El caso de Baiq Nuril se convirtió en un ícono del movimiento local #MeToo y llamó la atención de defensores de derechos humanos
Presidente de Indonesia, Joko Widodo, pide indultar a una mujer condenada a prisión por documentar el acoso sexual de su jefe
Por: Agencias
Viernes, 19/07/2019 12:42 AM
Todo empezó en 2012, cuando el director de la escuela de la ciudad de Mataram donde entonces trabajaba Baiq Nuril empezó a hacerle proposiciones para mantener relaciones sexuales. En un intento de defenderse de su superior, la mujer documentó una de sus llamadas telefónicas. Después de compartirlas con algunos amigos, Baiq fue denunciada a la Policía por difamación en 2015.
Este es el país más peligroso para las mujeres
En 2017, la detención y el proceso contra Baiq Nuril provocaron protestas públicas y eventualmente el tribunal la absolvió. No obstante, en noviembre de 2018, la Corte Suprema indonesia revocó esta decisión y acabó estableciendo la condena de prisión y multa para Baiq.
Durante todos estos años, el caso de Baiq Nuril se convirtió en un ícono del movimiento local #MeToo y llamó la atención de defensores de derechos humanos.
Así, Usman Hamid, director ejecutivo de la rama indonesia de Amnistía Internacional, calificó la situación como "una parodia". "Mientras la víctima del presunto abuso ha sido condenada por grabar esta llamada, las autoridades parecen haber tomado pocas o ninguna medida para investigar lo que parecen ser afirmaciones creíbles", explicó.
El presidente de la nación se sumó a las filas de los críticos de la decisión judicial.
"Baiq Nuril se ha ganado el apoyo y la solidaridad del público, que cree que la sentencia que le impusieron es injusta. Lo único que hizo fue proteger su dignidad como mujer y como madre", afirmó el mandatario en su carta.
Tras haber sido debatido en una sesión plenaria del Parlamento, el caso de Baiq Nuril será objeto de discusiones en una sesión separada, indica Jakarta Globe.