caso de la prueba 1500mT-20, donde debieron hacerse dos series y aplicar la modalidad final por tiempo. El ganador de esta prueba participó como un atleta convencional en los juegos nacionales finalizados una semana antes de los Para-nacionales, quedando subcampeón de la prueba 3000 metros con obstáculos, una de las más complejas del atletismo donde los atletas especialistas se dedican exclusivamente a ella, porque entre otras cosas requiere una motricidad muy bien desarrollada, la capacidad de establecer ritmos, superar los obstáculos y ajustar estrategias de aceleración en plena carrera. Todas estas habilidad se le vieron al atleta que ganó la competencia de 1500 metros de la categoría T-20, con una muy buena marca técnica. Este atleta mostro una depurada técnica de carrera, al poder mantener una táctica preestablecida, se percibió su facilidad para desarrollar la aceleración del ritmo, a partir de observar su reloj, esto entre otros detalles que demuestran su madurez profesional en el oficio de correr.

Algo que es de llamar la atención porque no es común verlo, ni siquiera en países potencias del para-deporte, ya que es difícil conseguir personas con "discapacidad intelectual" que reúnan las condiciones físicas, mentales y sociales para asumir un entrenamiento -de alto rendimiento- como el que exigen las pruebas del medio fondo, ya que los procesos de preparación son largos y complejos, por las diversas variables psicológicas, físicas, psiquiátricas, etc., que deben enfrentar estos paratletas, si quieren acceder a niveles de élites profesionales.

Todo esto nos lleva a pensar de la necesidad de avanzar en nuestro país, con la regularización de normativas que hagan cumplir los parámetros establecidos por los organismos internacionales, de esa manera evitar posibles errores al momento de clasificar a una persona como paratleta con "discapacidad intelectual", una neurodivergencia extremadamente compleja, la cual a veces suele ser subestimada por dirigentes, entrenadores e incluso psicólogos, que se prestan para hacer apresurados diagnósticos tendentes a favorecer intereses al margen de lo deportivo. Ante estas tropelías es necesario visibilizar la "discapacidad intelectual" con el sentido humanista, técnico y profesional requerido que permitan generar sistemas efectivos de protección dentro de las políticas públicas nacionales. Esto evitaría que muy buenas intenciones como los Juegos Para-nacionales, se conviertan en experiencias traumáticas para algunos paratletas con esta condición, que pudieran ser víctimas de situaciones irregulares que les generen ciertos trastornos mentales.

Es con este sentido de la corrección, la reivindicación y si se quiere denuncia que escribimos estas notas, como padre cuidador de un para-atleta, que debió soportar las consecuencias de algunas asimetrías durante los juegos Paranacionales Oriente 2024. Quizás lo de mi hijo fue un caso aislado, pero no se descarta que situaciones similares también la hayan sufrido durante el evento otros jóvenes con "discapacidad intelectual". Creemos que en los futuros juegos paranacionales, deben integrarse en los procesos organizativos múltiples sectores, como organizaciones de madres y padres cuidadores, gremios profesionales que trabajen con la "discapacidad intelectual" o neurodivergencias, las escuelas de psicologías, trabajo social y psiquiatrías de las universidades. Todo con el fin de mejorar aún más los juegos, y de esa forma sea más efectiva y eficiente la acción gubernamental de la inclusión.

Además reiteramos la urgente necesidad de fortalecer los sistemas normativos del Estado, que permitan mayor eficiencia en el trato a las personas con neurodivergencias. En el caso particular de deportistas de alto rendimiento clasificados con las categorías paralímpicas de T-20 o "discapacidad intelectual", es preciso que el Gobierno nacional establezca un claro sistema normativo que abarque tanto los protocolos de clasificación para participar en los juegos paranacionales, como el trato particular que se le deben dar a estos paratletas. Lo cual obligue a las entidades federales: estados, Distritos Capitales, municipios, parroquias y comunas, que cuando tengan delegaciones deportivas donde estén incorporados paratletas con la clasificación T-20, obligatoriamente deben regirse por leyes, decretos u ordenanzas que establezcan protocolos de atención particularmente elaborados para atender a estas personas.

fmmorale@gmail.com

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